1.- INTRODUCCIÓN
1.- INTRODUCCION.-
Pretender escribir la historia de algo, supone la referencia a hechos concretos, acaecidos en un lugar y en una época determinada; supone testimonios fidedignos de esos hechos, que permitan una valoración objetiva de ellos; supone el acopio de datos, antecedentes y documentos que fundamenten las afirmaciones que se hagan en relación a los hechos; y por sobretodo supone una independencia que permita abstraerse al historiador de eventuales intereses o sentimientos, que pudieran comprometer su objetividad.
En relación a los Cursillos de Cristiandad, si bien es cierto que desde su nacimiento han acaecido muchos hechos, en muchos lugares; hay muchos testimonios de quienes han participado en ellos a través del tiempo; viven aún muchos de sus iniciadores ; y existen numerosos documentos datos y antecedentes, no es menos cierto que su dinamismo creador, la fuerza de su irradiación y la experiencia de su eficacia, todo lo cual se vive también hoy, podrían presentar alguna dificultad para hacer una valoración objetiva de ellos desde un punto de vista histórico.
Asimismo el hecho de que los Cursillos sean obra de la Gracia de Dios, y sean tantos los caminos por los que en cursillos llega esa gracia de Dios, hace imposible objetivamente que podamos llegar a establecer un detalle completo de estos caminos. Son tantos los hombres y mujeres que, mediante el cursillo, han comprendido que Dios los ama y que se han sentido llamados a descubrir a otros este amor personal de Dios, que sería imposible también registrarlo todo. Finalmente en este aspecto, es tan íntima y personal la acción de Dios en los hombres que, al pretender encuadrarla en una historia, nos encontraremos además, indefectiblemente, con limitaciones de vocabulario.
En consecuencia, pretender escribir la «Historia de los Cursillos de Cristiandad», además de ser una osadía, implica el grave riesgo de dejar fuera de ella a personas, hechos y cosas importantes.
No obstante lo dicho, intentaremos en el presente trabajo recopilar algunos acontecimientos, los cuales, ya sea por la trascendencia que han tenido por si mismos, como sucede por ejemplo con la Ultreya Mundial de Roma de 1966, o en particular con el nacimiento de cada uno de los organismos y estructuras internacionales, ya por ser importantes hitos en una historia que se está haciendo, y en la cual están presentes varios de los que empezaron con esta aventura, los cuales nos han contado, de primera mano muchas cosas, pudieran ser de interés para generaciones futuras.
Mucho se ha hablado y mucho se ha escrito en relación a los Cursillos de Cristiandad. Hay quienes los defienden con pasión y quienes los atacan con saña; hay quienes los consideran como «la» solución para nuestros días y quienes consideran que son algo obsoleto y pasado de moda; hay quienes estiman que no aportan nada a una pastoral posconciliar de la Iglesia y quienes por el contrario ven en ellos el mejor instrumento de dicha pastoral; hay quienes dicen que no tienen hondura kerygmática y quienes para los cuales todo en ellos es kerygma; hay quienes los discuten porque los quieren y quienes los discuten porque no los quieren; en resumen, los Cursillos, gracias a Dios inquietan, interpelan, son en cierto sentido «signos de contradicción».
Sin embargo, dígase lo que se diga, existe una realidad. En nuestra Iglesia de hoy está el hecho de los Cursillos de Cristiandad, y ello es una circunstancia que no puede discutirse.
Si bien, como sabemos, el primer Cursillo propiamente tal fue el que se dio en el Santuario de San Honorato de Randa, en Mallorca, España, entre el 7 y el 10 de Enero de 1949, existen una serie de antecedentes que podríamos decir forman parte de la ‘Pre-historia» de los Cursillos de Cristiandad, y que demuestran que este maravilloso instrumento que el Señor ha regalado al mundo en el siglo XX, no fue fruto del azar o de la improvisación, sino el resultado de una seria, comprometida y laboriosa preparación.
Recordemos que en el Acto de Clausura del 2º Congreso Nacional de la Juventud de la Acción Católica en 1932, a los pies de la Virgen del Pilar, cuando se hizo el compromiso de organizar el 3er Congreso, en 1937, en Santiago de Compostela, se acordó programar con ese mismo motivo una gran Peregrinación de jóvenes españoles y latinoamericanos a Santiago.
Para ello, la Juventud de la Acción Católica Española (JACE), organizada en forma bastante sólida, y cuya influencia era bastante fuerte – no obstante que en esa época se daba aún una mentalidad de Iglesia pre-conciliar -, además de obtener los permisos pertinentes de la Jerarquía, y obedeciendo a un compromiso que en 1936, asumiria su Asesor y Presidente Nacional, el Padre Manuel Aparici con el Papa Pio Xl de «ser la cristiandad ejemplo y guía» que el pontífice reclamaba, iniciará un proceso de formación de dirigentes y de motivación espiritual para los peregrinos en todas las diócesis de España, de modo de hacer de esa peregrinación un verdadero acto de fé y no una simple excursión o paseo, fijándose como objetivo hacer que 100.000 jóvenes españoles peregrinaran a la tumba del apóstol Santiago, como un modo de demostrar que querían hacer de sus vidas un continuo caminar de Santidad hacia Dios.
Indiscutiblemente Manuel Aparici, sin ser uno de los «iniciadores» de los Cursillos de Cristiandad, va a jugar un importante rol en esta «Pre-Historia» de ellos, ya que el proceso de formación de dirigentes y de motivación espiritual para los peregrinos, a través de los Cursillos de Adelantados, Jefes y Guías de Peregrinos, y el espíritu peregrinante y de vanguardia de Cristiandad que supo inspirar en los jóvenes que se convocaron en Santiago de Compostela, serían fundamentales mas tarde en el nacimiento de los Cursillos de cristiandad.
El proyecto sin embargo, a pesar de los preparativos no podría concretarse en le fecha prevista, ya que el alzamiento nacional del 18 de Julio de 1936, y la posterior guerra civil – con su “millón de muertos – al decir del escritor Jose María Gironella, harían absolutamente inviable la iniciativa.
Sin embargo el Espíritu no estaba dispuesto a dejarse avasallar, y no obstante el contexto de guerra fratricida, de odios y de violencia, en el que la Iglesia y le fé católica fueron unas de las principales víctimas, contexto de odios, de inseguridades y de miedos, seguía actuando y generando condiciones para que el Carisma de los Cursillos llegare en un momento a concretarse.
A partir de 1941, al retornar a España una cierta paz impuesta, en un clima de inseguridades, de cambios y de transformaciones profundas, todo ello en el marco de una férrea dictadura totalitaria, se relanzará la idea de la peregrinación, y con la consigna “100.000 jóvenes a Santiago” la JACE diseñará, organizará y ejecutará, para prepararse cualitativamente y para lograr el número de peregrinos anunciado, un programa de actividades y tareas destinadas fundamentalmente a generar una motivación y una preparación de los peregrinos que, desde todos los rincones de España, se volcarían en Agosto de 1948 a la tumba del apóstol, en Santiago de Compostela, programa a desarrollarse entre ese año y 1948, en el cual se contemplarán una serie de actividades.
Entre estas, estaban en primer lugar, unos CURSILLOS PARA ADELANTADOS DE PEREGRINOS, los cuales se darían en toda España, y concretamente en la diócesis de Mallorca a partir de ese mismo año 1941. De estos, se realizaron en esta diócesis seis:
1º.- Semana Santa de 1941.- al cual asistieron 12 jóvenes.
2º.- Semana Santa de 1943.- al cual asistieron 32 jóvenes.
3º.- Semana Santa de 1945.- al cual asistieron 30 jóvenes.
4º.- Semana Santa de 1946.- al cual asistieron 23 jóvenes.
5º.- Semana Santa de 1947.- al cual asistieron 35 jóvenes.
6º.- Semana Santa de 1948.- al cual asistieron 32 jóvenes
El programa para estos Cursillos para Adelantados de Peregrinos era abrumador, y todos los temas tenían como objetivo fundamental la formación de dirigentes para la Acción Católica organizada. Componían su temario las siguientes lecciones:
1.- Dios uno y trino.-
2.- El hombre, naturaleza y sobrenaturaleza.-
3.- La Gracia.-
4.- Jesucristo, su persona.-
5.- Jesucristo, su misión.-
6.- Jesucristo, su obra.-
7.- La Iglesia en su doble realidad, social y mística.-
8.- María.-
9.- La Vida cristiana.-
10.- El Cielo.-
Si bien, algunos elementos de esta inmensa temática entrarían posteriormente en los Cursillos de Cristiandad propiamente tales, en ningún caso tuvieron influencia importante en la redacción de los esquemas que definirían mas adelante a aquellos.
Los resultados de estos Cursillos para Adelantados de Peregrinos fueron sin embargo positivos, ya que entre otras cosas se consiguió la movilización apostólica de dirigentes, la captación e incorporación de nuevos dirigentes, algunos de los cuales influirían mas adelante en forma decisiva en el nacimiento y realización de los Cursillos de Cristiandad, y la siembra en todos ellos de inquietudes apostólicas, que a la larga irían mas allá del objetivo concreto de la peregrinación a Santiago.
Paralelamente a los anteriores, comenzaron también a realizarse otros, llamados CURSILLOS PARA JEFES DE PEREGRINOS ó CURSILLOS DE FORMACION, En estos participaban quienes habiendo tenido la experiencia anterior, se harían cargo de los distintos grupos de peregrinos. Tenían un carácter parroquial y se dieron también en toda España.
Estos Cursillos para Jefes de Peregrinos, que a diferencia de los anteriores que eran dados por miembros del Consejo Nacional de la JACE, estaban a cargo de los Consejos Diocesanos de la JACE, y que en Mallorca entre 1942 y 1948 fueron cinco, permitieron a quienes participaron de ellos, que no necesariamente tenían que ser militantes de la Acción Católica, ir captando el contenido luminoso del cristianismo en toda su amplitud e intensidad como asimismo inflamarse y llenarse de Cristo en pocos días.
En 1944 se crea además en Mallorca, al amparo de la JACE, una ESCUELA DE PROPAGANDISTAS Y DIRIGENTES, la cual, sobre la base de conferencias de cultura religiosa, produjo en la práctica un fruto apostólico bastante pobre.
Ahora bien, no obstante estos antecedentes, es necesario dejar en claro, desde la partida, que los Cursillos de Cristiandad, como quedará demostrado, serán específicamente distintos a los Cursillos para Adelantados de Peregrinos y a los Cursillos para Jefes de Peregrinos. Ellos no fueron la continuación o adaptación de estos, sino algo nuevo y distinto de lo anterior, el resultado de un trabajo incansable y productivo, milagrosamente productivo.
A principios de 1947 llegaba a Mallorca, como Obispo Coadjutor, con derecho a sucesión del entonces Arzobispo-Obispo don José Miralles, que ya tenía 88 años, don Juan Hervas y Benet, hasta ese momento Obispo auxiliar de Valencia.
Don Juan Hervas, había nacido en Puzol, un pequeño pueblo de Valencia, el 30 de Noviembre de 1905. Luego de cursar sus estudios en el Seminario Metropolitano de Valencia había sido ordenado sacerdote el 16 de Junio de 1929, comenzando, a partir de esta fecha un activo ministerio pastoral.
Entre 1936 y 1939 realiza estudios superiores en la Universidad Católica de Friburgo, Suiza, doctorándose en Derecho Canónico y Derecho Civil.
El 23 de Abril de 1944 es consagrado como Obispo auxiliar del Arzobispo de Valencia, correspondiéndole regir, como Vicario Capitular la sede vacante, al fallecer el Arzobispo.
Entre 1944 y 1947 realiza una serle de viajes apostólicos, entre ellos a La Habana, presidiendo la delegación española al Congreso Interamericano de Acción Social, a Friburgo, presidiendo la delegación española al Congreso de Estudiantes Católicos de Pax Romana, a Roma, presidiendo la delegación de España al Congreso de Intelectuales Católicos, etc, todo lo cual fue poco a poco ensanchando sus áreas de acción.
Trasladado a Mallorca en 1947, con 41 años de edad, el joven Obispo se dedicará especialmente a atender a la juventud y las tareas del apostolado seglar.
A fines de Diciembre de 1947, fallece Mons. Miralles, pasando inmediatamente a sucederlo Mons. Hervas como Obispo Titular. Con su nuevo pastor, la dinámica diocesana en Mallorca empezaría a transformarse radicalmente: la ilusión. el fervor apostólico, la capacidad de trabajo, la entrega sin medida de una vida en eufórica madurez y la dedicación sin descanso del activo pastor, marcarían sin lugar a dudas una línea en la diócesis que solo podría producir frutos positivos.
Mons. Hervas supo descubrir donde había zonas vivas y sensibles, supo captar las inquietudes, amparar las iniciativas, impulsar hacia metas más ambiciosas y orientar personalmente, incluso hasta comprometer su propio prestigio, por mantener, sin miedo, aún frente a venerables «santones», especie de »intocables» diocesanos, la reivindicaciones apostólicas de aquella juventud dinámica con que contaba para su tarea pastoral.
Si alguna vez investigó, fue para corregir paternalmente situaciones individuales que podían perjudicar.
Aunque las críticas fueron muchas veces duras o vinieron de sectores de enorme fuerza e influencia, nunca Mons. Hervás dudó de la justicia, de la rectitud, de la eficacia o de la entrega de quienes estaban en esta tarea. Siempre, y como irá quedando demostrado, se jugó a fondo por «sus Cursillos», como sucedió por ejemplo en aquella Asamblea de la JACE de diciembre de 1949, en la que se pronunciaría pública y definitivamente a favor de ellos, o en aquella intervención en la Catedral de Mallorca en 1951 frente a todos los sacerdotes de su diócesis, o en aquel otro célebre discurso en el que llegaría a señalar que «la crítica contra los Cursillos puede alcanzar la malicia de un pecado mortal».
Tampoco fueron ajenas a Mons. Hervás las críticas, las vejaciones y los dolores a causa de los Cursillos, todo lo cual llegaría incluso a influir, de cierta manera mas adelante, en su traslado a Ciudad Real.
Al asumir, Mons. Hervás designará como Asesor Diocesano de la JACE al Padre Sebastián Gayá, hombre de un dinamismo, de un compromiso y de una llegada a la juventud difíciles de igualar. Será este hombre providencial quién alentará a la juventud mallorquina de entonces una mística de acción y de entrega, quién impulsará y comprenderá, quién siempre compartirá y estará en la raíz o en la avanzada de todo lo que se intentó de fecundo en esos jóvenes.
Hombre de mirar profundo, intenso y callado, sabrá escuchar e intervenir equilibradamente, sintetizar y enderezar, estará siempre en el centro de todo lo que se hacía y pensaba, comprometido desde dentro y desde el principio.
Consecuente con todo ello será el gestor, el alma y el motor del Cursillo de Enero de 1949. A él se deberán mas adelante la «Guía del Peregrino» y la «Hora Apostólica» que se reza hasta hoy en los Cursillos.
A principio del verano de 1948, año de la Peregrinación a Santiago, en la cual participarían cerca de setecientos jóvenes mallorquines, regresa definitivamente a ejercer su sacerdocio en la isla de Mallorca, el Padre Juan Capó, el cual, entre otras funciones será asignado por Mons. Hervás para secundar al Padre Gayá, al cual sustituirá posteriormente en 1950 como Asesor Diocesano de la JACE. Don Juan Capó había iniciado sus estudios sacerdotales en el Seminario Diocesano de Mallorca.
Hombre fuera de serie, con una mente privilegiada y con una prodigiosa afición al estudio, de una portentosa facilidad de palabra y de una claridad de expresión sorprendente.Parecía esculpido para sobresalir. Debido a su excelencia había sido enviado al Colegio Mayor de Roma a completar sus estudios de teología.En 1947 había sido ordenado sacerdote en la Ciudad Eterna.
La Peregrinación a Santiago de Compostela fue todo un éxito. Jóvenes provenientes de todas las diócesis de España estremecieron con sus oraciones, con sus sacrificios, con su entusiasmo y con su compromiso el Santuario gallego.
Sin embargo, al volver a sus lugares de origen comenzaron a surgir en muchos algunas importantes interrogantes: ¿Qué hacer ahora?, ¿Cómo buscar una manera de encauzar aquel ambiente de retorno a Dios hacia algo perdurable?.
A fines de noviembre o principios de diciembre de 1948, el Consejo Diocesano de la JACE intenta organizar un nuevo Cursillo para enero de 1949. Don Juan Capó plantea entonces algunas interrogantes:
¿Por qué si los resultados han sido tan eficientes, se programa un Cursillo y no se prevé el siguiente?; ¿Por qué si producen tan buenos frutos no se organizan con mayor frecuencia, en cadena, con una coordinación y con una programación para después del Cursillo?; ¿Por qué no pensar incluso en una vocalía especial de la JACE que se haga cargo de este instrumento?.
Un viejo adagio señala que «por la boca muere el pez», y tanto interés, y tantas preguntas hizo el padre Capó, que el padre Sebastián Gayá, Asesor Diocesano de la JACE lo designó como Director Espiritual para el Cursillo que se daría en Enero de 1949, encargándole además que preparara cinco temas de tipo espiritual o teológico, dejándole para estos efectos la mas absoluta libertad.
Alegando que sus múltiples ocupaciones en el Seminario, del cual era además Director Espiritual, eran muchas, el padre Capó pide ayuda, y el padre Gayá le designa entonces al padre Guillermo Payeras, quién trabajaba con la juventud, para que colabore con él.
Capó y Payeras se reúnen y deciden ponerse a trabajar a todo vapor. Como ya lo hemos señalado, al entregársele esta misión al padre Capó se le había dejado en entera libertad para decidir que hacer, no se le había precisado temas, ni tampoco se le entregó los esquemas que se habían usado en los cursillos que una o dos veces al año habían venido organizándose hasta entonces.
Como lo relatará el mismo padre Capó mas adelante en uno de sus libros, él iba dictando y el padre Payeras tomaba notas en un block. «tenía obsesión de explicarle a la gente la verdadera dimensión del cristianismo desde la conciencia alertada de lo que era la Gracia de Dios». (Juan Capó.- «Pequeñas historias de la historia de los Cursillos de Cristiandad».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Pablo Apóstol.- Pag. 22). Entre los textos que tendrían a la vista estuvieron «De Gratia Redemptoris» de Lennerz, «La Gracia y la gloria» de Tenier y «Vive tu vida» de Aramí.
De este trabajo van a nacer los esquemas de los rollos místicos del Cursillo, no así las meditaciones, las cuales vendrían mas adelante como se analizará oportunamente.
En estos primeros esquemas, como lo señalará también el padre Capó en la obra citada, el Rollo «Gracia Habitual» partía del concepto de novedad radical que la Gracia introducía en nuestra vida y se centraba en la explicación de la conversión o «metanoia»;
El rollo «Obstáculos a la Vida de la Gracia», que originalmente ocupaba el sitio en la mañana del segundo día que actualmente ocupa el rollo Sacramentos, pero que a muy poco andar fue reubicado en el lugar que ocupa en la actualidad, planteaba a los obstáculos, como algo opuesto al ejercicio de una amistad personal y por consiguiente, como algo que nos pone en trance de traicionar nuestra grandeza.
El rollo «Sacramentos» por su parte, fuera del cambio de ubicación ya referido, fue durante bastante tiempo un rollo intrascendente, con una visión sacramentalista bastante pobre, reduciéndose a una simple explicación pedagógica de lo que era cada sacramento, con exclusivas referencias a su materia, forma y condiciones de validez y licitud para una recepción fructuosa. Será el padre Jaime Capó, hermano de Juan, quién le dará mas adelante a este esquema el enfoque justo y correcto.
2.- NACEN LOS CURSILLOS
2.- NACEN LOS CURSILLOS.-
Como lo señala el párrafo 1º de la presentación de IFMCC1, en cuya redacción participó Eduardo Bonnin, “los Cursillos de Cristiandad comenzaron en Mallorca (España), al finalizar la década del cuarenta”.
La Peregrinación a Santiago de Compostela, realizada entre el 28 y 29 de Agosto de 1948, en la que participaron mas de 700 jóvenes de la Diócesis de Mallorca, constituiría el ambiente propicio y hasta la exigencia del nacimiento de los Cursillos de Cristiandad.
En efecto, fue en la tarde del 7 de enero de 1949. Veintidós jóvenes subían con los dirigentes al viejo monasterio de San Honorato para asistir a lo que iba a ser un nuevo cursillo…uno mas…pero que resultaría «otro», el primer Cursillo de Cristiandad. Tres días después existían los veintidós primeros cursillistas, y este primer Cursillo era ya una realidad, idea que se ratificaría por el Secretariado de Mallorca, el 5 de Noviembre de 1972, cuando aún en vida de los principales iniciadores, Eduardo Bonnin, El Padre Sebastián Gayá y Monseñor Hervás, instalara en el Monasterio de San Honorato una placa señalando que “Aquí se dió, en enero de 1949, el primero de los Cursillos de Cristiandad, que el Espíritu Santo ha difundido hasta los últimos confines de la tierra. El Secretariado Diocesano de Mallorca, con ocasión del III Encuentro Mundial de Dirigentes de Cursillos, da gracias a Dios. 5 de Noviembre de 1972”, y como lo confirmará IFMCC3, al señalar que este “Movimiento, iniciado en la década de los 40, se iría haciendo realidad en la diócesis de Mallorca, consolidándose en los años siguientes (1949-1954)” (Ver. IFMCC3 Nº15).
El Equipo lo integraron don Juan Capó, don Guillermo Payeras, y el último día don Sebastián Gayá, como directores espirituales., Eduardo Bonnin como rector, Bartolomé Ruitort, Andrés Rullán y Guillermo Estarelas como rollistas y Guillermo Font como auxiliar. Un equipo «especial» para un cursillo que a la larga resultaría también «especial»: ser el primero de la gran serie, y del cual diría el Obispo de Mallorca, Monseñor Juan Hervás, “al oír lo que de vuestros Cursillos he oído, diría que en la grandiosa Peregrinación a Santiago robasteis la espada al apóstol para producir un desgarrón en el manto del cielo por donde descienden a torrentes la Gracia divina sobre la juventud”.
Un equipo integrado por hombres de diversa fisonomía espiritual, de formación dispar, en el que se reunía lo tradicional y lo nuevo, la improvisación y la revolución, la sensatez, el miedo y la reticencia.
+ Un EDUARDO BONNIN no fácil de encasillar por su rica, compleja y difícil personalidad. Hombre de convicciones profundas, de influir estratégico, de una ironía magistral para describir las situaciones erradas, de una absoluta seguridad en sus esquemas de pensamiento, de gran simplicidad en sus planteamientos, de una imaginación que suplía y suplantaba el razonamiento, con una claridad en lo que piensa y una tenacidad en lo que quiere, propia de quién ha sentido siempre la responsabilidad de la conducción. Consistente, metódico, incansable y tenaz, hombre que no descuidaba detalle, y quizás el único que tenía programadas y sistematizadas todas sus intervenciones.
+ Un BARTOLOME RUITORT entregado y alegre, con una sensatez artesana, un carácter acompasado entre el sosiego espiritual sin complicaciones y la tranquilidad casi burguesa de su fe ciega.
+ Un ANDRES RULLAN ansioso y siempre dispuesto a dar mas, con el ardor de una entrega llena de simpatía.
ANDRES RULLAN CASTAÑER era el Presidente Diocesano de los Jovenes de Accion Católica cuando Eduardo Bonnin y luego el Obispo Hervàs – inspirados por el Paraclito – pusieron en marcha el Movimiento de los Cursillos de Cristiandad.
Nacido en 1919 en la localidad de Sóller, en Mallorca, fue un prestigiado abogado, quien llegaría a ser Decano del Colegio de Abogados de Baleares, y sería considerado por los profesionales del Derecho, una eminencia en la materia. Hombre comprometido con sus ideas, como la abolición de la pena de muerte, en su condición de dirigente cursillista y abogado, acompañó hasta el último momento a Juan Ribas Rosselló y Andrés Trobat Llabrés, las dos últimas personas ejecutadas es España a garrote vil; una experiencia tragica, que compartió estrechamente con Eduardo Bonnín Aguiló, aquella fría noche de invierno, y cuyo amargo recuerdo siempre le acompañó en vida, luego que la sentencia se cumplíera puntualmente el 28 de enero de 1949, en la carcel provincial de Palma de Mallorca, el antiguo edifició de los Capuchinos.
En la etapa preparatoria de la peregrinación a Compostela, se incorporó al núcleo inicial de los Cursillos, aportando una alta capacidad organizativa, aportación que sería trascendental, si no al método, si al ritmo del Movimiento….fue precisamente su capacidad de acción y organización el elemento decisivo para el cambio de ritmo que se acordó en la Asamblea Diocesana de Jóvenes de 1948, donde se abandonó el “goteo” que suponía la celebración de un sólo cursillo al año y se planteó la realización intensiva de varios cursillos al mes, a partir de enero de 1949.
Hombre de enorme influencia tanto en los ambientes universitarios creyentes como en los crecientes de clima de rebeldía que iban configurándose en la España de aquellos años.influiría de manera importante para la aceptación de la propuesta de Eduardo Bonnin para que el esquema de la «Reunión de Grupo» se integrara como pieza esencial del Método.
ANDRES RULLAN CASTAÑER fallecería el 28 de Mayo de 2007, a los 88 Años de edad en Palma de Mallorca, celebrándose sus honras fúnebres en la Parroquia de San Alonso de Rodríguez, emblemático e histórico lugar donde la primera Ultreya de Mallorca funcionó durante muchos años, y que al decir de los cursillistas de Parroquia de San Alonso de Rodríguez, emblemático y acertadísimo sitio elegido para la celebración de sus honras fúnebres; histórico lugar donde la primera Ultreya funcionó durante muchos años, y que al decir de los cursillistas de entonces «…tenía un aura irrepetible de catacumba en obras».
+ Un GUILLERMO ESTARELLAS con su agudeza de percepción rápida, sus modos expeditos, su especial rapidez de reflejos para improvisar, su exaltación fervorosa y su entrega, incluso a veces violenta. Como dato anecdótico se cuenta que será ESTARELLAS quién introduicirá en los Cursillos el Canto «DE COLORES», existiendo dos versiones respecto del momento en que ello se va a producir.
Para algunos el «DE COLORES», que con el tiempo se transformaría en el verdadero himno de Cursillos, se entonó por primera vez en el Cursillo Nº 1 de San Honorato, cuando esperando el inicio de éste, algunos asistentes planeaban arrancarse, pués se sentían incómodos. Habiendose entonces informado de ello al Rector, que era Eduardo Bonnin, este habría respondido simplemente: «Que Estarellas los ponga a cantar algo», pensando que aquel, como pedagogo sabría motivarlos.
Como en esa época estaba de moda en España esta canción, interpretada por el trío mexicano de Los Panchos, les propuso, con la mayor naturalidad cantarla, y haciéndolo logró que el ambiente se relajara y descartaran la idea de irse.
Para otros, entre ellos Guillermo Font, el «DE COLORES» se va a entonar por primera vez al final del Cursillo Nº 2, celebrado también en San Honorato. En efecto, quienes relatan esta segunda versión cuentan que en aquellos primeros tiempos, en razón de las distancias, los cursillistas debían dormir, después de la Clausura en San Honorato, para regresar a Palma a la mañana siguiente. El lunes 29 de febrero de 1949 el autobús que debía recogerlos se estropeó, por lo cual se atrasó en llegar , y estando presentes entre otros, como integrantes del Equipo, además de Bartolomé Ruitort, Guillermo Font y Guillermo Estarellas, el Rector le pidió a Guillermo Estarellas, que tocaba muy bien la guitarra, y quien era además miembro de una familia de músicos, que cantase algo para entretener a los chicos, y Guillermo tuvo la feliz idea de entonar el «DE COLORES”, canción mexicana muy de moda en aquellos días en España, la que repetiría varias veces de camino a Palma ya que el autobús se volvió a estropear, rompiéndosele la dirección en una larga cuesta abajo, a tan solo dos metros de un muro que lo frenó, el único muro en todo ese camino a Palma, que es una larguísima cuesta abajo, y que de no haber existido – según lo cuenta Guillermo Font – en cualquier otro sitio en el que se hubiera roto la dirección del autobús se hubieran despeñado.
ESTARELLAS , conocido por sus amigos como «PAJARITO», fallecerá el 25 de Mayo de 2013, dos día después del fallecimiento de Cristobal Almendro, también participante de ese Cursillo Nº 1 de San Honorato, por lo que puede suponerse que es muy posible que hayan llegado al cielo muy juntos y tomados de la mano, cantando el ·DE COLORES», como buenos amigos que fueron.
+ Un GUILLERMO FONT con sus desplantes y su entrega llena del apasionamiento del neófito, con sus testimonios muchas veces rudos, pero siempre impactantes, con una memoria privilegiada un sentido del humor magnífico, aunque con una salud muy precaria,
GUILLERMO FONT, sería Auxiliar y Profesor en los 30 primeros cursillos. Era además el que se encargaba de la Intendencia real en los primeros Cursillos, el que hacía la comida, bajaba a los pueblos a colectar leche y pan para los desayunos, mataba un cordero para la comida de los cursillistas (Ya que la profesión de su familia era la de carniceros y él en concreto era matarife)
Asimismo Guillermo, que sería miembro de la primera Reunión de Grupo con Eduardo Bonnin. tenía como profesión propia, la de chofer del obispo, Monseñor Juan Hervás, al que quiso como a un padre. Incluso vivía en el Palacio Episcopal durante su estancia en Palma, lo que sin duda sería muy importante, ya que ello permitió conectar a Mons. Hervás con ese grupo de jóvenes de una manera mas informal, además de la del despacho diario con su Canciller Secretario, Sebastián Gayá.
GUILLERMO FONT, quien luego sería casado y padre de 8 hijos, llegaría a ser además una persona muy querida por el P.Sebastián Gayá, al grado que, como lo relata Paco Sanz, quien fue testigo presencial del hecho, cuando en los últimos días del P.Sebastián, éste quiso recibir la Unción de Enfermos llegaron a la residencia de Soller donde se encontraba viviendo, el obispo de Palma de Mallorca, Mons. Jesús Murgui, el Deán de la Catedral D. Juan Darder y el Párroco de Soller. El P. Sebastián, que era muy jerárquico, solicitó permiso al Párroco de Soller para recibir el Sacramento de manos del Obispo, cosa que evidentemente le fue concedida, y cuando el obispo le preguntó «¿está preparado Sebastián?», este le respondió: «aún no, señor obispo, ¿dónde está Guillermo Font?» .
Como Guillermo se había salido de la habitación que era bastante pequeña y apenas cabían dos o tres personas, Sebastián mandó a Paco Sanz a buscar a Guillermo, que estaba esperando en la recepción de la Residencia, cosa que el Obispo don Jesús entendió y esperó a que llegase Guillermo. Una vez en la habitación, el P. Sebastián lo sentó a su lado y dijo al Pastor, «ya, ahora podemos empezar podemos empezar».
Tal era la cercanía de GUILLERMO FONT con el P. Sebastián, que él sería quien lo afeitaría el día que murió, siendo probablemente la última persona que lo vio vivo.
Aún cuando Guillermo, fue muy amigo de Eduardo Bonnin, y fue integrante como dijimos de su primera Reunión de Grupo, con el tiempo se fueron separando, cuando el circulo mas cercano a Eduardo empezó su deriva personalista y prescindió absolutamente de él para todo lo relacionado con Cursillos, aislándolo de la vida del Movimiento, lo que en todo caso no afectó la vida de Fe de Guillermo, que sigue siendo sólida e inmensa, acudiendo a Misa a diario, y pasándose de tres a cuatro horas cada día arrodillado frente al Sagrario.
Estaban los esquemas, estaba el equipo, faltaba el lugar. Y se eligió el Santuario de San Honorato, ubicado en el monte Luliano en el pueblecito de Randa, a unos 30 kilómetros de Palma de Mallorca, el que se encontraba a cargo de los misioneros de los Sagrados Corazones.
Lugar ideal por su aislamiento, no dejaba de presentar algunos inconvenientes. De partida no había luz eléctrica y las posibilidades de abastecimiento eran escasas.
Muy de mañana, antes de empezar la actividad propia del Cursillo, los miembros del equipo, por turnos, debían bajar a pie, con una jarra en la espalda a buscar la leche para el día; el pan debía irse a buscar a Lluchmayor, distante 12 kilómetros mas o menos, para lo cual fue necesario conseguir prestada una bicicleta; en cuanto a la carne, se descuartizó un cordero, tarea en la cual no solo participó el equipo, sino incluso los que iban a vivir el cursillo por primera vez.
Y, alrededor de las siete de la tarde de ese 7 de Enero de 1949, comenzaba el Cursillo. La «Charla Preliminar» y el Retiro a cargo de don Juan Capó, con unas meditaciones que realmente impactaron a todos. Luego el Vía Crucis, leído y subrayado por Eduardo Bonnin. La cena…otra meditación, el rosario, las oraciones de la noche…y a la cama.
Al otro día, la meditación sobre «Las Tres Miradas», a cargo del padre Guillermo Payeras, luego el desayuno, y, por primera vez el canto «De Colores». La formación de las decurias, el material para los murales, etc.
En cuanto a los Rollos-Rollos, en este primer Cursillo no existió el rollo «Ideal», el cual nacería mas tarde cuando la Escuela de Dirigentes fue analizando el contenido del Cursillo. Se dio sin embargo un rollo «Centros de Acción», enfocado fundamentalmente al reclutamiento de aspirantes para la JACE, el cual, a partir del Cursillo Nº2 se cambiaría por «Cristiandad en Acción», rollo enfocado a la organización de la juventud en comunidades o centros. El rollo «Estudio del Ambiente» se dio con un enfoque bastante limitado. Otro rollo fue el de «Acción Católica» el cual evolucionaría progresivamente en el tiempo, tanto en lo teológico como en lo metodológico, hasta convertirse en el rollo «Seglares en la Iglesia», hoy «Iglesia».
Todo el Cursillo, tanto en su técnica como en los Rollos-Misticos y los Rollos-Rollos se desenvolvió en una gran normalidad. Todo muy parecido a lo actual.
El último día por la tarde, la Clausura. Fuera de los cursillistas que habían vivido la experiencia por primera vez y los respectivos dirigentes, sólo llegaron como «visitantes ilustres» don Sebastián Gayá, quién dio el último rollo y Juan Mir. Una Clausura vivida a fondo, llena de ricos testimonios personales y en la cual, como «broche de oro», el padre Gayá daría lectura a una carta enviada por Mons.Hervas, bendiciendo el Cursillo.
Como diría en una ocasión posterior el padre Juan Capó: «El primer Cursillo era la realización de unos afanes, de unas ansias, de unos modos de ser y actuar. Fue algo posible en el clima pastoral y apostólico de aquellos momentos. Para indicar los comienzos reales de los Cursillos tendríamos que remontar hasta sus raíces, las corrientes que los hicieron posibles, detallar desde su nacimiento las inquietudes que les dieron ser. Lo cierto es que no nacieron de golpe, así como un milagro hecho, como la luz de una nueva estrella que sorprendiera la noche, puesta de repente en el arco del cielo por los dedos de Dios. No es la obra de un hombre, sino de un grupo, de un clima, de un afán convergente primero y compartido después». (Juan Capó.- «Pequeñas historias de la historia de los Cursillos de Cristiandad».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Pablo Apóstol.- Pag. 13).
En resumen, había madurado un proceso, se habían encontrado unos hombres y se producían necesariamente los efectos de una búsqueda.
Este Cursillo de Enero de 1949 al que se denominó en su oportunidad «CURSILLO DE FORMACIÓN Y APOSTOLADO», y el que pretendía ser uno mas en una serie, resultó, sin lugar a dudas como lo estamos comprobando, algo nuevo, algo distinto, algo «fuera de la serie». Factores distintos, determinantes de una novedad comprobada en relación con los Cursillos anteriores resultaban evidentes, y ello debido fundamentalmente a cuatro elementos: el cambio de clima y orientación pastoral que se había producido en Mallorca con la toma de posesión de la diócesis por Mons. Hervás, cuyos dinámicos 41 años se hacían sentir; el estilo innovador y el empuje del nuevo Asesor Diocesano de la JACE, el padre Sebastián Gayá; la lucidez, claridad, inteligencia y capacidad del padre Juan Capó, quién había asumido sus nuevas tareas con gran entrega y amor; y por último, como ya lo hemos señalado, la convergencia en un mismo equipo de laicos, de cristianos comprometidos de la talla de Bonnin, Estarelas, Ruitort y otros.
La gran novedad no estaba tanto en el método, es decir en la intencionalidad de los componentes, cuanto en el contenido doctrinal, en lo cual, sin lugar a dudas, papel de primerísima importancia jugaron los Rollos-Misticos elaborados por don Juan Capó y don Guillermo Payeras, los cuales centraron la proclamación evangélica en la doctrina de la Gracia, dentro de un contexto vivencial que ayudaba a experimentar en la propia vida la fuerza transformante de esta singular realidad.
Definitivamente había nacido algo nuevo. Este primer Cursillo era algo «providencial», providencialidad que no significa como alguien pudiera creer algo casual o fortuito. Había en él un hallazgo, resultado de un proceso serio de búsqueda, en el cual existía una intención dinámica, un estilo apostólico y una inquietud.
Eduardo Bonnin, Rector como se ha señalado de ese primer Cursillo, confirmará mas adelante este especial carácter de novedad, y el nacimiento con ello de los «Cursillos de Cristiandad» propiamente tales, al afirmar en un estudio publicado en la Revista «Proa», órgano oficial de los Cursillos de Mallorca, en su Nº197, y el cual sería editado mas adelante como libro por el Secretariado Nacional de España que: «debemos aclarar sin embargo, que estos Cursillos son específicamente distintos de los Cursillos para Adelantados de Peregrinos o de los Cursillos para Jefes de Peregrinos»….»Los Cursillos de Cristiandad no son la continuación o adaptación de aquellos antiguos cursillos, sino algo nuevo y distinto de lo anterior, el resultado de un trabajo incansable y productivo, ¡Milagrosamente productivo!». (Eduardo Bonnin.-«El Cómo y el Porqué».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 14). «En cuanto a los llamados Cursillos de Formación, su eficacia y sus resultados fueron siempre tan escasos, que su influencia en los Cursillos de Cristiandad fue realmente nula». (Eduardo Bonnin.-«El Cómo y el Porqué».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 22).
Placa recordatoria del Primer Cursillo de Cristiandad, realizado entre el 7 y el 10 de Enero de 1949, ubicada en la entrada del Santuario de San Honorato de Ruanda, Mallorca, España
3.- LOS PRIMEROS PASOS
3.- LOS PRIMEROS PASOS.-
Para los días 25 al 28 de Febrero de 1949 se programa y se da el 2º Cursillo, al cual asiste como Rector, Bartolomé Ruitort. El Primer Cursillo será el único al que se denominará como ya se señalara: «Cursillo de Formación y Apostolado». A partir de este 2º Cursillo se les pasará a denominar «CURSILLOS DE JUVENTUD», a fin de que no cupiere ninguna duda de que se trataba de algo diferente de aquellos otros que se habían dado como Cursillos para Adelantados de Peregrinos y como Cursillos para Jefes de Peregrinos o Cursillos de Formación.
Hasta junio de 1949 se van a dar un total de diez Cursillos, todos ellos en el Santuario de San Honorato, caracterizándose por los siguientes rasgos: «los cursillistas proceden, en su inmensa mayoría, de los Centros de Acción Católica; se incorporan los Grupos como pieza fundamental del Cursillo en orden a su continuidad; el rollo Aspirantes queda suprimido por resultar inadaptado y es sustituido por el rollo Seguro Total (hoy rollo Grupo y Ultreya); y cada Cursillo es sometido al terminar a un minucioso análisis que cierra el paso a toda improvisación». (Eduardo Bonnin.- «El Cómo y el Porqué».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 30).
Al finalizar 1949 el número de Cursillos se elevará a dieciocho, y será en la Asamblea de la JACE de diciembre de ese año, cuando, a raíz de algunas críticas y ataques que se habían recibido, Mons. Hervás, saliendo en su defensa, les dará un espaldarazo definitivo al decir: «Desde el primer momento quiero contestar a un concepto que ha flotado varias veces en esta reunión, el de los Cursillos. Los bendigo y los apruebo ampliamente…no con una sola…sino con las dos manos». (Juan Capó.- «Pequeñas historias de la historia de los Cursillos de Cristiandad».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Pablo Apóstol.- Pag. 39).
Los Rollos, como ya se ha dicho, quedaron listos, salvo algunos pequeños ajustes, desde el principio, situación que no fue la misma en el caso de las Meditaciones, respecto de las cuales se dejó al comienzo bastante libertad de uso y de improvisación. En estos primeros tiempos la asistencia de sacerdotes como Directores Espirituales fue forzosamente accidentada y no pocas veces improvisada. Todos eran «nuevos en la empresa» y cada uno aportaba lo mejor que podía de sí.
En 1950 se hará la primera recopilación de las Meditaciones, la cual quedó como definitiva, e incluso es la que se mantiene hasta hoy, salvo levísimas variantes, adaptaciones y actualizaciones. Para hacerla se recogió todo el material que se había usado desde enero de 1949, el cual fue aportado por sus autores en notas manuscritas, hojas sueltas, apuntes, etc., a fin de tratar de ver que era lo mejor.
El alma de esta recopilación y ordenamiento fueron el padre Juan Capó y el padre Miguel Fernández, los cuales contaron, entre otros, con los aportes de los padres Jaime Daviú, Miguel Ramón, Bernardo Martorell y Guillermo Payeras, quién aportó concretamente las tres meditaciones que se habían preparado para el Primer Cursillo, mas sus propios trabajos.
Ahora bien, para la 1ª Meditación: «Conócete a ti mismo», los ejemplos se sacaron en forma abundante de las obras de Tihamer Toth. Se intentaba con ella hacer pensar que «esos momentos» podían ser decisivos en la vida. Como en todas las cosas en que está metida la Providencia de Dios, resultó que de un simple ejemplo, planteado por vía incidental, tomo cuerpo, hasta convertirse en un punto casi central de la meditación, modificando incluso en cierto sentido la intención original, el tema de la «película de la vida».
En cuanto a la 2ª Meditación: «El Hijo Pródigo», la primitiva redacción se complementaba con una consideración de Getsemaní, como una forma de lleva a asumir conciencia de que somos actores personalmente conocidos en la pasión y en el dolor de Cristo.
La 3ª Meditación: «Las Tres Miradas», tuvo una trayectoria más azarosa, ya que no siempre se entendió claramente su objetivo y por consiguiente no siempre se aprovecharon plenamente sus virtudes. Se trataba no tanto de describir la mirada, cuanto «sentirse mirado», motivando con ello a una introspección y a un examen interior.
En cuanto a la 4ª Meditación: «La Figura de Cristo», ella fue aportada íntegramente por el padre Miguel Fernández, quién a su vez la había tomado de los retiros dados en Mallorca por el padre Fayos S.J.
Finalmente para la 5ª Meditación: «Mensaje de Cristo al Cursillista», se decidió sujetarse al texto evangélico del Monte Tabor, evitando de este modo que se transformara en una larga lista de advertencias y avisos, como más de alguna vez hasta ese entonces había sucedido.
En Agosto de 1950 el padre Juan Capó es designado por Mons. Hervás como Asesor Diocesano de la JACE, en reemplazo del padre Sebastián Gayá, lo cual en ningún caso significó cambios o relevos de programas, sino por el contrario, una indiscutible continuidad de ideas y de estilos de trabajo, consecuencia de la mancomunada labor que habían venido realizando juntos desde la llegada del padre Capó a Mallorca. Ello sería incluso reconocido y recordado mas tarde por el propio padre Gayá cuando escribiera: «Con don Juan nos ensamblamos rápidamente. No pocas veces dejaba su Seminario Menor, de donde era Director Espiritual, u otras de sus actividades, para nuestras entrevistas en clave de cordialidad pastoral. Al fin para atender los deseos de Mons. Hervás, en orden a otras actividades de gobierno pastoral, hube de dejar en manos de don Juan la Conciliaría de la juventud y la responsabilidad inmediata del Movimiento de Cursillos…»
«Proa», el Boletín del Consejo Diocesano de la JACE, al dar la noticia del «transvase», no dudó en afirmar: «Don Sebastián Gayá y don Juan Capó son dos almas íntimamente compenetradas. Creemos sinceramente que, si al primero se le pidiera un Conciliario, nos señalaría al segundo, y no dudamos que este pondría sus ojos en el primero». Puedo responder que por lo que a mi afectaba, la afirmación era una realidad elemental» (Mons. Sebastián Gayá.- «Recordando a don Juan Capó».- Artículo publicado con motivo del fallecimiento del padre Capó.- Boletín Cursillos de Cristiandad Nº234.- Secretariado Nacional de España).
La fuerza y la vida propia que los Cursillos habían ido tomando, van a llevar a la Asamblea de la JACE de Mallorca de 1950 a crear la «Vocalía de Cursillos», dejando Eduardo Bonnin la presidencia del consejo de la JACE que servía hasta ese momento, para hacerse cargo de esta Vocalía, naciendo conjuntamente con ello la primera Escuela de Dirigentes, la cual funcionará originalmente en la Parroquia de San Alonso de Palma.
Al llegar el mes de marzo de 1951 se habían realizado 33 Cursillos, celebrándose casi todos ellos, a partir de Nº10, en el Santuario de Montesión de Porreras, caracterizándose esta – que podríamos denominar segunda etapa de los Cursillos – por la creciente incorporación de elementos que no procedían ya de los Centros de Acción Católica, lo cual a su vez provocó como resultado la apertura de nuevos y amplios campos de acción para el Movimiento y el enfoque de las verdades, teniendo presente este nuevo tipo de elementos que se integraban a los Cursillos.
De esta época será también la sustitución del rollo «Animación del Centro por parte de los Cursillistas», por el rollo «Cursillistas mas allá del Cursillo», hoy refundido con el rollo «Seguro Total» en el rollo «Grupo y Ultreya».
Será también en esta etapa cuando se va a plantear formalmente el problema de la perseverancia, empezando a formarse las Reuniones de Grupo como pieza fundamental para asegurar la continuidad de los frutos conseguidos. Algo mas tarde se organizarían las Ultreyas, esto es la reunión semanal de las Reuniones de Grupo, para facilitar la perseverancia y para fomentar la formación de Grupos en un ambiente más comunitario.
4.- LOS CURSILLOS SALEN DE MALLORCA
4.- LOS CURSILLOS SALEN DE MALLORCA.-
A partir del Cursillo Nº34, el primero que se celebrará en el Santuario de Santa María de Manacor, comenzará a desarrollarse una nueva etapa en la vida de los Cursillos, ya que numerosos sacerdotes y seglares venidos a Mallorca, tanto desde la península española, como desde otros lugares del mundo para conocer esta experiencia, empezarán a expandirlos y a repartirlos por el mundo.
«La nueva modalidad de apostolado, verdadera máquina rompehielos tras la que avanzaba animosamente una nueva juventud ganada para Cristo, comenzó a llamarse CURSILLOS DE CONQUISTA, a propuesta del Padre Sebastián Gayá, pues no solo los sacerdotes y seglares, sino también el propio prelado, a quién paso a paso se iba informando de los resultados, admiraban las conquistas que continuamente alcanzaba esta arma apostólica». (Mons. Juan Hervás.- «Los Cursillos de Cristiandad, Instrumento de renovación cristiana».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 22).
En julio de 1951, el padre Juan Capó y Eduardo Bonnin se darán a la tarea de hacer los primera recopilación sistematizada de los rollos. Con mas preocupación metodológica que doctrinal, no deja de tener valor por la ilusión con que fue hecha.
En diciembre de 1951, y a instancias de José Ribera, que había asistido al Cursillo Nº48 de Mallorca, se realizan las gestiones correspondientes, y se da una Escuela sobre Cursillos en el Colegio Mayor San Carlos de la Universidad de Salamanca, actividad que podría considerarse como la primera de Cursillos fuera de la isla de Mallorca.
En noviembre de 1952 llegaba a Mallorca el padre Rafael Sarmiento, delegado episcopal de la Acción Católica de Colombia, quién volvería en febrero de 1953 para participar en el Cursillo Nº71.- «En estos tres días he aprendido mas de acción católica que en los seis meses de viajes de estudios sobre la misma materia por España, Italia, Francia y Bélgica. Esta sí, es la Acción Católica que yo buscaba», (P.Rafael Sarmiento.- Revista PROA. Nº172.- Marzo 1953.- Organo oficial de los Cursillos de Mallorca.-) fueron las palabras con que comentó el Cursillo.
En marzo de 1953 se pide a Mallorca que dé una Escuela sobre Cursillos en el Colegio español San José de Roma, para lo cual viaja a la Ciudad Eterna, el padre Juan Capó en lo que podríamos considerar como la primera actividad de Cursillos fuera de España.
En junio de 1953, de vuelta a su patria, Colombia, el padre Rafaél Sarmiento con una audacia increíble decide lanzarse en la «aventura de los Cursillos», y sin contar con mayores antecedentes, material y experiencia que la de su propio Cursillo vivido en Mallorca, empieza a dar «algo» a lo cual llama «Cursillos», pero que tendrá profundas variaciones, diferencias y carencias en relación a lo que estos verdaderamente eran.
«Se habían introducido profundas modificaciones; las mismas que yo personalmente pude constatar: mesas redondas, reducción de los rollos a una simple introducción para luego dar lugar a discusiones abiertas, un cierto aspecto de «picnic» o fin de semana, reducción de la materia a cuatro rollos por día». (Juan Capó.- «Cursillos de Cristiandad, la verdad sobre su origen histórico».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 59).
No obstante lo señalado se considera que esta es la primera experiencia de Cursillos en América, y que, a pesar de sus defectos, fue la maniobra de que se valió el Señor para introducirlos en nuestro continente.
Comenzaba a extenderse por el mundo «el escándalo de los Cursillos», escándalo respecto del cual diría mas adelante el padre Cesáreo Gil, quién será sin lugar a dudas la figura más relevante de los Cursillos en América:
«No se porqué la palabra escándalo se restringe al daño que hace en las almas un dicho o un hecho malo. Propiamente es la impresión brusca que produce en las almas un dicho o un hecho, bueno o malo. Impresión que, por lo brusca, se grava y arrastra al bien o al mal. Pero después de encarar con la realidad que supone la palabra o el hecho escandalosos. En este sentido llamó San Pablo a Jesucristo «escándalo para los judíos». Y en este sentido resultaron escándalo, y grande, los Cursillos de Cristiandad».
«Escándalo, porque los Cursillos, con sus nuevas conductas, ajustadas a las de Cristo y sus santos, fueron piedra de choque para muchos, y dieron en la cara a otros».
«Escándalo, porque su escándalo fue de boca en boca, recorriendo los confines de España y del mundo: «lo llenaron todo».
«Escándalo, porque muchos «hijos fieles», al retornar los «hijos pródigos» a la casa paterna, protestaron de la comprensión y cariñosa acogida que les tributaron sus padres, los pastores de almas».
«Ese escándalo dio pie a infinidad de críticas. Fundadas unas, infundadas otras. De sacerdotes unas, de laicos otras…Ese escándalo fue crisol del Movimiento de Cursillos. Bendito crisol que obligó a los fundadores a leer mucho, a exigir siempre, a limar asperezas, a perfeccionarse». (Cesáreo Gil Atrio.- «El escándalo de los Cursillos».- Revista TRIPODE.- Nº2.- Febrero 1964.- Secretariado Nacional de Venezuela.-)
Y como todo escándalo produce efectos, en el caso de los Cursillos también sucedió así. Y empezaron a aparecer los «émulos»; y surgieron algunos «sucedáneos»; ; y un sacerdote de la península, el padre Tomás Malagón, que los había vivido en Mallorca, entusiasmado con los rollos y la metodología fundaría los «Cursillos apostólicos para obreros»; y un grupo de damas de la Acción Católica al ver sus frutos, y al no existir aún la autorización de Mons. Hervás para hacer Cursillos para mujeres crearán las «semanas impacto»; y un grupo de adolescentes, al ver el efecto en los jóvenes mayores hará surgir los «cursillos de vida para adolescentes»; etc.
Y por el estilo fueron apareciendo estos y otros tipos de «sucedáneos» , todos con buenísimas intenciones, todos con buenos frutos, pero todos desvirtuando, por no decir desprestigiando el método original de los Cursillos de Cristiandad en que se inspiraban.
Otro efecto serían las críticas. Hubo críticas y muy fuertes, hubo malos entendidos, hubo celos, hubo persecuciones…como también hubo alabanzas y comprensiones, polémicas y diálogo, todo lo cual si bien puede en un momento molestar, a la larga agrada por aquella eterna paradoja de que no hay gozo sin dolor, «por la cruz a la luz». Como diría también el Padre Gil:
«¡Benditas persecuciones del principio!. Ellas obligaron al Movimiento a dejar en el camino de su infancia ciertas derivaciones peligrosas en su doctrina y ciertos defectos sospechosos en su organización. Y ellas le pusieron en condiciones de madurar de prisa y de cristalizar en la experiencia más apostólica de nuestro siglo en el campo seglar». (Cesáreo Gil Atrio.- «Bienaventurados los que padecen persecución».- Revista TRIPODE.- Nº4.- Mayo 1964.- Secretariado Nacional de Venezuela.-).
Será a partir del Cursillo Nº 83 celebrado entre el 15 y 19 de Agosto de 1953, en el Santuario de San Miguel de Liria, en Valencia, que los Cursillos empezarán su penetración en la península española. El padre Pedro Mauri, párroco de ese Santuario los había conocido con ocasión de su participación en una misión en Mallorca, en la cual habiendo tenido contactos con cursillistas, fue invitado a participar en el Cursillo Nº75, en el Santuario de Santa Lucía de Manacor. Tan entusiasmado quedó el padre Mauri, que no descansó hasta conseguir que los mallorquines le dieran un segundo Cursillo en Valencia, esta vez en Onteniente en febrero de 1954.
Ya hemos dicho que la denominación de «Cursillos de Conquista» no gustaba ni convencía, ya que no representaba realmente lo que ellos eran. El nombre del instrumento quedaba desbordado por la realidad.
Será en la Asamblea Nacional de Asesores Diocesanos de la JACE de diciembre de 1953, donde Mons. Hervás, en una intervención para explicar en que consistían, se encontraría, sin pensarlo mayormente, en forma providencial, sorprendiéndose incluso él mismo, con el nombre que se buscaba en la boca, bautizándolos a partir de ese momento como «CURSILLOS DE CRISTIANDAD», «nombre que, aceptado con aplauso unánime, definió lo que los dirigentes buscaban y los asistentes experimentaban en el Cursillo» (Mons. Juan Hervás.- «Los Cursillos de Cristiandad, Instrumento de renovación cristiana».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 23).
Hasta el momento los Cursillos seguían siendo eso si algo restringido exclusivamente a los jóvenes, aún cuando las presiones y las solicitudes para hacerlos extensivos a hombres mayores eran cada vez más fuertes.
«Es un hecho evidente que los Cursillos de Cristiandad se adaptan perfectamente a las mas diversas sicologías, sin que su estructura tenga que sufrir por ello radicales modificaciones ni queden tampoco menguadas sus características y eficacia. Si los Cursillos tuvieron en sus primeros tiempos toda una serie de características específicamente juveniles, ello se explica fácilmente por razón de aquellos a quienes iban dirigidos. Esto hizo pensar a mas de uno que los Cursillos eran solamente cosa de jóvenes y que, en todo caso, exigirían una radical transformación para poder aplicarse a otras personas».
«Estudiando detenidamente la esencia, la técnica y la estructura de los Cursillos de Cristiandad aparece claro que sus características típicamente juveniles ni son tantas que no puedan ser aplicadas a otras personas, ni tan esenciales que exijan para ello una esencial modificación, y esto, por la sencilla razón de que siendo uno solo el cristianismo auténtico aplicable a todas las situaciones humanas, y siendo los Cursillos «esencia de cristianismo», su contenido y su técnica, despojados de lo que, por ser patrimonio exclusivo de la juventud, el mas elemental sentido común aconseja que no encajaría con otras sicologías, también han de poder aplicarse lo mismo a los jóvenes que a los hombres o que a las mujeres, y todo ello sin caer en el peligro de una modificación que, por radical, desfigure la fisonomía específica de los Cursillos, convirtiéndoles en algo que, con idéntico nombre, sirviera realidades distintas y hasta contradictorias, en un confusionismo de fatales consecuencias». (Eduardo Bonnin.- «El Cómo y el Porqué».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 36-37).
¿Donde estaba entonces el problema?, ¿Cúales eran las interrogantes que impedirían el Cursillo para adultos?.- Por un lado el temor de que al despojarlo de sus elementos juveniles perdiera su fisonomía propia, y por otra parte, una «cuestión reglamentaria», la concepción de la Acción Católica «por ramas» en Mallorca, con un evidente desfase de estilo en la actuación y de objetivo en la meta, hacían inviable el Cursillo para adultos. Un Consejo no podía inmiscuirse en otros terrenos apostólicos, por urgentes que parecieran. Aunque parezca mentira, esto era así, y los roces, y las tensiones entre las dos ramas de la Acción católica no hacían fácil el arreglo.
Pues bien, había que romper el «impasse», y partiendo del principio de la universalidad del cristianismo como solución a todos los problemas humanos, haciendo un detenido estudio se despojó la primera de las interrogantes – el temor de pérdida de la fisonomía propia de los Cursillos – y se vio claramente la posibilidad de aplicación de estos a otra clase de personas: adultos, mujeres, etc. En cuanto a la segunda interrogante – la cuestión reglamentaria – se buscó una solución «ingeniosa» por calificarla de alguna manera: el párroco de Campanet, padre Miguel Femenías tenía derecho a organizar para adultos de su parroquia que no estuvieran sometidos a las ramas o reglamentos de la Acción Católica, las reuniones, jornadas, retiros o similares que estimara convenientes. Pues bien, a partir de este expediente y con el apoyo del párroco de Santa Catalina, el padre Francisco Jaume, decidieron pedir un Cursillo para adultos.
El Obispo Mons. Hervás aconsejó en «forma legal» y se decidió el Cursillo. este sería el Nº 94 y en el actuarían como Rector Eduardo Bonnin y como Director Espiritual el padre Juan Capó. La experiencia fue elocuente, la cuestión posterior fácil y rápidamente resuelta, quedando fuera de toda duda y discusión la eficacia de estos Cursillos en los adultos.
En abril y mayo de 1954 se darán los Cursillos Nº 97 y Nº 99 en El Espinar en Segovia y en Toledo respectivamente. El padre Miguel Aparici, entonces Asesor Nacional de la JACE, hombre de espíritu rudo, de una pasión incontenida, cuyas ideas tenían como un rumor de cataratas en el fondo, y que había conocido los Cursillos en Mallorca al participar en 1951 en una Asamblea Diocesana de la JACE, pareciéndole extraordinarios, decidió no descansar hasta conseguir que se dieran en el corazón mismo de España, en su capital, en Madrid.
En Madrid sin embargo había oposición a los Cursillos. Se creía en el Consejo Nacional de la JACE que se trataba de un fenómeno emocional, transitorio y provinciano. El padre Aparici decide entonces actuar con «estrategia». A fin de no comprometer al Consejo hace que el Cursillo Nº97 de Segovia lo organice el Consejo Diocesano de Madrid, aprovechando la circunstancia de que el Asesor Diocesano era un sacerdote mallorquín, el padre Garau. Asimismo, envía a vivir el Cursillo al Vice Asesor Nacional de la JACE, el padre Manuel Anconada, junto a varios dirigentes laicos que trabajaban con él en el Consejo Nacional.
El Cursillo Nº 97 de Segovia produjo el «terremoto» esperado y sus resultados entusiasmaron de tal modo a los miembros del Consejo Nacional, que con ello cayeron todas las resistencias, comprometiéndose el propio Consejo Nacional en la organización para el mes siguiente, mayo, del Cursillo Nº 99 en Toledo, en el cual actuaría como Director Espiritual el padre Juan Capó, y participaría, viviendo la experiencia, el propio padre Aparici, el cual, al término del Cursillo le escribiría a Mons. Hervás, Obispo de Mallorca:
«Creo que el Señor nos ha deparado un instrumento magnífico a toda la juventud de Acción católica y aún a la juventud española. Sinceramente confieso que el Cursillo de Cristiandad perfecciona notablemente todos los anteriores».
«Me alegro extraordinariamente de haber vivido este Cursillo, no sólo porque hay cosas que sólo viviéndolas pueden conocerse, sino porque así podré defenderlo de los ataques de que les hacen objeto algunos que no fueron con el deseo de encontrar la verdad». (Eduardo Bonnin.- «El Cómo y el Porqué».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 33).
Tanto los dos Cursillos dados en Valencia como el de Segovia y el de Toledo, como asimismo el Nº1 de Tarragona, celebrado en el mes de abril de 1954, habían corrido a cargo de los dirigentes de Mallorca. A partir de este momento será el propio Consejo Superior de la JACE, el cual empezó a promoverlos y organizarlos en las distintas diócesis de España. Las dificultades habían sido vencidas y los Cursillos eran oficialmente reconocidos y admitidos.
La realización de Cursillos para adultos había dejado como lección el que ellos no podían «enfeudarse», no podían encerrarse en pequeños grupos o sectores, ni siquiera para su organización. Se había comprobado que su cometido desbordaba las atribuciones y las fuerzas del Consejo Diocesano de la JACE, y se veía clara la necesidad de facilitarles pistas mas anchas de despegue y perspectivas de trabajo mas amplias. Todo esto llevó a que en diciembre de 1954 se nombrara y se constituyera en Mallorca, a instancias del padre Gayá y con el apoyo del padre Capó, el Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad, desligado del consejo de la JACE., integrándose esta nueva estructura con Mons. Pedro Rabassa como Delegado Episcopal, el padre Juan Capó como Asesor Diocesano, Pedro Sala como Presidente Diocesano, Eduardo Bonnin como Vocal de Juventud y Gabriel Estelrich como Vocal de Adulto.
A pesar de todos estos avances y de la fuerza con que los Cursillos se extendían, no todo era «miel sobre hojuelas». Las críticas eran duras y provenían muchas veces de sectores prestigiados, poderosos y con enorme fuerza.
Sin embargo Cursillos tenía en el Obispo de Mallorca, Mons. Hervás, un fiel y decidido defensor, tan comprometido que, con toda justicia sería llamado mas adelante «Padre y Obispo de los Cursillos de Cristiandad». Y contra él cayeron también las críticas y los ataques.
Y se fueron juntando las olas, y se fueron resintiendo las posturas indolentes, y los viejos prejuicios y la polvareda que suscitaban los Cursillos fueron en aumento, y el temporal en definitiva terminó por llevarse a Mons. Hervás. En marzo de 1955 era trasladado a la Prelatura de Ciudad Real, como Prior de las Ordenes Militares, situación que si bien pudo ser dolorosa a primera vista, resultaría a la larga providencial, como lo veremos enseguida.
En su reemplazo fue designado como Obispo de Mallorca Mons. Enciso Viana. Hombre de un temperamento especial, lejano y desconfiado, estaba entre aquellos pastores para los cuales los Cursillos representaban un peligro para las estructuras eclesiales.
Con el cambio sucedió lo de siempre. Le visitaron personas para saludarlo, personas para congraciarse con él y personas para «informarlo», y entre estas últimas, tema obligado fue muchas veces el de los Cursillos de Cristiandad, tema obligado por cuanto los Cursillos estaban en ese entonces en el punto más culminante de su «escándalo evangélico».
Y si bien Mons. Enciso oyó maravillas del Movimiento, escuchó también muchas críticas, algunas severas, otras exageradas, las mas, inexactas, casi todas en todo caso de personas no cursillistas. Lo anterior, sumado al hecho de que los sacerdotes ya mayores, que eran bastantes, veían temerosos los efectos de los Cursillos y sumado por otra parte a la excesiva juventud y por lo tanto inexperiencia de algunos cursillistas, fue conduciendo la situación a condiciones insostenibles.
El nuevo Pastor miraba a los Cursillos con desconfianza y displicencia por lo que vanos fueron los esfuerzos y las luchas tanto del padre Capó como de Eduardo Bonnin por hacerlo entender y comprender. No había caso, se trataba de una mentalidad diferente.
Para la Asamblea Nacional de la JACE de 1955 el padre Capó presenta «con cuidado y con desgarro» (Juan Capó.- «Pequeñas historias de la historia de los Cursillos de Cristiandad».- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Pablo Apóstol.- Pag. 74) , una defensa de los Cursillos, apoyado en muchas docenas de autoridades, con 156 citas a pie de página de decenas de autores. El Obispo Enciso lee previamente esta defensa y la autoriza con la cual se publica, se imprime en enero de 1956 y se envía a todas las diócesis de España.
Sin embargo, a pesar de lo anterior en abril de 1956 es removido del Consejo Diocesano de la JACE al padre Capó, siendo sustituido por el padre Miguel Amer. Renuncian a raíz de lo anterior todos los componentes del Consejo, y con ello el padre Amer, siendo éste último reemplazado por el padre José Elterich, el cual intentará reorganizar los cuadros de la juventud muy resentidos por los acontecimientos.
Los Cursillos entretanto continuaban dándose ya que ni había sido disuelto el Secretariado, ni había sido removido el padre Capó como Asesor Diocesano del Movimiento.
El 25 de agosto de 1956, Monseñor Enciso publica su «Carta Pastoral sobre los Cursillos de Cristiandad», documento escrito con una indiscutible buena voluntad y con un marcado celo apostólico y episcopal, pero al mismo tiempo con una falta de antecedentes, una inoportunidad y una inconsistencia desconcertantes. En él, el Obispo decreta una «suspensión provisional» de los Cursillos en Mallorca, acepta la renuncia del Secretariado Diocesano y se compromete a reorganizarlo sobre nuevas bases.
Para escribir su pastoral el Obispo jamás consultó o escuchó a ninguno de los dirigentes seglares ni sacerdotes que trabajaban en el Movimiento. Planteó acusaciones pero nunca pidió defensas. El propio clero diocesano, incluidos aquellos que habían aportado acusaciones, quedó sorprendido con su dictación y con la poca seriedad y fundamentación en que se sostenían muchas de las acusaciones que en ella se hacían. Pero tal vez lo mas curioso y desconcertante de todo fue el hecho de que no dió instrucciones de corregir nada, ni señaló orientaciones ni nuevos contenidos, y como si ello fuera poco para entender la inconsistencia de la medida, cuando mas tarde volvió a autorizar los Cursillos, les entregó al grupo encargado los mismos documentos de trabajo que le había facilitado Mons. Hervas (200 folios a máquina a un espacio), sin ninguna corrección ni modificación.
Disuelto el Secretariado y paralizadas las actividades del Movimiento, confirmándose una vez mas el carácter eminentemente jerárquico de los Cursillos, se entra en Mallorca en una etapa de silencio, de un silencio que gritará de puro dolorido.
Poco mas adelante, en 1957, terminada una etapa dolorosa y fecunda, agotadora y creadora, el padre Juan Capó, quién, con una calidad sacerdotal excepcional llevaba mas de un año de un «silencio obediente», como lo reconocería públicamente Mons. Enciso, postula y gana la cátedra de Teología Dogmática en el Seminario diocesano de Córdoba, trasladándose a esa diócesis en donde también jugará un importante y trascendental papel en la vida del Movimiento de Cursillos.
Si bien es cierto que la Pastoral de Mons. Enciso sacó a la luz muchos de los defectos de los Cursillos, y otros que a todas luces no eran de los Cursillos; si bien es cierto que ella sirvió de base para muchas críticas negativas; si bien es cierto que ella puso a los Cursillos sobre el tapete; si bien es cierto que provocó una crisis horriblemente peligrosa en sus dirigentes; si bien es cierto que puso en peligro la propia existencia y pervivencia del Movimiento; no es menos cierto que con ella se cumplió plenamente aquello de que «no hay mal que por bien no venga» y aquello de que «Dios escribe derecho con líneas torcidas».
En efecto, aunque parezca un contrasentido se puede afirmar fundadamente que la actitud de Mons. Enciso y en particular su Pastoral fueron «providenciales», ya que será precisamente a raíz de ella que, desde Ciudad Real, Mons. Juan Hervás reaccionará, publicando su propia pastoral: «Los Cursillos de Cristiandad, instrumentos de renovación cristiana», en la cual , con una certeza y una profundidad valórica extraordinaria sentará los principios fundamentales en que se basará definitivamente toda lo obra de los Cursillos de Cristiandad.
«Una pastoral oportuna, documentada y orientadora. Una pastoral que salvó al Movimiento. Una pastoral que puso en manos de los seglares, de los sacerdotes y de los obispos armas excelentes para defenderlos y para propagarlos por todo el mundo. Una pastoral que hizo pensar hasta el mismo Monseñor Enciso y lo llevó a descubrir la eficacia del «novísimo método» de apostolado, hasta tal punto, que en la Clausura del Cursillo Nº 200 de Mallorca confesaría públicamente que «él besaría respetuoso las huellas de sus cursillistas». (Cesáreo Gil Atrio.- «No hay mal que por bien no venga».- Revista TRIPODE.- Nº21.- Octubre 1965.- Secretariado Nacional de Venezuela.-).
El 15 de mayo de 1955 se había producido el traslado efectivo de Mons. Hervás desde Mallorca a Ciudad Real, y con ese cambio, el eje del Movimiento de Cursillos de Cristiandad pasó también a la capital de La Mancha. Y a «ese lugar de La Mancha de cuyo nombre todos queremos acordarnos» se trasladaron con él algunos de los sacerdotes pioneros en esa instrumento providencial que eran y son los Cursillos, entre ellos el padre Francisco Suarez y el padre Jaime Daviú, junto a los cuales estructuró un sólido equipo de trabajo y una Escuela de Dirigentes que se transformarían con el correr del tiempo en la cabeza visible de un verdadero «pulpo» que extendería sus tentáculos por el resto de España y por el mundo entero, y que, como Quijotes de verdad, «desfacerían entuertos» y «romperían todos los molinos de viento » que fuera necesario.
Tres años mas tarde, a partir del 2 de Mayo de 1958, en la Casa de ejercicios de Selva del Campo, en la diócesis de Tarragona, se daría el 1er Cursillo de Mujeres de España, el que estaría a cargo de Maite Agusti de Humet, quien sería la 1ª Mujer Rectora de Cursillos en el mundo.
Si bien es cierto que los Cursillos de Mujeres se iniciaron en Colombia a iniciativa del Padre RAFAEL SARMIENTO PERALTA – quién sería posteriormente Obispo de Pamplona – el cual los había conocido y vivido en Mallorca en un viaje realizado a España ,como delegado de la Acción Católica, buscando nuevas alternativas de evangelización, realizandose el Cursillo Nº 1, con 15 jóvenes líderes, en la Hacienda Las Mercedes de Zipaquirá, entre el 27 y el 30 de Junio de 1953, en estos primeros Cursillos de Mujeres, el Padre Sarmiento hizo de Director Espitirual y de Rector.
5.- LOS CURSILLOS SE PROPAGAN
5.- LOS CURSILLOS SE PROPAGAN.-
En 1949 se había encendido una luz en Mallorca, y al igual como sucede en la ceremonia del Sábado Santo, previa a la Pascua de Resurrección, cuando, encendido el Cirio Pascual los que están en las primeras filas prenden de él sus velas, y de estos se va transmitiendo el fuego hacia los que están mas atrás, hasta encender todo el templo, el fuego y la luz de los Cursillos de Cristiandad empezaba a irradiarse y a prender en España y el mundo de manera irreversible, hasta conseguir que en nuestros días sean, como lo señalara tan acertada y brillantemente el Papa Paulo VIº, en la ya mítica Primera Ultreya Mundial en Roma: «la palabra acrisolada por la experiencia, acreditada en sus frutos, que hoy recorre con carta de ciudadanía los caminos del mundo».
Señalábamos al comenzar que pretender escribir la «Historia de los Cursillos de Cristiandad», además de ser una osadía, implicaba el riesgo de dejar fuera de ella a personas, hechos y cosas importantes, y que por lo tanto mas que agotar una recopilación de datos, recogeríamos algunos acontecimientos, los cuales, ya sea por su propia trascendencia, ya por ser importantes hitos en una historia que se está haciendo, pudieran ser de interés para generaciones futuras.
El Padre RAFAEL SARMIENTO PERALTA (posteriormente Obispo de Pamplona), como delegado de la Acción Católica, decidió hacer el Cursillo en Mallorca por las maravillas que hablaban y ésta vivencia lo conmovió y transformó profundamente y decidió traer los CURSILLOS a Colombia, convirtiéndose en núcleos transformadores y multiplicadores. Se expandió la buena semilla de Cristo en todo el país por 8 años. En 1962 se organizó en Movimiento con toda la técnica y espíritu de los iniciadores.
COLOMBIA.- En América esta va a ser la primera nación que va a conocer los Cursillos de Cristiandad. Como ya lo hemos señalado, en febrero del año 1953, el padre Rafael Sarmiento, posteriormente Obispo de Pamplona en ese país, había viajado a Mallorca en su calidad de Delegado Episcopal de la Acción católica colombiana y había participado en el Cursillo Nº 71.
Al volver a Colombia, realmente entusiasmado con el descubrimiento de este instrumento de apostolado, decide lanzarse, por su cuenta y riesgo a la aventura de los Cursillos. Lo único con que contaba para ello era audacia, buena intención y la poca o nada experiencia de haber vivido su propio Cursillo en Mallorca. No contaba con esquemas, ni literatura, ni técnica, ni directrices fijas, ni mucho menos con dirigentes seglares que colaboraran con él.
Pero no le importó, y con la colaboración de lo padres Manuel Segura C.M. y Enrique Acosta emprendió su aventura dando los primeros Cursillos sólo, sin Equipo de Dirigentes laicos, ni mucho menos Rector seglar. Todo estaba en sus manos, y como era el único que «sabía», se permitió algunas licencias, las que, miradas en la perspectiva del tiempo, permiten aquilatar mejor aún lo que es la Gracia del Señor.
En efecto, y como ya lo adelantamos al relatar su paso por Mallorca, además de reducir los contenidos de los rollos a una mera introducción, para dar luego lugar a discusiones abiertas en mesas redondas; de reducir la cantidad de los rollos a cuatro por día; de dar al Cursillos un cierto ambiente de «picnic» o paseo campestre; y de agregar a los esquemas de los rollos ideas y elementos de «su propia cosecha»; el padre Sarmiento, en su calidad de Delegado Episcopal para la Acción Católica, no pudo abstraerse de hipotecar en cierto sentido los Cursillos a favor de «su» Acción Católica, conservando de hecho el primitivo rollo español de «Acción Católica», que en Mallorca había sido sustituido a partir del Cursillo Nº2 y concluyendo todos los demás rollos con motivaciones e invitaciones para ingresar a la misma.
Como se trataba de una experiencia nueva en América Latina, que era necesario «probar» previamente, decidió dar los dos primeros Cursillos para «mujeres jóvenes», celebrandose el 1er Cursillo con 15 jóvenes mujeres líderes, en la Hacienda Las Mercedes de Zipaquirá, entre el 27 y el 30 de Junio de 1953. En España el Cursillo aún estaba vedado para mujeres, lo cual constituía a estas experiencias en otra «santa herejía». Y como había que hablarle a mujeres y mujeres jóvenes, «nada más lógico» que adaptar el léxico, las meditaciones y los esquemas de los rollos a la sicología femenina juvenil. Además, por estas mismas circunstancias, los Cursillos en Colombia dejarían de ser «tan Cristocéntricos», para asumir un carácter más Mariano. En efecto, tanto en las Meditaciones como en los Rollos empieza a aparecer con bastante frecuencia la figura de María; en el Rollo Gracia concretamente, después de presentar a Cristo como autor de ésta, se hará aparecer y se resaltará el rol de María como cooperadora y medianera de todas las Gracias. Asimismo en el último día se dará un rollo completo destinado a María, insistiendo en sus aspectos de llena de Gracia, de cooperadora en el plan de redención, de entrega a la voluntad de Dios, etc.
Probado el experimento» con las mujeres, siguió el padre Sarmiento con los hombres, y a pesar de la poca ortodoxia del método aplicado, los resultados que se fueron obteniendo con quienes los vivían eran excelentes. Estos resultados fueron a su vez provocando la pedida de Cursillos desde otras diócesis del país, tarea que el padre Sarmiento asumió con una tremenda entrega y sacrificio, dándose bajo su dirección e impulso cientos de Cursillos en casi todas las diócesis.
«Probado el experimento» con las mujeres, siguió el padre Sarmiento con los varones, dándo en octubre del mismo año, el 1er Cursillo de Hombres de Colombia, al cual asistiría entre los participantes, un joven estudiante de psicología, de 18 años, Alfonso Lopez Trujillo, quien, como él mismo lo manifestara en mas de un oportunidad, tuvo la oportunidad en el Cursillo de discernir su vocación religiosa, ingresando poco después, en 1954, al Seminario de Bogotá, y ordenándose sacerdote el 13 de noviembre de 1960.
Una vez ordenado Lopez Trujillo, viajó a Roma, donde en la Universidad Pontificia Santo Tomas de Aquino (Angelicum) cursaría estudios de filosofía, hasta obtener el Doctorado con una tesis titulada, «La concepción del hombre en Marx, el humanismo marxista», cursando simultáneamente dos años de Teología espiritual en el Instituto Internacional Carmelitano.
De regreso a Bogotá, será profesor de la Universidad Nacional, en el Instituto de Desarrollo Social -IDES- y de la Universidad Pedagogía. Fue asimismo Capellán del Colegio Helvecia (1961-1971), Párroco de La Epifanía (1968-1971), coordinador de los trabajos de preparación para el XXXIX Congreso Eucarístico Internacional (Bogotá, agosto de 1968) y Vicario General de Pastoral Arquidiocesana de Bogotá (1969-1973).
El 25 de febrero de 1971 sería nombrado obispo titular de Boseta, y obispo Auxiliar de Bogotá, siendo consagrado el 25 de marzo del mismo año.
En 1972, Mons. López Trujillo sería elegido Secretario General del Consejo General del Episcopado Latinoamericano (CELAM), cargo que desempeñó hasta 1984. Desde este cargo se debió enfrentar constantemente a sacerdotes y laicos partidarios de la Teología de la Liberación.
El 22 de mayo de 1978 el Papa Pâulo VIº lo nombró Arzobispo Coadjutor de Medelliín, con derecho a sucesión, asumiendo el cargo el 8 de julio del mismo año. En 1979 el Arzobispo de Medellín Mons. Botero Salazar renunció por límite de edad, y una vez el papa Juan Pablo II aceptó su renuncia, López Trujillo pasaría el 2 de junio de 1979 a desempeñarse como Arzobispo titular de la Arquidiócesis de Medellín,
El 2 de febrero de 1983 fue nombrado, en el segundo consistorio convocado por el Papa Juan Pablo IIº, Cardenal Presbítero convirtiéndose en aquellos momentos en el purpurado más joven de la Iglesia católica,
Gobernó la arquidiócesis de Medellín hasta el 9 de Enero de 1991, año en que pasó a ser Arzobispo emérito de Medellín. El 17 de Noviembre de 2001 sería investido como Cardenal de Frascati.
En 1990 sería nombrado Presidente del Pontificio Consejo para la Familia cargo que ocupo hasta su muerte en Roma, en Abril de 2008 y desde el cual, a partir de 1994, fue el gran promotor y responsable de la organización de los Encuentros Mundiales de las Familias, que se celebraran en Roma 1994; Rio de Janeiro 1997; Roma 2000 en el marco del Jubileo de las Familias; Manila 2003, y Valencia en 2006. El siguiente, el primero que se celebraría sin el purpurado, tendría lugar el mes de enero de 2009 en la ciudad de México.
Fue uno de los cardenales considerados «papables» en el Conclave del 2005, que eligió a Benedicto XVI
Murió a los 72 años de edad el 19 de Abril de 2008, en la Clínica Pio XI de la capital italiana, donde se encontraba hospitalizado, debido a una insuficiencia respiratoria, agravada por sus problemas de diabetes.
Y de esta manera, aunque sin una organización adecuada que encauzara la unidad y la autenticidad del Movimiento, los Cursillos empezaron a propagarse por toda Colombia. Y sus frutos empezaron a entusiasmar no sólo a los obispos de las diócesis que los iban conociendo, sino que incluso al propio Cardenal Primado de Colombia, Mons. Luque, los cuales los aprobaron, los bendijeron y les dieron todo su apoyo.
Es esta forma, con estos frutos y con las variantes que hemos señalado se siguieron dando los Cursillos en Colombia hasta 1961, año en que el padre Manuel Segura, que había sido de los primeros colaboradores del padre Sarmiento y que a esa fecha ejercía su sacerdocio en Medellín, consciente de que los Cursillos tenían profundas diferencias con sus originales que se daban en España, y de que por otra parte, en la propia España habían evolucionado bastante; y temeroso de que los Cursillos de Colombia. por no haberse desarrollado al ritmo de los del resto del mundo, perdieran vitalidad, se pondrá en contacto con el padre Juan Capó, a la sazón alma y motor de los Cursillos en Córdoba, España, para que con un Equipo cordobés viaje a encauzar el Movimiento a su patria.
El padre Capó accediendo a la invitación viaja con un completo y experto Equipo, y en poco mas de un mes dan Cursillos, organizan Ultreyas, motivan Reuniones de Grupo, conquistan y preparan dirigentes laicos y deshacen prejuicios, marcando la auténtica impronta del Movimiento a los Cursillos de Medellín.
La tarea del padre Segura y sus nuevos dirigentes era ahora la de transmitir al resto de las diócesis de Colombia esta auténtica impronta. Convencidos de que estaban ya en posesión de la auténtico, no cedieron en nada, y poco a poco, comenzando por la reorganización del Movimiento en su propia diócesis, empezaron a avanzar: Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Santa Marta, Cúcuta, etc., fueron viendo con ilusión como el Movimiento de Cursillos se remozaba.
A principios de 1962, el padre Gerardo Sotelo, capuchino, que trabajaba en Cursillos en Bogotá, viaja con un grupo de capitalinos a vivir estos «nuevos» Cursillos a Medellín. Descubre un nuevo horizonte apostólico y decide preparar el Primer Cursillo «auténtico» de Bogotá. Este se da entre el 19 y el 22 de marzo de 1962 por un Equipo que se trae completo desde Medellín. En junio del mismo año un Equipo de Madrid, España daría el segundo en la misma línea, comenzando de esta forma la renovación en la capital del país.
En enero de 1964 llegaría a Bogotá el padre José María Pujadas, un catalán con gran experiencia y competencia en la teoría y en la práctica de los Cursillos, el cual junto al padre Enrique Acosta y con rectores de Medellín y Barranquilla darían siete Cursillos mas, consolidándose de esta manera la línea auténtica del Movimiento, recortando desviaciones y encauzando rectamente su desarrollo.
Y como broche de oro, entre el 5 y el 8 de diciembre de 1964, bajo la guía del padre Manuel Segura se organizará en Medellín la 1ª Convivencia Nacional de Cursillistas, la cual reunirá cerca de mil dirigentes, sacerdotes y laicos, provenientes de casi todas las diócesis colombianas, en la que se confirmará y se afirmará todo lo auténtico de los Cursillos. (Mons. Sebastián Gayá.- Boletín Cursillos de Cristiandad del Secretariado Nacional de España.- Nº237.- Pag.16)
Si bien es cierto que en Colombia los Cursillos no nacieron «auténticos», como lo reconocería el propio Mons. Sarmiento, al padre Juan Capó en el Primer Encuentro Latinoamericano del Movimiento, celebrado en Bogotá en 1968, como lo cuenta él mismo: «Nos reíamos Mons. Sarmiento y yo de la audacia que suponía llamar Cursillos de Cristiandad a lo que él hizo, y nos asombrábamos de como se valió el Señor para introducirlos, en arriesgada maniobra en Colombia, y desde Colombia a otros países» (Juan Capó.- «Los Cursillos de Cristiandad, la verdad sobre su origen histórico». – Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 25), no es menos cierto que Mons. Sarmiento se ha ganado uno de los primeros puestos en la historia de los Cursillos, por haber sido el primero en «importarlos» al continente y el primero en realizar la «experiencia» de los Cursillos de Mujeres en el mundo.
Los Cursillos no nacieron auténticos en Colombia, es verdad, pero hoy son auténticos, con una autenticidad que asombra a cuantos los conocen de cerca.
BOLIVIA.- Este país seguirá a Colombia al ver nacer los Cursillos de Cristiandad en 1957.
En 1954 había viajado a Madrid a completar sus estudios de derecho dos jóvenes universitarios bolivianos. El primero de ellos, Alfonso Prudencio, hombre de gran simpatía,
bueno para los chistes, y de una ironía «prudentemente» administrada, todo lo cual le había permitido adquirir un cierto renombre entre la juventud universitaria de la capital española, hombre que si bien rezaba de vez en cuando, creía mas en la política que en Dios. El otro, Jorge del Villar, el «Indio» del Villar, hombre de personalidad arrolladora e imponente, de una inteligencia preclara, y de una simpatía y llegada a los demás difíciles de igualar, hombre muy alejado de la oración, y el cual creía mas en Marx que en Cristo.
Dadas sus marcada características de líderes, pronto estuvieron «en la mira» de los Cursillos, y primero Prudencio y luego Del Villar fueron invitados, saliendo de ellos realmente transformados en cristianos comprometidos, asumiendo de inmediato tareas en el Movimiento, y llegando, a muy poco andar, ambos a ser Rectores, e incluso el «Indio» del Villar a ser Encargado Nacional de Cursillos en el Consejo Superior de la JACE.
A fines de 1956 ambos jóvenes vuelven a su patria, y en muy pocos meses provocan con gran habilidad y enorme celo un interés y un «hambre» por el Movimiento en los jóvenes y las jóvenes de La Paz, lo cual provocará que se den en esa capital los primeros Cursillos de hombres y de mujeres a principios de 1957, consiguiendo para ello la colaboración de Mons. Armando Gutiérrez, Obispo auxiliar de La Paz, quien actuaría como Director Espiritual.
Al poco tiempo los Cursillos se extendieron a Cochabamba, Sucre, Santa Cruz, Oruro, etc.
Al no contar con sacerdotes «especialistas», esto es, que hubieran vivido el Cursillo, los rollos eran dados casi exclusivamente por los laicos, y los sacerdotes que se lograba enganchar asistían para celebrar la eucaristía y para confesar. En la práctica, durante un buen tiempo Prudencio sería «el» Rector y Del Villar haría de «Director Espiritual», dándose todos los Rollos Místicos y Meditaciones. Como anécdota para la historia se puede señalar que hasta 1961 el Rollo Sacramentos sería dado en Bolivia siempre por laicos.
Si bien en La Paz, por falta tal vez de un mayor apoyo sacerdotal los Cursillos tuvieron a partir de 1958 un «bajón», el Movimiento cobró pujante fuerza en Cochabamba y Oruro. En este último lugar concretamente, y gracias a la participación del padre Gaudet, Vicario Provincial de los Oblatos en Bolivia, comenzarán a darse los Cursillos para adultos, con lo cual el Movimiento irá logrando su consolidación, obteniendo en un corto tiempo la aprobación y bendición del episcopado boliviano.
ESTADOS UNIDOS.- Textualmente hablando, los Cursillos van a llegar a este país «volando», por el aire en 1957. En efecto, con el objeto de realizar un curso de entrenamiento con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, llegaron a principios de 1957 a Waco, Texas, dos pilotos españoles: Bernardo Badell y Agustín Palomino.
Ambos habían vivido la experiencia del Cursillo en su país, y decidieron, como una tarea de su apostolado, la de tratar de introducir el Movimiento en el país del Norte. La providencia los puso en contacto con el sacerdote español Gabriel Fernández, quién a su vez había llegado en 1955, procedente también de España, donde había hecho su Cursillo con Juan Capó y Eduardo Bonnin.
Reunidos los tres se preparan, y a fines de mayo de 1957 dan en Waco, Texas, el que sería el Primer Cursillo de Cristiandad de los Estados Unidos. A los pocos meses dan el segundo y fundan la primera Escuela de Dirigentes.
Poco más adelante, ese mismo año Vadell y Palominos son trasladados a seguir su curso de aeronáutica a Mission, Texas, lugar en el que, antes de terminar el año dan el primer Cursillo en esa diócesis. Al año siguiente un nuevo traslado, el curso de aeronáutica sigue en Laredo, Texas, y por supuesto a poco andar, los Cursillos nacen en Laredo.
En 1959 los Cursillos ya se han propagado por varias diócesis del estado de Texas, e incluso han pasado a algunas del estado de Arizona.
En 1960 se extenderán rápidamente por el sudoeste del país, y se darán por primera vez en el este, en Nueva York y en Lorain, Ohio.
Hasta 1961 los Cursillos se darán todos en idioma español. Será a partir de este año cuando comenzarán a darse en inglés: el primero en San Angelo, Texas; luego San Francisco; Gary, Indiana; Lasing, Michigan; y Gallup, Nuevo Méjico.
Por el este se extenderán con gran fuerza a partir de 1962, comenzando en Cincinatti, Brooklyn, Miami, Chicago, Detroit, Baltimore, Boston, etc. Asimismo, durante este año se extenderán también hacia el oeste: Monterrey, Sacramento, Yakima, etc.
PERU.- A este país los Cursillos de Cristiandad llegarán en 1958. Será el padre Bernardo Martorell, un mallorquín que los había conocido y vivido en su diócesis de origen, el cual, junto con el hermano de La Salle Norberto Niubó, darán el primer Cursillo peruano en la diócesis de Arequipa.
Con posterioridad, y con la colaboración de los padres José Royo y Julián Alonso, ambos Operarios Diocesanos, organizarán el poscursillo, y bajo la dirección del padre José María Cuadrado crearán la primera Escuela de Dirigentes.
En 1959, el propio padre Martorell, con la colaboración del padre Cuadrado, darán, con un Equipo de Dirigentes laicos de Arequipa, el primer Cursillos de la capital, Lima.
MEXICO.- En mayo de 1957 viaja a España el párroco de la Iglesia de Fátima de Ciudad de Méjico, padre Pedro Hernández Durán, y encontrándose en ese país es invitado por el padre Vicente Lores, Director General de la Hermandad de Operarios para participar en el Cursillo Nº 37 de Ciudad Real, entre el 3 y el 7 de Agosto.
De regreso, en Septiembre de ese año, al padre Hernández se impone a sí mismo la tarea de implantar en su país los Cursillos de Cristiandad, tarea para la cual se había preocupado de traer desde España copias de los Esquemas de los rollos, de la Guía del Rector, de la Guía del Director Espiritual y en fin de todo aquel material que consideró necesario para partir con esta obra, con la mayor fidelidad posible al espíritu y a las normas trazadas por los fundadores.
Habiéndole quedado muy claro el carácter eminentemente jerárquico de los Cursillos, decide que el primer paso que debe darse para comenzar debe ser el de la aprobación por parte de la Jerarquía del proyecto, motivo por el cual solicita y obtiene una audiencia con el Arzobispo Primado de Méjico, Mons. Miguel Darío Miranda, el cual, luego de conocer lo que se pretende, no sólo lo va a autorizar, sino que además lo bendecirá particularmente y le ofrecerá su apoyo.
A falta de Dirigentes laicos, el padre Hernández solicita la colaboración de los Hermanos Maristas para organizar el primer Cursillo de hombres, y de las religiosas de los Colegios Florida, Regina y Pasteur para la preparación del primer Cursillo de mujeres.
Luego de una minuciosa tarea de preparación que abarcará casi un año, tarea que en concepto del padre Hernández era fundamental si se quería iniciar algo con garantías de éxito, se dá, entre los días 12 y 15 de Noviembre de 1958, en el Instituto Queretaro de los Hermanos Maristas, el Primer Cursillo de Hombres. El Equipo estará integrado por el propio padre Hernández como Director Espiritual, el hermano Basilio Rueda, quién mas tarde llegaría a ser Superior General de los Hermanos Maristas, como Rector, y los hermanos Arturo Chavez, Alberto Godinez, Heraclio Jiménez y Federico Pardo como dirigentes.
El éxito de este Cursillo, no obstante las deficiencias propias de cualquier actividad que recién comienza a experimentarse, hizo que empezara a prepararse de inmediato y con gran entusiasmo un Primer Cursillo de Mujeres, el que se daría en febrero de 1959, actuando como Director Espiritual el padre Vicente Lores.
En abril de 1959 se iniciarán las Ultreya semanales en la Parroquia de Fátima y el 7 de Abril de ese mismo año comenzará a funcionar la Escuela de Dirigentes.
En los Cursillos de México se van a dar algunas características especiales, las que es interesante destacar como una demostración mas de que cuando el Señor quiere algo, se vale de los medios, recursos y caminos mas variados.
En efecto, una de estas características será la rapidez con que se propagarán a lo largo y ancho de todo el país los Cursillos, y otra, el hecho de que en varias diócesis los Cursillos nacieron sin tenerse conocimiento de que ya se estaban dando en otras diócesis, incluso a veces vecinas. Así por ejemplo, el mismo año 1958, en la última semana del mes de diciembre se daba el primer Cursillo de la diócesis de Saltillo, por un Equipo integrado por dirigentes de la diócesis de Mission, Texas, Estados Unidos y de la propia diócesis de Saltillo que habían vivido su Cursillo un mes antes en Mission.
El mismo año 1958 van a nacer los Cursillos en la diócesis de León. El padre Timoteo Ríos, que había viajado a Europa el año anterior, había tenido la oportunidad de participar en un Cursillo en Segovia, España. De vuelta a su país, con un tremendo entusiasmo, y desconociendo absolutamente las iniciativas que ya empezaban a desarrollarse en otras diócesis, prepara un Equipo de Dirigentes laicos, entre los cuales va a sobresalir la figura de Salvador González Aldana, y con este Equipo dará siete Cursillos, en todos los cuales él será el Director Espiritual y Salvador González será el Rector.
En el año 1959, los Cursillos comenzarán a darse en las diócesis de Morelia, con Equipo de Saltillo; Queretaro, con Equipo de Ciudad de Méjico; San Luis de Potosí, con Equipo de Morelia; Tampico, con un Equipo que vendría de Laredo, Texas, Estados Unidos.
En 1960 nacerán en Puebla, siendo aquí su principal impulsor el padre Angel Rey, quién los había conocido en España en 1957, y desde entonces se había impuesto implantarlos en su diócesis. En Puebla desconociéndose que ya los Cursillos se estaban dando un muchas otras diócesis, el padre Rey, luego de conseguirse con algunos amigos y contactos en España la escasa literatura que existía al respecto por aquel entonces, y de obtener algún material y copias mimeografiadas de los esquemas, va a preparar a un grupo de profesoras, que serían sus primeras dirigentes, haciéndolas conocer los objetivos del Cursillo y estudiar los esquemas de los rollos, con las cuales dará, entre el 6 y el 9 de enero el Primer Cursillo de Mujeres. Dos meses mas tarde, entre el 18 y el 21 de Marzo, y trayendo para ello un Equipo de la diócesis de Teziutlan, se dará el Primer Cursillo de Hombres de Puebla.
En el mismo año 1960, comenzarán en las diócesis de Xalapa, San Andrés y Torreón, para producirse el «boom» definitivo en cuanto a la propagación de los Cursillos en Méjico en el año 1961.
México es tal vez el país en que a ritmo mas acelerado se organizó y se extendió el movimiento de Cursillos de Cristiandad en el continente americano. Será también, como se detallará mas adelante el primer país del mundo en constituir un Secretariado Nacional.
Importantísimo papel jugará en este desarrollo y consolidación de los Cursillos en Méjico el fuerte apoyo que estos recibieran desde España, país desde el cual viajaron en varias oportunidades a darles un respaldo el padre Juan Capó, el padre Fernando Juárez, el padre Jaime David, Juan Caro y Eduardo Bonnin, por dar algunos nombres.
ARGENTINA.- A fines de 1958 un grupo de argentinos que había tenido la oportunidad de vivir en España la experiencia de los Cursillos, y de conocer y estudiar de cerca al Movimiento, y entre los cuales estaban Juan Vázquez, Hector Pérez, Eduardo Madero y José Garralda, deciden organizar el Primer Cursillo de Buenos Aires.
Sin embargo, no obstante el entusiasmo personal comprometido por cada uno, la circunstancia de que estos cursillos de Buenos Aires se dieran sin la metodología ni la mentalidad del movimiento, es decir sin ser realmente Cursillos, llevaría a que de ellos en la práctica no quedara nada. La llama no encendería y poco a poco este primer intento se iría muriendo, conociéndose hoy en día este período como la «epoca CERO» de los Cursillos en la Argentina.
En 1961 se producirá un segundo brote, esta vez en la diócesis de Tucumán. Aquí, un laico, Juan Salsenser, que se había trasladado a la zona por razones de trabajo y que había tenido la oportunidad de vivir la experiencia, había traído la idea y había comenzado a fomentar sus anhelos y su espíritu, en un grupo de dirigentes de Acción Católica, encontrando en ello un importante apoyo y respaldo en el padre Joaquín Cucala Voix, párroco en ese entonces de Montserrat, quién incluso viajaría a España, entre otras cosas, para conocer mas de cerca los Cursillos e informarse y documentarse al respecto. A este grupo se sumará ese año el Padre José Ricardo Arbó, originario de España, pero ordenado, en la Argentina, el cual había vivido su Cursillo en Gerona, España entre octubre y noviembre de 1958.
El Padre Arbó, reconocido por los argentinos como el fundador de los Cursillos de Cristiandad en ese país, recordando aquella época, relata en entrevista concedida con motivo de sus 40 años de sacerdocio, a la Revista «Cristo Hoy», en su edición correspondiente a la semana del 23 al 26 de septiembre de 1999 lo siguiente:
«Me puse a disposición del padre Cucala, en concreto pensando que quizá podria darle una mano. Pero pasaba el tiempo y no pasaba nada. Hasta que un día me fueron a buscar diciendome que por algún motivo el padre Cucala no podía seguir en la tarea.
Querían que fuera yo el que los iniciara y con el permiso del obispo, y el consentimiento, por supuesto, del Padre Cucala, tomamos la tarea de hacerlo. Y así preparamos intensamente, con mucho trabajo, con mucha constancia, el Primer Cursillo que dimos, el que concluyó el 9 de julio del año 1962».
En la preparación y realización de este Primer Cursillo de Tucumán jugarían tambien un importante papel los sacerdotes Delfino Sánchez y Vicente Zueco .
El Padre Arbó se transformará en el gran motor del Movimiento en Tucumán y su vigencia se mantiene hasta nuestros días, como se desprende también de sus palabras en la entrevista referida:
«Es una larga historia. Desde allí hasta acá pasó mucho. No siempre estuve en el Secretariado Diocesano, también estuve en el Secretariado Nacional. Estuve en varias cosas y siempre alternando actividades, pero, indudablemente, debo ser en Tucumán, y no sé si en toda la República, el sacerdote que ha asistido a más Cursillos. No es que ello sea un mérito por la cantidad, ni nada que se te parezca. Esto es una Gracia que hay que saber aprovechar, Gracia, instrumento que Dios brinda a través de aquellos que hicieron el Cursillo, Gracia para nuestro sacerdocio, para vivirlo intensamente, casi diría desaforadamente, por la exigencia de dirigentes y no dirigentes que reclaman un servicio cuidado. Es una gracia porque nos anima al estudio, a la reflexión y al equilibrio y sobre todo a mantener la fidelidad por encima de cualquier otra tentación de originalidades o de personalismos».
El 9 de Julio de 1964 por otra parte, llegará a Córdoba, proveniente de Caracas, donde había desempeñado una dilatada labor en Cursillos, el padre Carlos Zelarayan. Su viaje se había gestado a raíz de un viaje que con anterioridad había realizado a esa diócesis el padre Cesáreo Gil de Venezuela, el cual había convencido al Arzobispo de Córdoba de las bondades y conveniencias de los Cursillos. El Arzobispo, convencido por el padre Gil, había solicitado al Director General de los Operarios Diocesanos que le enviara un sacerdote «técnico» en Cursillos, recayendo la designación en el padre Zelarayan.
A las pocas semanas de llegar, el padre Zelarayan comienza la preparación del que sería el Primer Cursillos de Córdoba, para el cual invitó a participar como Rector al dirigente venezolano Alberto Silva Guillén, viejo amigo suyo y con quién había participado en muchos Cursillos en Caracas, completando el Equipo con dirigentes tucumanos. Este Cursillo se concreta entre el 14 y el 17 de Agosto de 1964, y sus resultados serán tan extraordinarios y efectivos que se programarán enseguida la realización de dos Cursillo mas de hombres y dos para mujeres. El Segundo Cursillo de hombres se daría sólo con dirigentes tucumanos, en tanto que para el Tercero el padre Zelayarán invitaría como Rector al venezolano Ernesto Faría Galán.
Por su parte, el Primer Cursillo de Mujeres de Córdoba se realizará entre el 30 de octubre y el 2 de Noviembre de 1964, actuando como Director Espiritual el padre Zelarayan, con la colaboración del padre Julián Alonso, y como Rectora la venezolana Gladys Baraja, quién viajaría desde Caracas acompañada de un Equipo integrado por Clemy de Aedo, Carmen de Borjas y Carminita de Faría.
Desde Tucumán y Córdoba comenzará a irradiarse y a propagarse el Movimiento de Cursillos por toda la República Argentina, renaciendo en Buenos Aires en marzo de 1966 y comenzando en Rosario en octubre de ese mismo año.
VENEZUELA.- La primera pista sobre los Cursillos en este país, aparece en el año 1956, con la llegada desde Mallorca (España), de unos emigrantes que habiendo vivido su experiencia de cursillos allá, intentaron generar una instancia a través acción Católica de Caracas, a la cual integrarse, sin lograr ningún resultado al respecto.
Un segundo intento lo encontramos en 1957, cuando organizados por la Acción Católica de Bogotá se darán dos Cursillos en Cúcuta, a los que asistirán laicos de la diócesis de San Cristóbal. A raíz de estos, la Acción Católica encomendará a su Asesor Nacional, Padre Francisco Solinas y a su Presidente, Oscar Linares, que estudien lo relativo a los Cursillos para decidir sobre su eventual implantación en Venezuela. Sin embargo, el informe que presentarían al respecto en Caracas sería desfavorable, descartándose por ello en esta oportunidad el inicio de los Cursillos de Cristiandad en Venezuela.
El 3 de Abril de 1959 llegaba a Caracas, a cumplir una misión encomendada por sus superiores el padre Cesáreo Gil Atrio. Nacido el 14 de Mayo de 1922 en Orense, España, recibe su formación sacerdotal en el Seminario de su ciudad natal y en la Universidad Pontificia de Salamanca, ingresando a la orden de los Operarios Diocesanos en 1942, ordenándose sacerdote el 1º de marzo de 1947 y graduándose en Teología en junio de ese mismo año.
Ya ordenado sacerdote trabajará en los Seminarios de Zaragoza y de Murcia durante seis años. En 1953 es designado Director Espiritual del noviciado de los Hermanos Maristas en la diócesis de Tuy Vigo, dedicándose además durante este período a dictar ejercicios espirituales y retiros.
A comienzos de 1955 participa en el Cuarto Cursillo de Cristiandad, organizado por la JACE en la península, y tan entusiasmado sale de él, que a partir de este momento se dedicará casi exclusivamente a dar Cursillos en Tuy Vigo, en Zamora, en Salamanca y en otras diócesis a las cuales será invitado con este fin. En Tuy Vigo comenzará además, a partir de principios de 1956 con los Cursillos para adultos, siendo designado como Asesor Diocesano del Movimiento, funciones que desempeñará hasta 1959 en que sus superiores lo envían a Venezuela.
Llegado a Caracas se entrevista con Mons. Arias, Arzobispo de esa diócesis en relación a la misión que traía desde España, pero, como el asunto requería de la opinión de la Conferencia Episcopal de Venezuela, y esta no se reuniría hasta el mes de Octubre, el Arzobispo le sugiere que “mientras tanto” se instale en el colegio La Salle, tomando algunas horas de clase, sugerencia que acepta.
Pero Cesáreo Gil, con 37 dinámicos años no era hombre para quedarse tranquilo con sólo dos horas de clases diarias, por lo cual vuelve a principios de mayo a visitar al Arzobispo para pedirle le dé mas trabajo. De esta conversación sale a la luz el hecho de que el sacerdote venía trabajando desde 1955 en los Cursillos de Cristiandad en España, tema que interesó al Arzobispo, que alguna noticia tenía de ellos, llevándolo a solicitar al padre Cesáreo que los organizara en Caracas.
¿Que le habían dicho?….Aun cuando pensaba estar poco tiempo en Venezuela y tenía muy claro que los Cursillos requerían bastante dedicación, acepta presto y gustoso la solicitud.
El Arzobispo le puso eso sí algunas condiciones para esta tarea: En primer lugar, que el padre Gil viajara a Colombia para que viera como se deban allí los cursillos, pues consideraba que la realidad de América era muy distinta a la española, y era conveniente que la conociera y la tuviera presente; en segundo lugar, que los Cursillos se proyectaran para la pareja, dada la realidad familiar y matrimonial de Venezuela; y en tercer lugar que se coordinara con el Delegado Nacional de la Acción Católica, Mons. José Rincón Bonilla, a fin de evitar conflictos con esa otra organización de Iglesia. Mons. Rincón, hombre metido en el apostolado seglar y con algunas referencias del Movimiento no tuvo ningún inconveniente en poner luz verde al proyecto.
Cumpliendo “el mandato” del Arzobispo, el Padre Gil tomará contacto con varios sacerdotes, entre ellos, el P. Digno Mariño, quien había hecho Cursillos en España, el P. Ramón Fernández, condiscípulo como operario y paisano como gallego, y el P. Rafael Ocio (Párroco de la Urbanización Simón Rodríguez). Luego reclutaría a los Hermanos Gerásimo y Gaudencio, este último Director del Colegio La Salle de Tienda Honda, con los cuales podemos decir daría nacimiento al Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Venezuela, decidiendo a partir de ese momento entregarse por completo a su organización y desarrollo.
Se trataba entonces de conseguir los medios económicos para viajar a Colombia, para lo cual el padre Gil se puso en contacto con el padre Digno Mariño, que trabajaba como capellán de la colonia española en la Comisión Católica de Emigración en Caracas, y el cual había hecho Cursillos con él en Tuy Vigo. El padre Mariño le presenta y le pone en contacto con el ingeniero Raimundo Sarzon y su mujer Hilda, quienes ya lo habían ayudado en situaciones similares, los cuales, captando con gran inteligencia a la primera la magnitud de la empresa, entregan sin condiciones al padre Gil quinientos bolívares, el dinero necesario para su viaje
A fines de mayo, y luego de viajar mas de treinta horas en autobús hasta San Cristóbal, tomar un taxi hasta Cúcuta y proseguir desde aquí en otro en autobús, el padre Cesáreo llegaba a Bogotá, entrando de inmediato en contacto con los padres Gómez y Acosta que dirigían los Cursillos en esa capital. Por la noche otra reunión, esta vez con un grupo de laicos, entre ellos Alfredo Botero Rocha, quien era Rector de Cursillos. Al día siguiente reunión con dirigentes femeninas por la mañana, almuerzo y nuevamente al autobús para llegar treinta horas después a Caracas, con 183 bolívares de vuelto.
Entre las conclusiones de su viaje al padre Gil había llegado a lo siguiente: “Los Cursillos colombianos son algo así como unos ejercicios espirituales acursillados. Lástima que no den la debida importancia a la Reunión de Grupo y a la Ultreya. Han avanzado mucho en doctrina, pero en cuanto al método se quedaron en 1953, ¡Pareciera que todavía dan Cursillos de Conquista!”. (Armando Calvo.-“ Los Cursillos de Cristiandad en Venezuela”. – Ediciones Trípode.- Pag. 24).
Ya en Caracas, dos nuevas reuniones con Mons. Arias, a quién propone tres posibles modos de enfocar los Cursillos: Como medio de formación y conquista para la Acción Católica; Como Movimiento de apostolado adherido a la Acción Católica; o Como un Movimiento independiente paralelo a los otros movimientos apostólicos. Mons. Arias, considerando que «en el medio está la virtud» sugerirá el segundo enfoque y autorizará la iniciación de los Cursillos en Caracas «Ad Experimentum». Así, aunque informalmente, Cursillos recibieron en Venezuela su aprobación y el “vamos” definitivo para la preparación del Primer Cursillo.
Ahora se trataba de buscar el Equipo, la fecha, el local y lógicamente los candidatos.
En cuanto al Equipo el padre Gil decide invitar como Rector a Jorge del Villar, el “Indio” del Villar, boliviano, que había vivido el Cursillo siendo estudiante de derecho en Madrid, teniendo en él una conversión espectacular, y que posteriormente había sido rollista y rector en casi todas las diócesis de España, en varias oportunidades con el propio padre Gil, y el cual, habiendo regresado a su patria en 1956, junto a su compañero de estudios Alfonso Prudencio, habían sido los iniciadores del Movimiento de Cursillos en Bolivia. Asimismo invitó al colombiano Alfonso Botero, a fin de que con Del Villar se repartieran todos los rollos seglares. El padre Mariño por su parte localizó a Antonio Romeu, abogado, emigrante español, cursillista, que acababa de llegar de Canarias, a quién se incorporó al Equipo como auxiliar.
En cuanto a la fecha se fijó el Primer Cursillo de hombres para los días 20 al 23 de Agosto de ese año, y el Primer Cursillo de mujeres para los días 27 al 30 de Agosto. En cuanto a local, luego de golpear muchas puertas, y de no pocos inconvenientes, el padre Gil consiguió el Colegio de La Salle para el de hombres y el Convento de las siervas del Santísimo para el de mujeres.
Y en cuanto a los candidatos, entre el padre Gil, el padre Mariño y los Sarson consiguieron armar el grupo.
Así todo preparado, a las 18.30 horas del 20 de Agosto de 1959, comenzaba a darse en Caracas, Venezuela, el Primer Cursillo de Hombres. Para vivirlo por primera vez 25 laicos, un sacerdote, un hermano de La Salle y un lego dominico: Total 28. Para darlo, el padre Cesáreo como Director Espiritual y único sacerdote, Jorge Del Villar como Rector, ya que Alfonso Botero, por problemas de última hora no pudo viajar desde Colombia, y Antonio Romeu como único auxiliar. Los Cursillos de Cristiandad habían comenzado en Venezuela.
Durante los cuatro días siguientes el padre Gil y el “Indio” Del Villar se dieron a la tarea de preparar a presión el Equipo de Mujeres, y el 27 de Agosto a las 18.30 horas, comenzaba a vivirse en Caracas el Primer Cursillo de Mujeres, cumpliéndose de esta manera la última condición que había puesto el Arzobispo Arias en el sentido de que los Cursillos fueran pensados para la pareja. Para vivirlo por primera vez 30 mujeres, la mayoría solteras y entre ellas una religiosa. Para darlo un Equipo “bien especial”. El padre Cesáreo como Director Espiritual y único sacerdote, Jorge Del Villar como Rector y único rollista y como auxiliares Rosa de García, Julia de Solanas y Alicia Bertone, las cuales además de actuar como auxiliares iban a vivir el Cursillo por primera vez.
Entre las anécdotas que se guardan de este Cursillo en el que “la Rectora” era Rector, están algunas de las frases que se “le escaparon” al “Indio” Del Villar, como aquello de que “la piedad que debían tener las cursillistas día ser viril”, o de que “debían ser santas 1959, con los pantalones bien puestos y con corbata”, etc.
Terminados estos dos Cursillos Jorge Del Villar retornó a su patria con el compromiso de volver a Venezuela en octubre, por un mes, a objeto de dar varios Cursillos y ayudar en la organización del Poscursillo, compromiso que cumpliría mucho mas allá de lo prometido, ya que trayéndose a toda su familia no sólo permaneció un mes, sino se quedó una larga temporada.
El 8 de septiembre de 1959, en la reunión mensual de Mons. Arias con su clero, a la asistió por supuesto el P. Gil. El Obispo informó de los primeros cursillos, cediéndole la palabra “por diez minutos” al P. Gil, teniendo que hacerlo callar a la media hora diciendo: si alguno quiere enviar hombres o mujeres a cursillos diríjase al Padre Gil, “encargado” de los mismos. Quedaba así nombrado «Encargado» de los Cursillos de Cristiandad en Venezuela.
Comenzaba a plantearse el problema de la perseverancia y el de la dirigencia. En diciembre de 1959, el Padre Gil invitará a un grupo de unos veinte cursillistas para empezar a estudiar los rollos, naciendo de esta manera la idea de la Escuela de Dirigentes.
En entrevista que sostuviera el Padre Gil para tratar asuntos del Movimiento, con Mons. Rincón, quién había asumido como Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Caracas, ante el fallecimiento en un accidente automovilístico de Monseñor Arias, este recordándole que «sede vacante, todo igual», le animó a seguir adelante, insistiéndole en la necesidad de la vinculación con la Acción Católica.
El 15 de diciembre de 1959, como quien no quiere la cosa, el P. Gil constituyó un Secretariado masculino y otro femenino. A cargo del primero, Oscar Linares, estudiante de ingeniería, y hasta hacía poco Presidente de Acción Católica, en el segundo Beatriz Alamo Bartolomé, miembro del Consejo Nacional de las Jóvenes de la Acción Católica y hermana de su presidente. Se cumplía así la condición de estar vinculados a la Acción Católica.
A fines de 1959 se habían dado en Caracas seis Cursillos de Hombres y cuatro de Mujeres.
En cuanto al primer rector venezolano, para los primeros días de marzo de 1960 se había organizado el Cursillo Nº. 7 de hombres de Caracas, en el cual sería rector Jorge del Villar. Sin embargo el llegar al lugar donde se reunían los cursillistas para iniciar su viaje, el P. Gil es notificado por Del Villar de que debía viajar con urgencia a su país ese mismo día. El P. Gil, ante la emergencia y luego de una visita al Santísimo, se acercó a Andrés Gustavo Herrera (Guffy) y entregándole la charla preliminar le dijo: “repásala, tu serás el rector, después hacemos una redistribución de rollos». La primera rectora sería Rosario de García Arenas, en el Cursillo Nº. 6 de mujeres celebrado en abril de 1960.
Así cumplirse el primer año de vida del Movimiento, se habrían realizado once Cursillos de hombre y nueve de mujeres, habrían tres rectores y tres rectoras venezolanos y seis sacerdotes en condiciones de trabajar como Directores Espirituales.
En 1960, los Cursillos comenzarán a extenderse a otras diócesis venezolanas, dándose el primero de hombres fuera de Caracas en Maracaibo del 2 al 5 de Julio de 1960 y el primero de mujeres del 4 al 7 de Agosto, gracias fundamentalmente al entusiasmo, empeño y entrega de José y Rosario García quienes habían hecho los primeros Cursillos de Caracas. Luego vendrían Maracay, Barquisimeto, Valencia, etc.
El fuerte y rápido desarrollo y extensión del Movimiento, la escasez de sacerdotes, la falta casi absoluta de preparación religiosa de los laicos y la necesidad de adaptar los Cursillos a la realidad mental y social de Venezuela, van a impulsar al padre Gil a planear el Primer Cursillo de Dirigentes y una 1ª Asamblea Nacional del Movimiento.
Así, entre el 20 y el 22 de julio de 1961 se realizará en Caracas el Primer Cursillo de Dirigentes de Venezuela, para lo cual se consiguió la venida desde España del padre Jaime Daviú y del matrimonio formado por Juan y Amalia Caro, a los cuales se sumó el propio padre Gil para formar el Equipo. Participarían en el 112 personas: 93 laicos, 15 sacerdotes y 4 Obispos.
Inmediatamente después, los días 23 y 24 de Julio, se realizará la 1ª Asamblea Nacional de Cursillos, la cual será sin lugar a dudas el acontecimiento más trascendental para el Movimiento en Venezuela a esa fecha, ya que permitirá unificar criterios y encauzar técnicas y prácticas.
En 1961 los Cursillos partirán en las diócesis de Machiques, Cumaná, Coro, Mérida, Maturín, Ciudad Bolivar, Calabozo y San Cristóbal.
Culminaba en esta forma una primera etapa en la vida del movimiento en Venezuela.
El 21 de octubre de 1961, la Conferencia Episcopal venezolana autoriza la formación del Secretariado Nacional, y el 21 de febrero de 1962, junto con aprobar las “Normas para el Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Venezuela” la Comisión Permanente del Episcopado designa como integrantes del Secretariado Nacional al padre Cesáreo Gil como Asesor Nacional y a Blas y María Luisa Lamberti como Presidentes Nacionales.
Muchos mas son los detalles, fechas y nombres que podrían llenar muchas páginas sobre los Cursillos en Venezuela, cuya historia podemos encontrar relatada con lujo de detalles en “Los Cursillos de Cristiandad en Venezuela” de Armando Calvo, editado por ediciones Trípode. Con lo dicho es posible formarse una imagen de la forma como llegó y se desarrolló este providencial instrumento de renovación cristiana en ese país, el cual sin lugar a dudas, en lo que a Cursillos se refiere, junto con ser uno de los pioneros, ha marcado una línea importantísima y una impronta revolucionaria en América Latina, influyendo en el nacimiento desarrollo y crecimiento de los Cursillos en varios países del continente americano.
6.- LOS CURSILLOS EN EL MUNDO
6.- LOS CURSILLOS EN EL MUNDO.-
Hoy los Cursillos, como dijera el Papa Paulo VIº en la Primera Ultreya Mundial de Roma: «recorren el mundo con carta de ciudadanía», y se encuentran repartidos en los cinco continentes, desde Vietnam hasta Australia, desde Filipinas a Camerún, desde Angola hasta Holanda.
Junto con referirnos a los orígenes del Movimiento en los distintos países, sobre los cuales tenemos algunas pistas de algunos de ellos, las que esperamos con el tiempo ir actualizando y complementando en este acercamiento que intentamos hacer a la historia de los Cursillos, nos iremos refiriendo a aquellos acontecimientos que a lo largo del mundo por la importancia o trascendencia que han tenido, forman parte también de esta historia.
Asimismo, en la medida en que esta página web vaya siendo conocida, esperamos ir recibiendo aportes fundados que nos permitan cumplir este proyecto.
En 1960 comenzarán en PORTUGAL, diócesis de Fátima (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 5, Pag.3); en AUSTRIA, diócesis de Viena (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 4, Pag.13); en ALEMANIA (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº1, Pag.4; Nº7, Pag.1; Revista Trípode, Venezuela Nº2,Pag.27); en ITALIA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº1,Pag.27); y en GUINEA ECUATORIAL.
En 1961 se iniciarán en PUERTO RICO (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº51,Pag.42); y en FRANCIA, en la diócesis de Perpignan, donde un Equipo de Gerona, España dará al Primer Cursillo entre el 25 y el 28 de agosto (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº1,Pag.27; Nº17,Pag.25). Este mismo año se iniciarán en una segunda etapa en la que lograrán su consolidación en ARGENTINA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº8,Pag.28 y Nº51) y en COLOMBIA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº13 y Nº51) y en ECUADOR.
En 1962 los inicios serán en EL SALVADOR, con Equipo de México (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº5,Pag.27; en MARRUECOS, en la diócesis de Tanger (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº5,Pag.27); en PANAMA, en el mes de junio con Equipo de Colombia; en REPUBLICA DOMINICANA con Equipo de Puerto Rico; en BRASIL; y en GUATEMALA.
En 1963 además de CHILE, partirán en FILIPINAS, en la diócesis de Cebú, entre el 10 y el 13 de Enero, con un Equipo de Stockton, California, Estados Unidos (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº1,Pag.27; Nº43,Pag.24); en CANADA, en la diócesis de Toronto con Equipo de Chicago, Estados Unidos (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº4,Pag.25); en JAPON, en la diócesis de Tokio, entre el 20 y el 24 de mayo, con Equipo de Estados Unidos (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº1, Pag.28; y Nº10, Pag.25); en AUSTRALIA, en la diócesis de Nueva Gales del Sur, con Equipo español (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº5, Pag.27 y Nº21, Pag.25); en SUIZA, diócesis de Lucerna, con Equipo español de Barcelona (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº3, Pag.27 y Nº4, Pag.25); en ANGOLA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº9, Pag.24); en MOZAMBIQUE (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº9, Pag.24); en NICARAGUA, con Equipo de Méjico.
– Pero este año reviste además especial importancia en la vida del Movimiento de Cursillos. El 14 de diciembre de 1963, en el XIX Centenario de la llegada de San Pablo a España, el Papa Paulo VIº, en un documento llamado en la terminología vaticana “Breve Pontificio”, “después de madura deliberación y con la plenitud de su autoridad apostólica”, nombrará, constituirá y declarará al Bienaventurado Apóstol Pablo, “celestial Patrono ante Dios de los Cursillos de Cristiandad”. El documento, redactado en latín, que comienza con las palabras “Viget salubriter” (“florece felizmente”), delicadamente caligrafiado sobre pergamino, una vez traducido al castellano, fue publicado en el Nº10 del Boletín del Secretariado Nacional de España, en abril de 1964. Su texto es el siguiente
BREVE PONTIFICIO – ROMA, 14.12.1963
PAULO PAPA VIº PARA PERPETUA MEMORIA
SAN PABLO PATRONO DE LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD
Florece felizmente en España, y en otras partes del mundo, un movimiento apostólico o escuela de espiritualidad cristiana, que tiene por objeto el que los seglares, con ayuda de la gracia divina, cultiven la vida espiritual, conozcan más profundamente a Cristo y su doctrina, acudan con frecuencia a la fuente sobrenatural de los Sacramentos, se preocupen por el bien de los demás y presten su colaboración a los que ejercen el sagrado ministerio.
Este método de enseñanza cristiana, comúnmente llamado «Cursillos de Cristiandad», que se extiende ya a gran número de fieles, ha producido abundantísimos frutos: renovación cristiana de la vida familiar, de conformidad con la ley divina; vitalización de las parroquias; fiel observancia de los deberes, tanto privados como públicos, según el dictamen de la conciencia.
Todo ello ha llenado de grandísima satisfacción a los obispos y demás pastores de almas. Y no sería justo pasar por alto que las filas de los que militan bajo las banderas de Cristo en la asociación de la Acción Católica han recibido gozoso incremento con los nuevos elementos que les ha proporcionado este método de formación cristiana, y que muchos de ellos han abrazado el sacerdocio o, abandonando el mundo, se han consagrado a Dios en la vida religiosa.
Todos ellos reconocen como modelo que imitar y como protector a quien acudir al Apóstol San Pablo, de cuya venida a España se celebra ahora el decimonono centenario; conmemoración solemne, en la que los cursillistas de Cristiandad han tenido una participación muy destacada. Por deseo expreso de los cursillistas, en nombre de los obispos y en el suyo propio, nuestro amado hijo Benjamín de Arriba y Castro, cardenal presbítero de la Santa Iglesia Romana, arzobispo de Tarragona, nos ha suplicado que declaremos al Apóstol de las gentes patrono celestial de esta nueva forma de apostolado seglar.
Accediendo muy gustoso a esta petición, previa consulta a la Sagrada Congregación de Ritos, Nos, de ciencia cierta, y después de madura deliberación, con la plenitud de Nuestra autoridad apostólica, en virtud de esas letras y a perpetuidad, nombramos, constituimos y declaramos al bienaventurado Apóstol Pablo «celestial patrono» ante Dios de este apostolado de seglares o método de espiritualidad cristiana conocido con el nombre de «Cursillos de Cristiandad», con todos los honores y privilegios litúrgicos debidos a tal título. Sin que obste nada en contrario.
Así lo decretamos y disponemos, ordenando que estas letras sean y permanezcan siempre firmes, válidas y eficaces; y produzcan y obtengan plena e íntegramente todos sus efectos, y beneficien ahora y en el futuro a todos aquellos a quienes se refieren o a quienes pudieran referirse, y así debe quedar entendido y definido; considerándose nulo y sin valor cuanto, consciente o inconscientemente, se intentara en contra de estas letras por parte de cualquier autoridad.
Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el Anillo del Pescador, día 14 de diciembre del año 1963, primero de Nuestro pontificado.
A.G. Cicognani, Secretario de Estado.
Sobre cuándo y cómo surgió la idea del patronazgo de San Pablo para los Cursillos, recurramos al relato de uno de los testigos presenciales de ello. Cuenta al respecto el Padre Sebastián Gayá: (P.SEBASTIAN GAYA.- Revista KERYGMA, Secretariado Nacional de España.- Nº66.- Marzo-Abril 1996.- Pags.21 a 25.-)
– “Sinceramente debo confesar que aquellos a los que Dios eligió para iniciar la gran caminata de los Cursillos de Cristiandad, no pensaron, en aquellos días iniciales, que el Movimiento de Cursillos hubiera de contar con un patrono o protector particular, que nos sirviera de intermediario en la Casa del Padre. El carácter eminentemente cristocéntrico del Cursillo nos relevaba de tal preocupación”.
– “Tal vez no hubiera parecido procedente, en los primeros años de este instrumento de evangelización, suscitado por Dios, ir a la búsqueda de santos intermediarios, cuando el cursillista comenzaba su “Cuarto Día” totalmente centrado en la figura de Cristo, con el que quería mantener una relación directa, inmediata, íntima, personal. Solamente nos permitíamos acudir a la intercesión de la Madre, que ocupaba constantemente, desde los primeros momentos de nuestra inquietud apostólica, un lugar de privilegio en la escala devocional del cursillista. Otra cosa pudiera haber traspasado entonces las fronteras de “lo fundamental cristiano”.
– “Y si se hubiera tenido que proponer a algún Santo Protector, quizás no hubiera figurado San Pablo encabezando en exclusiva la lista de los posibles candidatos. Y no porque no se apreciara que, sobre todo en el ámbito de la evangelización en el que surgía el Movimiento, destacaba la figura señera del Apóstol Pablo, el apasionado evangelizador de los gentiles. Pero probablemente se hubieran añadido otros nombres que hubieran podido aparecer en “la terna de posibles candidatos”: el de San Juan evangelista, por ejemplo, “el apóstol joven”, “el de la invencible fidelidad” ,según rezábamos en aquella “Hora Apostólica”, cuando el Movimiento de Cursillos se circunscribía – diríamos que exclusivamente – a los jóvenes, que tributábamos a San Juan especial memoria en la vigilia de su festividad, dentro del marco de los días navideños. Y no digamos del nombre de Santiago, siendo así que vivíamos de las «rentas» de aquella peregrinación de los “100.000 jóvenes santos a Compostela”, cuya mística sirvió de caldo de cultivo para el nacimiento de Cursillos”.
– “Pero todo ello no trasciende el campo de las hipótesis. La verdad es que no sé que alguien hubiera suscitado la cuestión del patronazgo sobre los Cursillos de Cristiandad. Y no porque no tuviéramos necesidad de todo género de apoyos, pues los primeros pasos y los segundos y los terceros no estuvieron exentos de dificultades, que hacían que asomara siempre la cizaña en el trigal del campo del Padre. Pero ello, en definitiva, venía a ser el refrendo evangélico de las obras de Dios”
– “Habían transcurrido más de diez años desde la aparición de los Cursillos. EI Movimiento se había extendido ya a casi todas las diócesis de la Iglesia de España, a casi todos los países de América y, con menor rapidez, a distintas partes de Europa. Los Cursillos habían alcanzado rutas insospechadas. A principios de la década de los sesenta, empezaron a crearse los Secretariados Nacionales: primero en México, luego en Venezuela, y, poco después, en España.
– “Fue la llamada Conferencia de los Reverendísimos Metropolitanos, antecedente inmediato de la Conferencia Episcopal Española la que previo el beneplácito y aplauso de la Santa Sede, instituyó, con fecha de 12 de junio de 1962, el Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad en España, para “evitar los peligros de desviación” y “dar normas y orientaciones, sin menoscabo alguno de la autoridad de los Obispos”. En el mismo documento de constitución del Secretariado, se nombraba a Mons. Hervás Director del mismo. Quien suscribe estas líneas sería designado, por Mons. Hervás, Vice-Director ejecutivo”.
– “Una de las primeras tareas que abordó el recién creado Secretariado Nacional – amén de la celebración de unas Convivencias Nacionales para Consiliarios en el Valle de los Caídos y de otras para dirigentes seglares en Burgos – fue la organización de la primera Ultreya Nacional, que se celebró en Tarragona el 7 de julio de 1963, al año de la constitución del Secretariado”.
– “¿Por qué fue elegida la ciudad de Tarragona? Motivos había, suficientemente válidos. En primer lugar, aquel de 1963 era año jubilar, en el que la Iglesia de España y de forma especialísima la de Tarragona conmemoraba el XIX Centenario de la venida de San Pablo a esta cristiandad, que, por esa razón, defiende su título de Primada. En segundo lugar, porque, presidiendo la Iglesia de Tarragona, como Arzobispo, estaba el Cardenal D. Benjamín de Arriba y Castro, a quien Monseñor Hervás, en aquella Ultreya Nacional, con una deferencia y una delicadeza muy propia de él, llamaría “el Cardenal de San Pablo y el Padre de los Cursillos de Cristiandad”. Había que agradecer, de alguna forma, al Cardenal el que, en los tiempos de incomprensión y de abierta hostilidad hacia Cursillos, se hubiera adelantado a defenderlos, a golpes de báculo y mitra, “por los frutos espirituales” que él mismo había podido detectar en personas que habían vivido la experiencia y el gozo de un Cursillo. El tercer motivo de la elección de Tarragona para sede de la Ultreya Nacional estribaba en el nutrido núcleo y la fuerza de los cursillistas de aquella diócesis, una de las primeras en notar el impacto producido por Cursillos”.
– “La Ultreya Nacional se celebró bajo la presidencia del Cardenal y el aliento de Monseñor Hervás que, años atrás, en 1955,había sido trasladado, como obispo, desde Mallorca a Ciudad Real. Uno y otro hablaron en el acto con que se clausuró aquella Ultreya”.
– “En su alocución de clausura Monseñor Hervás afirmó así: “Se había dicho, por labios muy autorizados (los de Monseñor Riberi, Nuncio Apostólico en España) que, si San Pablo viviera en nuestros tiempos, se hubiera hecho cursillista. Nos parece demasiado honor; es un corazón muy bondadoso el que tal frase ha construido. Yo diría, más bien, humildemente, que, si San Pablo, resucitado, volviera a pisar tierras de España para predicar el Evangelio de Cristo, sus seguidores más entusiastas serían los cursillistas de Cristiandad”.
– “Y la cosa no termina aquí. D. Juan Hervás, abriendo su corazón al agradecimiento y a la esperanza, proseguía diciendo: “Por eso, desearíamos que se nos concediera, por la autoridad competente, el patronazgo de San Pablo sobre los Cursillos de Cristiandad: patronazgo celestial, ilusionadamente deseado por quien tanto los ha patrocinado, defendido y amado: el Eminentísimo Sr. Cardenal de Arriba y Castro”.
– “¿Se quedaría así la cosa? No. Una vez acallados los aplausos con que los cursillistas acogieron las palabras del Obispo, habló el Cardenal. Había expectación por escucharle. No sólo por la autoridad de su rango y por la referencia que de él acababa de hacer Mons. Hervás, sino también por su decidida intervención a favor del Movimiento, en distintos Dicasterios de Roma y ante el mismísimo Santo Padre”.
– “El Cardenal, en su discurso a la Ultreya, aludió al deseo que acababa de manifestar el Obispo Director del Secretariado Nacional sobre la designación de San Pablo como Patrono del Movimiento. Y levantó el velo de lo que, hasta aquel momento, había sido un secreto guardado celosamente. Las gestiones en este sentido se habían iniciado ya. En una audiencia privada que Pablo VI había concedido al Cardenal, ésta había comentado al Papa las maravillas que el Señor iba obrando en todo el mundo a través de los Cursillos de Cristiandad, y el anhelo de poner al frente de la empresa al Apóstol de las gentes”.
– “El Santo Padre había escuchado al Cardenal benévolamente, complacidamente, y le había encargado que redactara oficialmente Ia petición, siguiendo los trámites propios del caso. El proceso estaba, pues, en marcha, y bajo magníficos augurios, pues contaba con el beneplácito de Pablo VI. El Cardenal fue, en definitiva, el valioso instrumento del que Dios se sirvió para lograr sobre Cursillos el patronazgo de San Pablo”.
– “No tuvo que violentarse el Cardenal para la consecución de este propósito. Estaba encandilado con la figura del Apóstol, recrecida con las conmemoraciones del XIX Centenario de su llegada a Tarragona, y con la idea de que los Cursillos eran para el mundo moderno, lo que había sido para Pablo su camino de Damasco”.
– “La comparación se la había sugerido al Cardenal un obrero de la HOAC, que acababa de vivir su Cursillo. “Yo también conozco los Cursillos – decía el obrero al Cardenal – “en un Cursillo quedó encauzada toda mi vida. Pero debo confesar que no fueron precisamente las palabras de los hombres las que realizaron el cambio en mí. Lo que me hizo cambiar fue aquella décima de segundo en que sentí un vuelco en el alma”. – “¿Quién eres, Señor?”, pregunté – “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”. Yo no tuve más que decir: “Señor, ¿qué quieres que haga?”
– “Aquella escena, rememorando la conversión de San Pablo, se quedó grabada en la retina de los ojos del Cardenal. Pensaría que poco había de valer él, si no lograba de Pablo VI la proclamación de San Pablo como protector de aquellos que en Cursillos habían tenido – y seguirán teniendo – su nuevo camino de Damasco. “Pablo, el primer converso de Damasco – terminaba diciendo el Cardenal, será el centro de todo interés, de todo amor, de todo afán, de toda la vida del cursillista. A la luz de Cristo resolverá todos los problemas, y, por su gracia, nacerá en su alma el ansia de extender el Reino hasta los últimos confines de la tierra”.
– “Cinco meses después, “en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador”, día 14 de diciembre de 1963, en el XIX Centenario de la venida de San Pablo a España, Paulo VIº, “después de madura deliberación y con la plenitud de su autoridad apostólica”, firmaba: “Nombramos, constituimos y declaramos al Bienaventurado Apóstol Pablo, celestial Patrono ante Dios de los Cursillos de Cristiandad”.
– “El documento en que el Papa hacía tal designación tardó algunos meses en llegar a España. Traducido al castellano, fue publicado en el número 10 del Boletín del Secretariado Nacional, correspondiente al mes de abril de 1964 y hoy, encuadrado en bello marco dorado, honra el despacho del Presidente del Secretariado Nacional”.
– “Fue al final de la Convivencia Nacional de Consiliarios Diocesanos de Cursillos, celebrada desde el 31 de marzo al 3 de abril de 1964, cuando Monseñor Antonio Riberi, entonces Nuncio de su Santidad en España, dio la noticia de la designación del patronazgo de San Pablo. Participaban en la Convivencia 96 sacerdotes, pertenecientes a 54 diócesis españolas, junto a otros llegados, para aquella ocasión, desde México, Estados Unidos, Paraguay, Guatemala, Portugal y Tánger. Allí fue entregado el pergamino a Monseñor Hervás, en su calidad de Obispo Director del Secretariado Nacional de España”.
– “Pareció que Mons. Riberi, que conocía los Cursillos antes de llegar a España, cuando era nuncio Apostólico en Irlanda, perdía el empaque de su alta condición diplomática, para decir en aquella asamblea: “De San Pablo hemos dicho familiarmente alguna vez que, si viviera en nuestro tiempo, hubiera sido cursillista. También hemos oído decir que San Pablo es el prototipo del verdadero y auténtico cursillista. Con ello se ha querido significar que, en la egregia figura de San Pablo, encontrarán los que han practicado los Cursillos de Cristiandad, el modelo de vida, de acción y de espiritualidad, que necesitan para mantenerse y progresar en el camino que emprendieron en los días hermosos del Cursillo” (Boletín “Cursillos de Cristiandad”, abril de 1964)”.
– “Habían pasado los años de incomprensión, cuando los Cursillos de Cristiandad eran tachados por algunos heterodoxos, y hasta eran puestos en tela de juicio en algunas altas instancias de la Iglesia. Ahora, con la promulgación del patronazgo de San Pablo – afirmaba el entonces Obispo de Cádiz -, se daba “el mejor espaldarazo a una obra tan discutida, pero que al fin recibe el mejor beneplácito del Vicario de Cristo”.
– “Pronto se cumplirán treinta y dos años de aquel acontecimiento. Cuando el Nuncio, Mons. Riberi, procedía a la entrega del Breve del Papa en la asamblea a que antes he hecho mención, «como augurio de nuevas bendiciones sobre este Movimiento providencial», cerraba sus palabras con esta sencillísima invocación: “San Pablo Apóstol, Patrono de los Cursillos, rogad por nosotros”.
– “Mons.Hervás no desperdició la ocasión para recomendar que todas nuestras reuniones finalizaran con aquella sencillísima oración, con la que actualizamos no sólo la confianza en la intercesión de nuestro Abogado y Protector ante Dios, sino que evocamos también aquella efeméride de la proclamación del Apóstol como intermediario de nuestras pobrezas y nuestras necesidades ante Dios, rico en misericordia”.
– “Antaño, al redactar la reseña de aquellas horas, en calidad de Director del Boletín, en tono de agradecimiento y con el alma abierta a la esperanza, terminaba la crónica -y termino hoy la conmemoración- con este pensamiento: con el patronazgo de San Pablo, “no nos acordábamos de los sinsabores y las vigilias de tantos días; nos sentíamos recompensados con creces”.
En 1964 nacerán los Cursillos en BELGICA, en la diócesis de Vaalbeek, entre el 16 y el 19 de Abril con Equipo de los Estados Unidos (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº6, Pag.27); en HONDURAS, en octubre, en la diócesis de Tegucigalpa, con Equipo de El Salvador (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº25, Pag.23); en COSTA RICA, con Equipo de Méjico; en IRLANDA; en CEYLAN, hoy SRI-LANKA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº10, Pag.25); en CURAZAO, diócesis de Salvador (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº10, Pag.25;
En 1965 comenzarán en ITALIA, diócesis de Bologna (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 1, Pag.6); en ALASKA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº17, Pag.26).; en TANZANIA (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº20, Pag.26).
En 1966 se iniciarán en PARAGUAY, con Equipo de Venezuela.
En 1967 comenzarán en NIGERIA, diócesis de Owerri con Equipo de Irlanda (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº40, Pag.23).; en VIETNAM DEL SUR (Cfr. Revista Trípode, Venezuela Nº38, Pag.23 y Nº41, Pag.22).; en TASMANIA; en RHODESIA, hoy ZIMBABWE; en COREA DEL SUR; en JORDANIA y en JAMAICA
.En 1968 se dará comienzo en TAIWAN; en TAILANDIA; en GUAM; en MACAO y en UCRANIA.
En 1969 le corresponderá a HONGKONG.
En 1970 nacerán en INGLATERRA, en la diócesis de Liverpool, con un Equipo integrado por dirigentes de Irlanda y Portugal, en Londres comenzarán en febrero de 1972 (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 3, Pag.14), y en GUYANA
En 1971 se inician en SINGAPUR.
En 1972 comenzarán en URUGUAY, en la diócesis de Maldonado, con Equipo argentino; en YUGOSLAVIA, diócesis de Zagreb; y en CROACIA (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 4, Pag.8).
En 1974 se dará inicio en SAN VICENTE
En 1976 se inician en GRENADA.
En 1977 en GIBRALTAR, con Equipo de Tanger (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 24, Pag.9); y en 1984 en HOLANDA (Cfr. Boletín Grupo Europeo de Trabajo, Nº 24, Pag.10).
En 1989 le corresponderá a HUNGRIA. (Cfr. Revista Kerygma, España Nº 55 y 56).
En 1991, serán RUMANIA y CHECOSLOVAQUIA, país este último en que comenzarán en la diócesis de Olomouc, con un equipo alemán. (Cfr. Revista Kerygma, España Nº 49 y 54).
En 1992 comenzarán en POLONIA
Y finalmente en 1998, entre el 12 y 15 de Noviembre, luego de muchísimas oraciones, como una evidente consecuencia de la apertura que significara la visita de Su Santidad Juan Pablo II, y como un regalo anticipado a los 50 años del Primer Cursillo de Mallorca, se dará en La Habana, CUBA, el Primer Cursillo de la isla
Por otra parte esta propagación ha llevado al Movimiento a la necesidad de crear estructuras que le permitan, respetando las características propias de cada realidad nacional, mantener una unidad de su Esencia, Finalidad, Mentalidad y Metodología, mediante una coordinación y servicio a los distintos Secretariados. Es así como hoy en día existen una Oficina Latinoamericana, una Oficina Europea, una Oficina Asia-Pacífico, una Oficina de Habla Inglesa y una Oficina Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, a las cuales se han ido integrando los distintos Secretariados Nacionales. Asimismo, y con el objeto de ir coordinando la acción y la estrategia del Movimiento, se realizan periódicamente Encuentros Internacionales, Interamericanos, Europeos y Mundiales. A todos estos nos referimos en el capítulo de Estructuras del MCC.
Otra valiosa experiencia que ha surgido casi espontáneamente, como una forma de intercambiar la vivencia profunda de las transformaciones que el Cursillo provoca en quienes lo viven y perseveran en él, han sido las Ultreyas Mundiales, de las cuales se han celebrado tres. La primera, en Roma, en 1966, la segunda en Mexico, en 1970 y la tercera nuevamente en Roma el año 2000, con motivo del Jubileo.
– La 1ª ULTREYA MUNDIAL se llevará a cabo en Roma el 28 de Mayo de 1966, y constituye sin lugar a dudas, hasta nuestros días, en verdadero un jalón histórico
Para quienes han seguido de cerca la historia y el proceso del Movimiento de Cursillos, particularmente para aquellos que peregrinan en él, y muy especialmente para aquellos que tuvieron la dicha de vivirla, ella fue un verdadero sueño hecho realidad, una demostración palpable de que la fe puede mover montañas.
La organización de la Ultreya corrió a cargo del Secretariado Nacional de España. Se trazaron las líneas generales; se cursaron invitaciones a todos los Secretariados del mundo; se elaboró el proyecto definitivo; y se levantó un verdadero clamor de “palancas”. Con la eficaz colaboración de algunos sacerdotes del Colegio Español en Roma, se montó en esta capital una Oficina de lnformaciones, se editaron programas en todas las lenguas; en los que se señalizaban hasta las distintas líneas de autobuses de que podían servirse los Cursillistas para participar en los actos colectivos. Todo Cursillista podía recoger en la Oficina de Información su programa y su mapa de la ciudad.
La Oficina de Información se convirtió en un verdadero un hervidero cosmopolita. Allí iban desembocando, desde todas las latitudes, gentes de todas las razas y colores. A veces los gestos tenían que suplir las palabras, dada la multiplicidad de lenguas. Cada uno llevaba, a flor de labios, no ya el dato de su tierra, sino la espontaneidad de su compartir cristiano. Más que aire burocrático, la Oficina de Información tenía ritmo de Reunión de Grupo.
Los Cursillistas que llegaron a Roma a vivir el acontecimiento sobrepasarían el número de los seis mil, representando a 27 países: Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Ceylán, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Honduras, Irlanda, Italia, Japón, Marruecos, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Portugal (incluídas Mozambique y Angola), República Dominicana y Suiza, aportando las representaciones numéricas más altas España, con 3.200 cursillistas, México con 620 y Portugal con 600.
Roma tomó color de Ultreya. Se palpaba no sólo en los multitudinarios actos oficiales, sino en los pequeños grupos de Cursillistas que, aquí y allá, tal vez en la barra de un bar, estaban celebrando una Reunión de Grupo ininterrumpida, en una atmósfera espiritual de tanta hondura, que no podía menos de sorprender e impresionar a las gentes ajenas a los Cursillos
Una de las finalidades de la Ultreya Mundial era la de clarificar algunos puntos claves del método, con objeto de llegar a una mejor inteligencia de los objetivos del Movimiento de Cursillos y a una mayor fidelidad al mismo. El Palazzo dei Congressi fué el marco adecuado para sesiones de estudio al respecto, celebradas en la tarde del 27 de Mayo. Más de mil auriculares hacían posible que los Dirigentes pudieran seguir simultáneamente en alemán, castellano, inglés, italiano y portugués las ponencias y los amplios diálogos.
Finalizada las sesiónes de estudio del día 27, los Cursillistas se concentraron en la Basílica de San Pablo Extramuros, Apóstol de las Gentes y Patrono del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, para rezar la Hora ApostóIica, Cada parte de esta Hora Apostólica fué recitada por Cursillistas de distintas lenguas: todos pudieron hablar con el Señor en su idioma nativo. Las «Palabras de Jesucristo» fueron dichas sucesivamente en alemán, portugués, inglés y español por los sacerdotes ]osé García Cascales, introductor de los Cursillos en Austria y Sur de Alemania; Aleixo Cordeiro, Director Espiritual del Secretariado Nacional de Portugal; Teophane Wickramaratne, Director Espiritual de Ceylán, y Juan Capó, Director Espiritual del Secretariado de Córdoba, España.
El día 28 de Mayo la Ultreya comenzaría con la Audiencia del Papa. La Puerta de Bronce del Palacio Apostólico sería asediada desde muchas horas antes, en espera de que se autorizara la entrada. En pocos minutos quedarían rápidamente repletas la Sala de las Bendiciones, y la Sala Ducal, y la Sala Regia.
La llegada de Mons.Hervás, Obispo promotor de los Cursillos y Director del Secretariado Nacional de España, haría estallar una ovación de unánime gratitud a todos los presentes.
Al filo de las 12,30, sobre lo alto de la Silla Gestatoria, aparecería la pálida y llameante figura de Pablo VIº.
El Papa recorrería lentamente todas las estancias, para ver a todos, para que todos lo puedan ver. Todos sobre las puntas de los pies; todos con los brazos extendidos.
En breve alocución el Cardenal De Arriba y Castro, Arzobispo de Tarragona; presentaría al Vicario de Jesucristo a los miles de Cursillistas reunidos, representantes a su vez de los 400.000 esparcidos a esa fecha por todo el mundo
Y luego… el discurso de Su Santidad. Interrumpido una y otra vez; interrumpido constantemente. Sus palabras que harán historia en la historia de los Cursillos, canonizaran en cierto sentido muchas expresiones del léxico del Movimiento de Cursillos: el «estilo de los Cursillos»; «lo fundamental cristiano»; «los vivos colores de la Gracia»; «los que pisan fuerte en la vida»; «el sentido peregrinante de los Cursillos»; su entronque con el «cristianismo primitivo»; «la conciencia de ser Iglesia», el júbilo y la riqueza de «la vocación cristiana» en virtud del «compromiso solemne del Bautismo»; «el encuentro y amistad personal con Dios y en la comunión con los hermanos» … Y tantas y tantas expresiones que son clave y estímulo, espaldarazo y compromiso.
* Por el valor que tuvo y que tiene, por la trascendencia y profetismo que ha tenido en el tiempo, reproducimos a continuación el Mensaje del Papa Paulo VIº: (Publicado en L’Osservatore Romano .- 29 mayo 1966)
1ª ULTREYA MUNDIAL – ROMA, 28.05.1966
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA PAULO VIº
Cursillistas de Cristiandad, hermanos e hijos amadísimos:
¿Quiénes sois vosotros y de dónde venís?
¿Cuántos sois y qué secreto poder a todos os ha congregado hoy en Roma?
La respuesta a estas preguntas nos la acaba de dar, en sus cordiales y fervorosas palabras – que agradecemos vivamente – el señor Cardenal de Tarragona. La habríamos adivinado igualmente cuando, al entrar en estas salas, pasábamos entre vosotros.
Vuestras aclamaciones nos iban descubriendo vuestros puntos de origen: venís de España, fecunda siempre en instituciones y obras para la Iglesia; venís de Portugal, donde el estímulo de renovación espiritual sacude mentes y corazones; venís de Méjico y de otros países del Norte, del Centro y del Sur de América; venís de Filipinas y del Extremo Oriente, de Asia, de las naciones nuevas de Africa.
Sois muchos; sois millares los que estáis aquí, y representáis a los cientos de miles que han participado en la misma lluvia de gracias, y están animados de idénticos ideales, bebidos en una fuente común: ¡vuestros Cursillos!
«Cursillos de Cristiandad»: ésa es la palabra, acrisolada en la experiencia, acreditada en sus frutos, que hoy recorre, con carta de ciudadanía, los caminos del mundo. Y es esa ya universal expresión el resorte mágico que en este día os convoca a Roma.
¿Para qué?
Para actuar con ello en vosotros el sentido peregrinante que da estilo a vuestro método;
para saturar vuestro espíritu en el cristianismo primitivo de la Roma sacra;
para percibir con mayor intensidad en vuestras vidas el misterio de Cristo presente en Pedro;
para tomar conciencia de ser Iglesia;
para dejamos enardecer por la fascinación del momento pentecostal que, con el Concilio, la ha invadido en su realidad profunda y en sus movimientos y manifestaciones vitales.
¡Cristo, la Iglesia, el Concilio! ¡Qué larga conversación la que abren estos temas! Dejadnos deciros una palabra del primero; de los otros dos os sugeriremos unas breves reflexiones.
IMPORTANCIA DE LO FUNDAMENTAL CRISTIANO.-
Ante las transformaciones del mundo actual que deja, con facilidad y rapidez, superados unos tras otros los modos de vida; ante el fenómeno del tiempo que con sólo su paso enmohece les armas, es admirable el dinamismo que el Espíritu Santo infunde en la Iglesia, despertando iniciativas y obras que, sin necesidad de destruir ni aminorar fórmulas e instituciones todavía vigentes, adornan de nueva eficacia y lozanía el mensaje evangélico.
Mas, si cambian los tiempos y algunos métodos envejecen , si surgen nuevas manifestaciones del espíritu, la tarea permanente del laico seguirá siendo la inserción del cristianismo en la vida, mediante el encuentro personal con Dios y en la comunión con los hermanos. El seglar, al formarse en cristiano, reforma su mentalidad y conforma su vida con la imagen de Cristo, por medio de la fe, la esperanza y la caridad; transforma, actuando en plena responsabilidad propia, las estructuras temporales en las que está inmerso; guiado en su acción por la mirada de Cristo, trata de rehacer continuamente el mundo, según el plan y designio de Dios
Pende sobre la humanidad, en este preciso momento de su historia, la amenaza de quedar derrotada, en virtud de su mismo progreso; existen novedades, en la época actual, que sin duda son buenas y útiles al hombre; pero hay también cambios e innovaciones en el vivir moderno que gravan desordenadamente sobre la vida religiosa y la ponen en peligro, dejando al hombre en la incertidumbre, y no rara vez en la angustia.
Van quedando atrás, por fortuna, los tiempos en que la profesión cristiana en nuestros pueblos, tradicionalmente católicos, se relegaba al ámbito individual y privado, sin trascender al social, profesional y civil. Un mas elevado nivel de cultura teológica y litúrgica, el acceso de los seglares al apostolado organizado, particularmente en las filas de la Acción Católica, han acercado más la religión a la vida. Pero un enfoque demasiado sentimental y casi exclusivamente piadoso y devocional en los métodos pastorales, el no dar siempre la importancia debida al núcleo esencial y a lo fundamental cristiano, entre otros factores que sería largo examinar, han hecho que, en no pocas de nuestras estadísticas y dentro de nuestros templos, aparezca acusador el desigual porcentaje de práctica religiosa entre el hombre y la mujer, entre el niño y el adulto.
LA FIGURA DE CRISTO.-
¿Será la figura de Cristo – nos preguntamos ante estos fenómenos – capaz todavía de despertar el entusiasmo en una juventud víctima a veces de la desilusión? ¿Tiene aún el Evangelio entrada en el hombre fuerte, el jefe de industria, el catedrático, el obrero, en la ciudad como en el campo? Los ideales cristianos que configuraron al conductor y guía de otras épocas, que han sido buenos para hacer santos en todas las clases y estamentos sociales, que han engendrado varones perfectos, maestros del vivir, artífices del progreso, ¿serán válidos para nuestra época?
La respuesta, felizmente afirmativa, la encontramos en vosotros. Al veros, el alma se abre a la esperanza: la religión, con sus valores, si es presentada rectamente, conserva todavía su poder de atracción, su interés en los hombres, en los jóvenes que, según vuestro lenguaje, «pisan fuerte”, tienen estilo, con puesto en las profesiones, con influjo en la vida.
Más aún, la llamada al cristianismo no es para versátiles o tímidos, para los que se detienen en la mitad del camino o se entregan a oportunismos y viles compromisos.
El hombre acabado y perfecto, el hombre valiente y seguro de sí mismo, el hombre capaz de actuar y de amar, es siempre buen alumno de la disciplina de Cristo.
LLAMADOS, DISCIPULOS, TESTIGOS, MIEMBROS VIVOS DE CRISTO.-
¡Oh qué riqueza de valores encierra la vocación cristiana! Recordadlo siempre; vividlo.
A Cristo os une el compromiso solemne del Bautismo; a El os ligan las relaciones vitales de los Sacramentos, que hacen circular, por vuestras almas, su sangre redentora. Cristo ocupa el centro de referencia de la historia universal, cósmica y humana: porque todas las cosas fueron hechas en El y por El; todo lo puso el Padre bajo su poder; a todos El atrae desde la cruz; y El enlaza también con el corazón de cada uno como amigo; a todos invita a su gran empresa.
¡Oh hombres, oh jóvenes que tenéis la sana ambición de las cosas grandes y hermosas! Sabed, con alegría, que podréis ser, que debéis ser, que ya sois, si lo queréis, de Cristo. De Cristo Verbo Encarnado, Hijo de Dios, Mesías del mundo, esperanza de la humanidad y único Maestro, de Cristo pan de vida, Pontífice, víctima, mediador entre Dios y los hombres.
Sí; vosotros sois sus llamados, sus discípulos, sus testigos, miembros vivos, entrelazados en su inmenso y único Cuerpo Místico.
EL SENTIDO DE IGLESIA ES NORTE, PALANCA, LUZ Y MANANTIAL DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS.-
Habéis querido venir aquí, centro y corazón de la Iglesia, para sentir más de cerca sus palpitaciones, para acrecentar vuestro ya grande amor hacia Ella, para tomar conciencia más viva de vuestra pertenencia al reino de Dios sobre la tierra, para afianzados en los deberes y exigencias apostólicas que de ello derivan.
Sabemos que en vuestra palestra de espiritualidad y apostolado, en el Movimiento de Cursillos, el «sensus Ecclesiae» es norte que orienta, palanca que mueve, luz y manantial que inspira y vitaliza. Llevaos de esta visita a Roma, Iglesia reina que preside la caridad, un amor hacia la Iglesia mayor aún, si pudiera ser, del que os devora, un propósito decidido de hacer Iglesia
Mas, recordad siempre que:
«no es la conformidad con el espíritu del mundo,
no es la inmunidad frente a las disciplinas de una razonable ascética,
no es la indiferencia hacia las libres costumbres de nuestro tiempo,
no es la emancipación ante la autoridad de los prudentes y legítimos superiores,
no es la apatía hacia las formas contradictorias del pensamiento moderno lo que puede dar vigor a la Iglesia…. sino
su actitud para vivir según la gracia divina,
su fidelidad al Evangelio,
su cohesión jerárquica y comunitaria («Ecclesiam Suam».- núm. 47).
EL POSCONCILIO.-
Y, finalmente, una breve reflexión sobre el Concilio, diríamos mejor sobre el Posconcilio.
El desarrollo doctrinal de sus documentos – al igual que lo ha sido su elaboración – es obra del magisterio de los Obispos, coadyuvados por los peritos; mas su estudio, difusión y aplicación toca a toda la Iglesia.
Nos conmueve la delicadeza con que, en nuestra humilde persona, depositáis vuestra gratitud al Episcopado del mundo entero por el don del Concilio celebrado. Al ganar el Jubileo en nuestra Catedral de Letrán, pedid al Espíritu Santo que siga iluminando y guiando al pueblo de Dios; que pastores y fieles sepamos aprovechar y hacer rendir los talentos confiados a la Iglesia en este período de su historia: para realizar la imagen ideal de la Esposa Santa e Inmaculada (Cf. Eph. 5, 27), para crecimiento y aumento del Cuerpo Místico de Cristo, para la unión de todos los cristianos, para la recristianización del mundo entero.
En esta esperanzadora tarea, el Concilio especifica vuestro cometido con palabras que bien pueden formar parte de vuestro programa; «Los seglares han de procurar, en la medida de sus fuerzas, sanear las estructuras y los ambientes del mundo, si en algún caso incitan al pecado, de modo que todo esto se conforme a las normas de la justicia, y favorezca, más bien que impida, la práctica de las virtudes. Obrando así, impregnarán de sentido moral la cultura y el trabajo humano» («Lumen Gentium», núm. 36).
¿No es eso lo que vosotros pretendéis al querer sustituir en el alma las tinieblas del pecado con los colores vivos de la gracia, y al querer poner transparencia de fe luminosa donde antes había duda, tormento, egoísmo?
Sea vuestro Posconcilio una primavera de flores cristianas que alegren . el paisaje del mundo, y una aurora de nuevas luces que marquen vuestro camino y el camino de los hombres que, quizá sin saberlo, también se dirigen hacia Dios.
GOZO SOBREABUNDANTE DEL PAPA.-
Amadísimos hijos; La visión de los males que afligen a la Iglesia y a la humanidad, muchas veces oprimen nuestra alma. Mas permitidnos expresar el gozo sobreabundante que, en estos momentos, la inunda ante el coro inmenso de vuestra fe viril en Cristo, de vuestra fidelidad a la Iglesia, de vuestra fervorosa adhesión a esta cátedra de Pedro y aI ministerio de la jerarquía episcopal.
¡Cursillistas de Cristiandad! Cristo, la Iglesia, el Papa cuentan con vosotros.
Cursillistas de Cristiandad: ¿Seréis siempre apóstoles? (Los Cursillistas contestan al Papa con un «sí» entusiasta y unánime.)
¿Trataréis con vuestro testimonio de que la Iglesia aparezca al mundo bella, como Cristo la vio, la quiso, la amó? (Nuevamente se responde con un «sí» clamoroso.)
¿Estáis listos para realizar el programa del Concilio? (Se repite el «sí», más entusiasta todavía.)
¡Gracias, gracias! ¡San Pablo os aliente; la Virgen, Reina de los Apóstoles y Madre de la Iglesia, os ampare!
En nombre de su Hijo, recibid nuestra más amplia y cordial bendición apostólica.
Por la tarde del 28, en el Salón de! EUR, del Palazzo dei Congressi, con capacidad para más de seis mil butacas, continuo el desarrollo de la Ultreya, bajo la Presidencia, del Cardenal de Tarragona, y con la participación de Mons.Hervás y de los Asesores y Presidentes de los Secretariados de cada país.
Reuniones de Grupo, como ocurre en cualquier Ultreya, con la única diferencia de que los Grupos se montaban con gentes de diversa nacionalidad, de raza, de color diversos, todos fueron pasando revista a sus compromisos con Cristo y la cristiandad, preparados para compartir en Ultreya, por vez primera a ritmo de Iglesia Universal, sus vivencias cristianas.
Por exigencias de tiempo, tuvo que limitarse el número de los qué intervendrían con sus testimonios. Sólo representantes de los Secretariados de México, Ceylán, Argentina, Angola, Venezuela, Austria, Italia, Estados Unidos, Mozambique, El Salvador, Colombia, Brasil, Japón, Bolivia, Perú, Portugal, un cubano residente en Miami, y Filipinas podrían dar el suyo. Cada vivencia sería resumida en los distintos idiomas
La Ultreya fue clausurado por un Mons.Hervás, lleno de gratitud, de fervor, de luz y de aliento.
El domingo 29 de Mayo, la Iglesia de San Andrea della Valle abriría sus puertas madrugadoras. El Cardenal de Arriba y Castro, Monseñor Hervás y un sacerdote por cada uno de los 27 países representados, oficiarían la Misa Concelebrada de Acción de Gracias y Clausura. Era día de Pentecostés y quedaba evidentemente comprobado que el Espíritu Santo anda siempre muy familiarmente en las cosas de Cursillos.
– La 2ª ULTREYA MUNDIAL se llevará a cabo en 1970 en Ciudad de Méjico, en el marco del 2º Encuentro Mundial y del 2º Encuentro Latinoamericano, y como digno broche de oro de estos. Los actos de esta 2ª Ultreya Mundial comenzarían el jueves 21 de Mayo, con la recepción del Delegado Papal y con la Hora Apostólica en la Iglesia Catedral, a las 20.00 hrs y continuarían el viernes 22, con espectáculos folklóricos en la Plaza de México y con un espectáculo oficial a las 20.00 hrs en la misma Plaza de México.
Desde las primeras horas del sábado 23 de Mayo, se iniciría la gran concentración para el acto central de la Ultreya. Las graderías del colosal embudo, considerado como la Plaza de Toros más grande del mundo, se fueron llenando «de colores», Las rampas y los pasillos veían desfilar a las delegaciones venidas de todos los rincones del orbe. Hacia las diez de la mañana, la monumental plaza tenía cubierta las tres cuartas partes de su capacidad total y el murmullo de casi cincuenta mil personas, caía sobre la gran pancarta extendida sobre la arena del ruedo y que representaba la figura de Cristo, realizada con flores como un homenaje de Tlaxcala a la gran reunión de Cristianos.
En un impresionante orden la multitud, sentada o de pie sobre la dureza del cemento, lanzaba su voz sonora con un mensaje de alegría que rebotaba sobre la inclinación de las gradas y formaba un eco tumultuoso sobre el gran escenario.
Cantos y oraciones, gritos colectivos, gritos de barras y vítores se repetían entre los diversos grupos, contagiados de una mística hermandad.
Era un solo idioma, el idioma universal del Amor, una estruendosa reunión con un solo objetivo, acercarse cada vez más a Cristo y a su maravillosa doctrina. Eran una conjunción de ideas, eran cantos de alabanza, era una expresión de ánimo que aglutinaba a cerca de cincuenta mil almas en el corazón de México.
Realmente se trataba de un espectáculo maravilloso: ver a esa gran asamblea aguantar, llena de gozo y sin decaer un minuto en su alegría, cerca de trece horas de sol, con lluvia, con incomodidades, con sed y en algunos casos hasta con hambre, con una tranquilidad y un espíritu de sacrificio extraordinario
La 2ª Ultreya Mundial comenzaría a las diez de la mañana, pero desde varias horas antes, sin que se registrara ni un solo incidente, el anfiteatro de la Plaza de Toros había comenzado a llenarse de cursillistas que en grupos, cantando, luciendo escarapelas y pancartas indicando su país de origen, vistiendo trajes regionales y portando instrumentos, sombreros y distintivos.
Los vivas y hurras se mezclaban. A la bim, a la bam, a la bim bom ba, Pablo VIº, Pablo VIº, ra,ra,ra. Un sonoro rebote repercutía sobre el estrado donde se veía la gran mesa semicircular, sobre la cual, alineadas en perfecto orden, destacábanse las cestas conteniendo las cuarenta o cincuenta mil formas que se transformarían en el Cuerpo de Cristo.
Se iniciaron los actos. El silencio hacía el ambiente más imponente. La multiplicidad de colores: el rojo de los Obispos, el blanco de los sacerdotes, muchos de ellos con la vestimenta civil corriente, los hábitos monjiles y la heterogenea vestimenta de los cursillistas del mundo, sumados a las enormes pancartas bordadas por los cursillistas de Dallas, Texas; y por los de Austria, y Brasil, y Colombia; o las banderas desplegadas por los venezolanos, los chilenos, los propios mexicanos o los españoles, daban un marco espectacular al evento, generando una verdadera orgía de colores y voces que sólo se detendrán cuando hagan su entrada al redondel, la procesión de sacerdotes, que en número de cuarenta, encabezados por el Arzobispo Primado de México, Monseñor Darío Miranda, y suban al altar, que ocupaba un tercio del ruedo, dando así inicio la Santa Misa.
Ahora la plaza de toros es un hervidero orante de profundo respeto: la voz de los prelados inicia la celebración: «La Gracia y la Paz de Dios, Nuestro Padre y de Jesucristo, El Señor, esté con todos vosotros», y al unísono, como una marejada altisonante contra el cielo infinito se escuchan cerca de cincuenta mil voces que responden: «Y con tu espíritu…». Un fervor que electriza se palpa cuando la voz se hace cántico anunciando «Gloria a Dios en el Cielo» y cuando todo el conglomerado alza la entonación vibrante: «Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso»…Se reza la oración que nos dejó Cristo: «Padre Nuestro que estás en los cielos … perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden…». De pie, con la cabeza descubierta, con la mirada reposada dirigida hacia el alto infinito, la gran Hermandad, esas mismas cincuenta mil almas, con profundo recogimiento, transforman el momento cumbre de la Consagración en un mensaje de Amor y Conjunción con la Sangre y el Cuerpo de Cristo.
Al momento de la Comunión más de doscientos sacerdotes de todas las latitudes, de los mas variados lugares del mundo, portando el simbólico mensaje Eucarístico, se desplazarán por los angostos desfiladeros de las gradas del anfiteatro, llevando la comunión a los fieles, en un acto de fervoroso recogimiento.
Cerrando la Eucaristía, el Mensaje de Paulo VIº, que al igual que en la 1ª Ultreya Mundial de Roma, había querido dirigir una palabra especial a los Cursillos. El texto íntegro de este Mensaje se reproduce en el Capítulo 9 de esta historia: EL SANTO PADRE Y LOS CURSILLOS.
Terminada la Misa, y bajo un medio sol filtrándose entre nubes que amenazaban lluvia, se iniciaría el almuerzo. Asombroso será incluso observar que ni en este momento se produjo desorden o incidentes que lamentar, sino por el contrario, una extraordinaria coordinación y dominio de los organizadores de la Ultreya
A continuación del almuerzo se aviva la hermandad con la rica comunicación de experiencias que se intercambian en las Reuniones de Grupo, en las que se compartiran impresiones por más de una hora, formándose los grupos con participantes de los distintos países, como una manifestación mas de cariño y de hermandad cristiana.
Hacia las cinco de la tarde se inician las Vivencias, dichas con gran sinceridad, provocando diferentes estados de ánimo en la concurrencia. Pero en general, todas con un mensaje de abnegación, de amor y de sacrificio.
Después de las Vivencias, el Rollo Místico, dado por Monseñor David Picao, Obispo de Santos, Brasil, en su idioma natal, hablando despacio y claro, entregando un mensaje de esperanza y recalcando la necesidad de continuar en el trabajo apostólico por el bien de todos.
En un lugar especial reunidos Mons.Hervás, el Padre Juan Capó, Eduardo Bonnin, el Padre Pedro Hernández, fundador de los Cursillos en México, y el Padre Cesáreo Gil de Venezuela, entre otros, observaban entusiasmados la maravilla del encuentro.
En la clausura del magno evento, el Arzobispo de México dirigió la palabra a todos los concurrentes en sus idiomas nativos.
Los fuegos artificiales rubricarían el fin del acto en un derroche de colores y símbolos, con la gran conclusión: el lenguaje único del Amor «Dios un solo idioma, una sola esperanza».
El domingo 24, para cerrar definitivamente el encuentro, en el atrio de ese maravilloso Santuario de la Virgen de Guadalupe, se oficiaría una Misa concelebrada, ante unas cuarenta mil personas que llenarían el amplio espacio.
* Como lo hicimos con la 1ª Ultreya Mundial, por el profundo significado que tiene el Mensaje del Papa Paulo VIº, reproducimos a continuación el texto completo de sus palabras a los Cursillos de Cristiandad: (Publicado en L’Osservatore Romano.- 31 Mayo 1970)
2ª ULTREYA MUNDIAL – MEJICO, 21.05.1970
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA PAULO VIº
Cursillistas de Cristiandad, Hermanos e Hijos amadísimos:
Gran alegría y consuelo sentimos en estos momentos al poder alargar nuestra presencia espiritual por medio de estas palabras y hasta esa Ciudad de México, tan querida y amada, hoy convertida en escenario ante el mundo de un acontecimiento especial: la Segunda Ultreya Mundial de los Cursillos de Cristiandad. Habéis llegado por todos los caminos, fieles a una concepción peregrinante de vuestro estilo ascético, para celebrar bajo la luz del Espíritu y el sabio consejo de vuestros Pastores, un encuentro fraternal de estudio y oración.
No es la primera vez que nos dirigimos a vosotros. Permitidnos recordar las voces de otro encuentro, en el Vaticano, cuyos ecos resuenan todavía con la misma firmeza y emoción que supisteis dar a las promesas de ser apóstoles, dar testimonio de la belleza de la Iglesia, realizar el programa del Concilio. Quisiéramos también ahora confortamos con nuestras palabras – breves y sencillas – pero dictadas por el amor.
Escrutando las inquietudes del mundo que vosotros queréis llevar a Cristo se observa un hecho real: el interés de las nuevas generaciones por los ideales sanos y puros, por los hombres que los encarnaron. ¿Podemos los cristianos, con justa esperanza, mirar estos síntomas con espíritu de fe para acomodar nuestro mensaje a las realidades consoladoras que se nos anuncian? La respuesta es gratamente afirmativa y la misión del cristiano será perseverar en el empeño de conciliar la actividad de apostolado con una nueva situación que exige soluciones precisas y justas, verdaderas y cabales.
En esta tarea, el apóstol debe encontrar una afirmación vital que nazca de su experiencia propia, de los ideales más familiares y cercanos al fondo de su vida cristiana. Y ¿cuál es el ideal más cercano, más familiar para un cristiano? La respuesta sólo es una: Cristo.
El es el Hijo de Dios que se hace Hombre entre los hombres; lo encontramos, sobre todo, al lado de los que sufren, de los niños, de los pobres para ofrecerles la salud, el reino de los cielos, la gran riqueza de poseer a Dios; lo vemos caminar cañadas y subir repechos diciendo a los que le siguen: «Yo soy el Camino de la Verdad y la Vida» (Jn.14,6). La gente, deslumbrada, le llama «Salvador», «Maestro», «Señor». Jesús de Nazaret es fascinante y su figura ha quedado en los evangelios como ideal del hombre perfecto. Seguir sus pasos es un caminar por el mundo haciendo el bien.
Los cristianos han de acelerar los tiempos de la conformación del hombre actual al modelo de Cristo con un impulso y estilo peculiar. ¿Qué fuerza les impele a ello? La fuerza de su vida interior alimentada por la participación en los sacramentos de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía. Tenéis que presentar al mundo el rostro de un modelo fiel, la inmensa simpatía de un ideal sublime y excelso. Esta es una tarea que debéis emprender a partir de vuestra amistad con Jesús, de vuestro conocimiento de El, de vuestra configuración cristiana. Lo sabéis muy bien vosotros, Cursillistas de Cristiandad que hicisteis de Cristo el Amigo, el Maestro, el Señor.
Vuestra vida comienza así una nueva etapa: la del testimonio. Es lícito preguntarse: ¿hacia dónde dirigir las energías, las actividades de apostolado?. No será difícil encontrar los campos para vuestros generosos deseos. Os recordaremos especialmente al del amor en la familia, la santificación del hogar cristiano que constituye el núcleo de vida más amable y más cercano.
Llevad también el cristianismo, a manos llenas, al ambiente profesional de vuestro trabajo. Una forma auténtica de testimonio cristiano es el compromiso concreto, sostenido por la gracia y en colaboración con todos los hombres de buena voluntad y dispuestos a la edificación de una sociedad en la que sea posible la verdadera promoción humana en la aplicación de la justicia social y en el respeto de la dignidad y libertades fundamentales de todos.
Junto con vuestros Pastores estudiad los caminos aptos para la difusión del Evangelio. Pero, sobre todo, sed hijos fieles de la Iglesia. El mundo busca unidad de pensamiento, de soluciones, de doctrina, de ideales. Permaneced siempre con la Iglesia, leales a sus orientaciones, seguros de que así la proyección de vuestra vida cristiana tendrá no sólo unidad sino también los signos claros y atrayentes de la autenticidad y la eficacia.
¡Animo, Cursillistas! Peregrinad los caminos del mundo llevando en vuestro rostro, con firmeza y serenidad, el sello divino de la gracia. Que florezca en todo el mundo, con mil colores, vuestra amistad con Cristo. Que la Virgen de Guadalupe y San Pablo Apóstol, que Nos mismo hemos declarado vuestro celestial Patrono, os ayuden a vivir siempre estos ideales cristianos. Con estos deseos y en prenda de abundantes gracias del cielo recibid, señor cardenal de la Ciudad de México, venerables hermanos en el Episcopado, queridos sacerdotes y cursillistas asistentes a la Segunda Ultreya Mundial una especial bendición apostólica que muy de corazón extendemos a vuestros familiares y compañeros.
El último documento que registramos de Paulo VIº relacionado con los Cursillos, será una carta que le dirigirá a Mons. Hervás al dejar este el Obispado de Ciudad Real:
FACSIMIL DE LA CARTA AUTOGRAFA
ENVIADA POR S.S. PAULO VIº A MONS. HERVAS
CON MOTIVO DE SU RENUNCIA POR ENFERMEDAD,
COMO OBISPO DE CIUDAD REAL.- VATICANO 14 DE OCTUBRE 1976
A Juan Pablo II no le correspondió ser testigo presencial de ninguna Ultreya Mundial. Sin embargo, su preocupación y su complacencia con la labor que los Cursillos desarrollan ha querido ponerla de manifiesto en más de una oportunidad, ya sea recibiendo en audiencias y entregando su palabra a Dirigentes del Movimiento, ya haciendo llegar su Mensaje en acontecimientos importantes del Movimiento.
· Es así como con motivo de la celebración de las Bodas de Oro Sacerdotales de Monseñor Juan Hervás y Benet, quién, en lo que había significado una verdadera fiesta para el pueblo de Puzol, había sido ordenado sacerdote el 16 de Junio de 1929 y cantado su Primera Misa el 24 de ese mismo mes, S.S. Juan Pablo IIº quiso hacerle llegar su saludo, su gratitud y su reconocimiento.
Este Pastor, que muy pronto – con sólo treinta y ocho años de edad – había sido convocado a la plenitud de su sacerdocio, siendo designado Obispo Auxiliar de Valencia, Obispo Coadjutor primero y después Residencial de Mallorca y Obispo de Ciudad Real, y que tendría una brillante participación en el Concilio Vaticano lIº, con prolijas intervenciones, notables por su ponderación y su amor a la Iglesia, merecía en la celebración de estos cincuenta años de entrega, este regalo del Pontífice.
En mayo de 1979, en una nota, en la cual reconoce que su nombre se perpetuará, sobre todo, como Obispo Promotor de los Cursillos de Cristiandad, Cursillos, a los que nutrió con su doctrina, defendió con su arrojo, alentó con su apoyo, difundió con sus escritos y por los que también mucho sufrió, el Santo Padre le señala:
Al venerable Hermano JUAN HERVAS Y BENET,
Obispo Títular de Alinda, Prelado Dimisionario de Ciudad Real
Venerable Hermano:
Síendo inminente la fecha íntimamente gozosa de tu jubileo sacerdotal, también yo deseo expresarse mis felicitaciones, deseos y augurios, con los que quede de manifiesto mi afecto hacía tí. Pues, al considerar a todos los Obispos como hermanos, apóstoles de las Iglesias y gloria de Cristo (cfr. 2ªCor,8,28), según la mente de San Pablo, es muy conveniente que, al menos a través de estas letras, comparta tu gozo y contigo dé gracias a Dios, de quien procede – todo bien y toda dádiva perfecta – (Jac,1,17).
Hace cincuenta años que fuiste llamado a los más excelsos honores de esta tierra y a las responsabilidades más graves; fuiste revestido de la dignidad sacerdotal y después elevado, por la consagración episcopal, a la plenitud del sacerdocio. Nos consta con qué celo, por la gloria de Dios y por el bien de las almas, has trabajado durante toda tu vida, y de qué manera has ejercido los cargos que te fueron confiados junto con el orden presbiteral.
La Iglesia mallorquina primero te tuvo como Obispo bueno y fiel, pastor entregado a la grey, solícito por las necesidades de los fieles y por el bien de las almas. Cuando más adelante, en el año 1955, te fue confiado el gobierno de la Prelatura de Ciudad Real, idéntico celo sacerdotal, nacido de una fe solidísima y de tu fidelidad a la Cabeza visible de la Iglesia, te impelió a mirar por el bien pastoral de la nueva comunidad, con excelentes iniciativas. Entre otras cosas, creaste nuevas parroquias, cuidaste de la restauración del templo catedral.
Destacó, sin embargo, tu celo de pastor en el cuidado especial para promover eficazmente la formación religiosa, principalmente por medio de los Cursillos de Cristiandad, que tú promoviste y cuidaste que se difundieran en la América Latina.
Muchas otras iniciativas llevaste a efecto para una acertada renovación de la Liturgia sagrada, y dedicaste esfuerzos infatigables a la catequesis y a la formación de los adultos, valiéndose de fieles seglares, que asociaste eficazmente a tu trabajo, en el cultivo de la viña del Señor.
Tienes, pues, motivos de alegría, Venerable Hermano, y de dar muchas gracias al Dador de todo bien, por la abundante cosecha de frutos espirituales que El te ha concedido recoger.
Que la Virgen María, madre fecunda de los Apóstoles y de los Obispos, te sonría siempre, y te alcance abundantes dones del cielo para ti y para todos los que contigo celebren esta fiesta natalicia de tu sacerdocio.
Estos ardientes deseos, que de todo corazón te hemos manifestado, se ven confirmados por la Bendición Apostólica que con gran amor te impartimos.
Ciudad del Vaticano, 26 de mayo de 1979, primero de nuestro Pontificado.
Juan Pablo II, Papa
·
El 17 de abril de 1980 marcaría un hito importante en la marcha del Movimiento de Cursillos. Ese día el Santo Padre va a recibir en audiencia privada, en representación del Movimiento, a Monseñor Hugo Polanco, Arzobispo Consiliario de la Oficina Latinoamericana de Cursillos, a Monseñor José Capmany, Obispo Consiliario del Secretariado Nacional de España y del Grupo Europeo de Trabajo, a Andrés Dauajhre, Presidente del Secretariado Nacional de la República Dominicana y de la Oficina Latinoamericana, a Antonio Illana, Vicepresidente del Secretariado Nacional de España y del Grupo Europeo, y a el P. Diego Bona y Nestore Zuccari, Consiliario y Presidente, respectivamente, del Secretariado Diocesano de Roma. La audiencia que duraría alrededor de treinta minutos, se desarrolló en un ambiente de insólita e inexpresable cordialidad.
– «Cursillos, Cursillos, curso pequeño, vivencia fuerte»…
Con estas frases inició el encuentro Juan Pablo lI, demostrando que el Movimiento no le era desconocido.
En unas palabras iniciales, Monseñor Capmany ofrecerá al Papa unos libros -«Cursillos de Cristiandad, instrumento de renovación cristiana», «Ideas Fundamentales», «Para caminar en Cursillos de Cristiandad»,- y un álbum de fotografías, a través de las cuales se puede entretejer la historia de Cursillos. Juan Pablo IIº fue hojeando el álbum, comentando algunas de sus frases.
Poco a poco el Papa se iría interesando por la marcha del Movimiento, dialogando con cada uno de los participantes. Preguntó por el grado y porcentaje de perseverancia, frente a lo cual Monseñor Polanco le indicó que, al no ser Cursillos una asociación, resultaba difícil dar cabal respuesta a la pregunta, si bien estimaba que, al menos en ciertos lugares, era alta la cota de los que permanecían fieles a sus compromisos.
En un momento de la audiencia, el Santo Padre, movido seguramente por la descripción que acababa de recibir, no sólo de América y Europa, sino también de los diez países asiáticos en los que el Movimiento va proclamando su función de evangelización, preguntó a boca de jarro:
-«¿Que puedo hacer por cursillos?».
Oportunidad que no dejó pasar el P. Bona, Consiliario del Movimiento en Roma, para invitarlo para que el 30 de abril de 1980, se dirigiera a los Cursillistas que, con motivo de la 1ª Ultreya Nacional de Italia, se reunirían en la Plaza de San Pedro, a la hora de la Audiencia General. Asimismo Andrés Dauajhre, Presidente de la Oficina Latinoamericana, se introdujo en el diálogo para informar al Vicario de Cristo que, en junio de ese año, Santo Domingo, República Dominicana serviría de marco para la celebración del Vº Encuentro Latinoamericano de Dirigentes de Cursillos. Juan Pablo iba tomando nota con un lápiz rojo y azul. Y, sin dudarlo, adquiría el compromiso de saludar a la Uitreya de Italia y de llegar, con un mensaje, hasta el Encuentro de Santo Domingo.
Al saber, en el decurso de la audiencia y por directas preguntas suyas, que los Cursillos no habían llegado todavía a ciertos países de Europa, Juan Pablo IIº formuló categóricamente este encargo:
-«Llevad los Cursillos a Francia y a Polonia».
La petición no cayó en saco roto y en aquellos mismos días se iniciaron en Roma las primeras gestiones y contactos, estudiándose la estrategia a seguir para lograr que Polonia y Francia puedan experimentar, en plazo rápido, la llamada de Dios que conlleva el Movimiento de Cursillos.
A los nervios propios del momento, sucedió, por obra y gracia de la cordialidad y de la sencillez del Papa, una corriente de familiaridad, que pronto hizo olvidar a los participantes en tan feliz encuentro, que estaban ante el Conductor y Maestro de toda la Iglesia, ante el líder seguramente más destacado de la actualidad mundial, ante el Padre que alienta, que anima, que se interesa por los problemas de todos.
Para ellos la figura del Santo Padre se ensanchó aún más, si ello es posible, al constatar que por encima de las estrecheces de su tiempo y de la multiplicidad de sus problemas, estaban con el hombre abierto, afable, tremendamente afectuoso, que hacía sentirse plenamente a gusto en su presencia.
Para el Movimiento de Cursillos estas, del 17 de abril de 1980, han sido una de sus horas más profundas y más esperanzadoras. El corazón del Padre había sintonizado con el nuestro, y los representantes de los distintos Continentes se dispersaron en un clima de profundo compromiso.
· Una nueva intervención de Juan Pablo II a los Cursillos de Cristiandad la registramos con motivo de la 2ª Ultreya Nacional de Italia:
2ª ULTREYA NACIONAL DE ITALIA – ROMA, 20.04.1985
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
Muy queridos hermanos y hermanas, que estáis tornando parte en la Segunda Ultreya italiana de «Cursillos de Cristiandad».
Me produce especial alegría este encuentro con vosotros, aquí en la Basílica Vaticana, donde se ha celebrado la Santa Misa con vosotros y para vosotros. En ella habéis hecho profesión de fidelidad al Papa con la intensidad y entusiasmo, con que ahora me expresáis vuestra adhesión y vuestro afecto.
En este encuentro, junto a la tumba de San Pedro, se concentra la historia de vuestro Movimiento, pues con él se consolidan la fe en Cristo Jesús y en su Evangelio, el amor y adhesión a la Iglesia y la pasión por el hombre.
A todos os saludo con suma cordialidad. Dedico una palabra especial al señor Cardenal Eduardo Pironio, y os animo en vuestro empeño de ir siempre «más adelante» – Ultreya -, cual verdaderos servidores del Evangelio, hacia el hombre, hacia todo hombre.
Mi aprecio a vuestro Movimiento procede, ante todo, de saber que, con su pedagogía peculiar, acerca a Dios, fomentando en sus miembros, individual y comunitariamente, una relación firme y concreta con Cristo Señor y un «primer anuncio», que permite comenzar una experiencia de vida cristiana madura.
En segundo lugar, de la constatación de vuestro propósito de vivir el Bautismo auténtica y constantemente, en plena unión con la Iglesia y su Magisterio, preocupándoos por ser levadura evangélica donde vivís y trabajáis.
Partiendo de aquí, mi aprecio se transforma en exhortación, a fin de que, cada vez más, seais agentes de evangelización.
CAMBIO INTERIOR.-
Para ser evangelizadores auténticos, es preciso aprender a estar ante Dios; es necesario educar la mente y el corazón para mirar a Cristo, dirigiéndose a El con afecto, amándolo, porque sólo si conseguís que Cristo sea la meta constante de vuestra vida, podréis animar cada vez más al mundo con su Espíritu.
Evangelizar es anunciar la tamilíarídad que tiene Dios con el hombre en Cristo, de la cual se ha tenido experiencia: «La Vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna, que estaba en el Padre y se nos manifestó» (1ªJn.1,2). Por consiguiente, evangelizar es llevar la Buena Noticia de Cristo «a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad… Pero no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar hombres nuevos, con la novedad del Bautismo y de la vida según el Evangelio. La finalidad de la evangelización es, por consiguiente, este cambio interior» («Evangelii Nuntiandi», 18).
Evangelizar es persuadir a la conversión, que con la fuerza del Evangelio cambia «los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de Interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación».(«Evangelii Nuntiandi», 19).
Convertirse quiere decir aceptar plenamente el abrazo entrañable y exigente de Uno más grande que nosotros, cuya fidelidad y misericordia son infinitas.
La persona que nace a la fe, sigue siendo siempre un ser herido en la inteligencia y la voluntad. Con la renovación de la conciencia y la vida, la conversión y penitencia permiten así reparar las fracturas, cicatrizar las heridas e instaurar la unidad esencial en todos los niveles. «Convertirse es cambiar la vida en coherencia con el cambio de corazón» («Reconciliatio et paenitentia», 4).
Anunciar la conversión significa llevar al mundo el perdón de Dios, el misterio de piedad que es Cristo, el «si» misericordioso del Padre al hijo que vuelve a casa, seguro del amor gratuito, al cual confiarse. Es construir una realidad humana nueva, teniendo a Cristo como impronta, como sigilo indestructible de una vida enraizada en Dios y, por lo mismo, llena de significado.
Convertirse es mensurar el propio ser y el propio actuar desde la altura de Dios, desde su abrazo misericordioso, seguros de que «quien comenzó la buena obra, la llevará a cabo» (Fil.1,6).
PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO.-
Los «Cursillos de Cristiandad» son también instrumento, suscitado por Dios, para anunciar el Evangelio en nuestro tiempo, para que los hombres se conviertan a Cristo, para que se salven las almas y para que sobre la tierra haya paz en la verdad y la caridad.
Pero indudablemente vuestro Movimiento tiene características peculiares que lo hacen realmente eficaz sólo si se realizan y se viven totalmente.
Recordando un elemento fundamental del programa formativo de los «Cursillos», podemos decir que Jesús Redentor mira a la humanidad de tres maneras diferentes. Por una parte, está la mirada de Jesús al joven rico (Mc.10,17-22) para llamarlo a una vida de fervor más intenso y de total entrega a la verdad y al testimonio; está también la mirada de Jesús a las multitudes «fatigadas y decaídas como ovejas sin pastor» (Mt,9,36), para invitarlas a la oración pidiendo «obreros» generosos para la mies de Dios; y está, por último, la mirada de Jesús a Pedro tras la negación (Lc.22,68), para reprenderle por su cobardía y animarle al dolor y a la confianza.
Pues bien, esta humanidad representada en los sucesos descritos en el Evangelio, se asoma cada día a vuestras ansias apostólicas: están los alejados de la verdad y de la gracia, que viven en el error o en el pecado; están los inquietos e inseguros, que buscan con afán el significado de su existencia y el fundamento del universo entero; están los tibios e indiferentes que, cansados y desalentados, recorren el camino de la vida sin problemas ni interrogantes trascendentales.
PARA SER FERMENTO EN LOS AMBIENTES.-
Pues vosotros, que pertenecéis a los «Cursillos de Cristiandad», debéis ser precisamente fermento en los diversos ambientes de la sociedad moderna para conseguir que el hombre de hoy se encuentre con la mirada de Cristo Salvador. Se trata de una tarea maravillosa y formidable, un ideal grandioso que exige empeño generoso, en orden a aprovechar la posibilidad de formación espiritual que ponen a vuestra disposición los Cursillos; sólo si os preocupáis cuidadosamente de vuestra formación, seréis verdaderamente capaces de evangelizar el ambiente en que vivís con el testimonio coherente cae vida cristiana en la familia, el matrimonio, el trabajo, la escuela, según el espíritu de la “profesión de fidelidad al Papa», que habéis proclamado, y que abarca un programa serio y completo de vida cristiana.
Poneos, pues, al servicio de las parroquias y de las diócesis, sea para catequesis de niños y adultos o para la animación de actividades varias en consultorios, tareas sociales y civiles, voluntariado, cuidado de los pobres y de las personas que sufren.
Cristo cuenta con vosotros y vosotros podéis contar con su gracia.
Por consiguiente, os exhorto a no conformaros con la mentalidad de este siglo, sino a transformaros renovando vuestra mente para discernir así la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable a El y perfecto (Cf.Rom.12,2), y ruego por vosotros a la Virgen María para que os ayude a estar abiertos como Ella a la iniciativa de Dios en vuestra vida y ser testigos de su amor.
Pidiendo para vosotros y cuantos representáis la abundancia de dones, os bendigo de corazón.
Probablemente existan, al menos globalmente, algunos precedentes en el sentido de que tanto en el pontificado de Juan Pablo IIº, como en los de Paulo VIº, Juan XXIII y Pio XII, los Papas hallan orado por el éxito espiritual y apostólico de los Cursillos, dentro de la intención general de los Movimientos y Asociaciones de la Iglesia, ya que sobre sus hombros y su corazón gravita la solicitud por todas los iglesias y, consecuentemente, por todas sus instituciones, actividades y proyectos.
· Pero tenemos antecedentes concretos que con ocasión del Cursillo de Hombres Nº 406 de Madrid celebrado entre el 14 y el 17 de abril de 1988 los responsables de este movieron los hilos precisos para conseguir que llegara al conocimiento del Santo Padre la celebración de su Cursillo y para que aquél interviniera en la «palanca» o «intendencia» del mismo.
Imaginamos cual sería la sorpresa, la satisfacción y consuelo de todos, cuando el Santo Padre, hizo llegar al Cursillo, a través de Monseñor Agustín García Gasco, Obispo Auxiliar de Madrid, hoy Secretario de la Conferencia Episcopal Española, el siguiente telegrama, que fue leído en la Clausura:
Ese mismo año 1988 Juan Pablo IIº, con motivo de la celebración de los 25 años del Movimiento en Chile, hará llegar a la 3ª Ultreya Nacional, celebrada con motivo de este acontecimiento el siguiente telegrama, cuyo facsimil reproducimos:
La siguiente oportunidad en que Juan Pablo IIº se va a dirigir a los cursillistas y que tenemos registrada es con motivo de la 3ª Ultreya Nacional de Italia:
3ª ULTREYA NACIONAL DE ITALIA – ROMA, 24.11.1990
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
1.- Con gran alegría os acojo a todos vosotros, queridísimos hermanos y hermanas, venidos a Roma para participar en la Tercera Ultreya Nacional de los Cursillos de Cristiandad. Saludo a mis venerados hermanos en el episcopado aquí presentes; saludo a los coordinadores diocesanos, a los responsables territoriales y a los miembros del grupo de trabajo interdiocesano, que constituyen las “estructuras de comunión” de vuestro movimiento.
Os abrazo con efecto a cada uno de vosotros, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que ofrecéis vuestra contribución a la evangelización, poniendoos al servicio de la pastoral diocesana.
Habéis deseado ardientemente que los trabajos de esta jornada previeran el encuentro con el Sucesor de Pedro, para afirmar una vez más vuestra voluntad firme de servir a la Iglesia acogiendo toda directiva del Magisterio y conformándoos a sus orientaciones pastorales. En efecto, tenéis el compromiso de permanecer siempre en sintonía y obrar en estrecha unión con la comunidad eclesial. Tenéis la misión especial de evangelizar a la sociedad, cuidando la formación de las conciencias y penetrando los ambientes en los que vivís con el espíritu evangélico.
SEGUIMIENTO EXIGENTE DE CRISTO.-
2.- El término Ultreya, tan familiar para vosotros, remite a la imagen sugestiva de la vida cristiana como itinerario de conversión interior y como peregrinación espiritual. Subraya que nuestra existencia de creyentes es el seguimiento exigente de Cristo, quien nos pide que vayamos siempre más allá de nuestros proyectos y aspiraciones; Jesús nos invita a negarnos a nosotros mismos, a tomar la cruz y a seguirle (cfr.Mt. 16,24). Sólo así nos convertimos en hombres “nuevos», fermento vivo de un mundo renovado.
La humanidad tiene necesidad de apóstoles del Evangelio. De apóstoles que no antepongan nada a la fidelidad a Cristo; de hombres y mujeres que proclamen la verdad y trasmitan, con la coherencia de su comportamiento, la alegría de haber encontrado al divino Salvador; de personas que sepan hablar de Dios y dar testimonio de su amor a los hombres de su tiempo, expuestos a tantos atractivos efímeros y distraídos por ideologías consumistas con frecuencia deshumanizantes.
MIRAR CONSTANTEMENTE A JESUS.-
3.- Vuestro papel en la Iglesia, queridos hermanos y hermanas, consiste en crear núcleos de creyentes que lleven el mensaje de la salvación a todo lugar, haciendo valer el peso de su opinión no con la imposición, sino con la credibilidad de su testimonio. Se trata, como a vosotros mismos os gusta repetir, de “vertebrar” este mundo nuestro, construyendo “vértebras» cristianas para la sociedad. Es más, vosotros mismos debéis ser estas “vértebras” espirituales para permitir que el Evangelio se transforme en el esqueleto dé la humanidad renovada por el Espíritu Pero para poder desempeñar un papel tan delicado es necesario, ante todo, que redescubrais vuestra vocación y la profundicéis cada día mediante el encuentro personal con la gracia y la misericordia divina; debéis alimentamos de oración incesante, para que seáis auténticos adoradores del Padre y discípulos asiduos de su palabra; la participación frecuente en los sacramentos de la reconciliación y de la Eucaristía os es indispensable para perseverar en el camino de la santificación. Los ojos de vuestro espíritu deben mirar constantemente a Cristo, al tabernáculo, porque es del misterio eucarístico de donde recibís la luz y la fuerza necesarias para avanzar por el camino de la santidad.
Asimismo, en esta perspectiva resultan muy útiles la dirección espiritual y la participación regular en las jornadas de convivencia, en los retiros y en los ejercicios espirituales, así como también en los demás encuentros de formación previstos por vuestro movimiento. De esa forma, experimentareis cuan sorprendente es la acción del Espíritu Santo y de la gracia de Dios que transforma la existencia del creyente.
INSTRUMENTOS DE SU AMOR.-
4.- “Cristo cuenta conmigo; yo cuento con él».
Esta breve expresión sintetiza bien el empeño misionero que se os confía. Todo os llega de él; pero El os pide la disponibilidad para poder obrar eficazmente a través de vuestras personas. Sed por tanto dóciles instrumentos de su amor, intrépidos testigos y humildes servidores suyos. El “rollo», el anuncio viviente que habéis recibido, debéis seguir difundiéndolo debéis seguir difundiéndolo: vosotros mismos debéis ser el anuncio vivo del Evangelio.
Con el espíritu imbuido de esperanza y de ardor misionero “gritáis» vuestra fidelidad a Cristo sin faltar jamás a sus esperanzas. Gritadlas, con la vida, en el cumplimiento cotidiano de vuestro deber. Sabéis cuán apasionante es trabajar por el reinode Dios y conocéis bien la sed espiritual del corazón humano.
«Una grande, comprometedora y magnífica empresa” – escribí en la exhortación Chrístifideles laící – “ha sido confiada a la Iglesia: la de una nueva evangelización, de la que el mundo actual tiene una gran necesidad. Los fieles laicos han de sentirse parte viva y responsable de esta empresa” (Enc. CL.- Nº 64) He aquí el campo apostólico abierto también a vosotros en estos años de gran importancia histórica: La Iglesia os pide que seáis instrumentos de reconciliación y de fraternidad, difundiendo la amistad entre cuantos viven cerca de vosotros. Os pido que contribuyáis a un nuevo florecimiento del mundo, transformado con frecuencia en un desierto a causa del egoísmo y el pecado.
UNA CADENA DE ORACIONES.-
5.- Queridos hermanos y hermanas, en los Cursillos de Cristiandad, después de haber experimentado durante los tres días del curso un fuerte impacto con el amor de Dios y con las exigencias prácticas que derivan de él, comienza lo que llamáis el cuarto día, que dura, prácticamente, toda la existencia. En este largo día – es decir cada día de la vida – debéis ser fieles, vigilantes y perseverantes. En toda ocasión debéis ayudaros y animaros mutuamente con el ejemplo y el apoyo fraterno, rezando incesantemente y ofreciendo al Padre celestial todo sufrimiento y toda prueba. ¿Acaso no es reconfortante saber que de todas las naciones del mundo, en las que el movimiento se ha difundido, se eleva hacia el cielo una cadena de oraciones a través de las llamadas ‘intendencias»?. Tal solidaridad espiritual, cuando se hace habitual, es una ayuda preciosa para que cada uno pueda perseverar en la propia vocación.
Mientras os animo a crecer en el entusiasmo y en la generosidad, confío a cada uno de vosotros y a todo el Movimiento a María, Madre de Cristo y de la Iglesia. Que ella os guíe y os sostenga: la Virgen os proteja siempre
En Su nombre imparto de corazón a todos mí bendición apostólica
· Tres años mas tarde, la 1ª Ultreya Europea recibirá su palabra:
3ª ULTREYA EUROPEA – SEVILLA, ESPAÑA, 12.06.1993
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
Vaticano, 3 de junio de 1993
Su Santidad Juan Pablo II, saluda con particular afecto a los organizadores y participantes en la 1ª Ultreya Europea del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, que se celebra en Sevilla con ocasión del XLV Congreso Eucarístico Internacional, y les alienta a permanecer fieles a la gracia recibida y a ser siempre testigos de los genuinos valores evangélicos en las sociedades europeas para que, reavivando las raíces cristianas de este continente, se construya una Europa del hombre y para el hombre, en la plenitud de sus derechos y en solidaridad fraterna
Al mismo tiempo, el Santo Padre les anima a hacer de esta efeméride una ocasión propicia para dar un decidido impulso en las tareas de la nueva evangelización, renovando el compromiso de apostolado, que incumbe a todo bautizado, de promover la paz, la justicia y el auténtico progreso, basado en la libertad genuina, es decir, en la elección que brota de la conciencia recta. Asímismo, Su Santidad exhorta a todos los cursillistas a una creciente formación cristiana y una activa participación en la vida litúrgica y caritativa la iglesia, colaborando con las iniciativas pastorales de cada diócesis.
Con estos deseos, y bajo la mirada misericordiosa de la Virgen María -Estrella de la nueva evangelización, el Sumo Pontífice eleva fervientes plegarias para que el Señor haga muy fecundos los trabajos de ese encuentro eclesial, mientras, en prenda de constante asistencia divina, imparte complacido la implorada Bendición Apostólica.
Giovanni Batista Re,
Card.Sustituto
· En 1995, con motivo de la 4ª Ultreya Nacional italiana, nuevamente el Papa tendrá una palabra para los cursillistas:
4ª ULTREYA NACIONAL DE ITALIA – ROMA, 06.05.1995
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
Queridísimos hermanos y hermanas:
1.- Doy mi más cordial bienvenida a todos vosotros, llegados desde las diversas regiones de Italia para participar en la 4ª Ultreya Nacional de los Cursillos de Cristiandad. Saludo muy particularmente a los Venerables Hermanos en el Episcopado aquí presentes y dirijo mi pensamiento en estos momentos a los sacerdotes y laicos que integran las “estructuras de comunión” de vuestro Movimiento, al mismo tiempo que doy gracias a Dios por la abundancia de dones y de luces con que actúa mediante todos y cada uno de vosotros.
La celebración de esta Ultreya Nacional está en consonancia con vuestro estilo de evangelizadores, que se refuerza con la experiencia de comunión con el sucesor de Pedro y con las diócesis, reafirmándose así la dimensión eclesial. Realmente, como nos recuerda la “Evangelii Nuntiandi”, “evangelizar no es nunca y para nadie un acto individual y aislado, sino profundamente eclesial”. “Cada uno de los evangelizadores evangeliza en nombre de la Iglesia, la cual a su vez, lo hace en virtud de un mandato del Señor” (Enc.EN.Nº 60).
2.- Vuestro Movimiento os pide ser fermento evangélico en la “masa” del mundo. Es tarea no fácil que supone una gran humildad y una sólida fe en el Señor. Actuando en el mundo donde no faltan signos de esperanza y de energías positivas seriamente dedicadas al servicio del bien, descubrís, sin embargo, cada día las grandes heridas que lo debilitan, como son la secularización y la indiferencia religiosa, la violencia que de vez en cuando aplasta a hombres y mujeres indefensos, el desprecio, a veces solapado, de la vida humana. Poneos, con vuestra discreta acción apostólica, de parte de esta humanidad herida, y disponedla para que acoja la Verdad del hombre: a Cristo. Después de haber preparado el terreno a la Gracia redentora, podréis ofrecer a muchos hermanos, mediante los Cursillos de Cristiandad, un encuentro intenso, liberalizador y gozoso con el Señor. Permaneced siendo siempre fermento vivo. Pero ¿cómo conseguir mantener este fervor evangélico?
3.- Vuestro programa espiritual y apostólico utiliza la imagen del “trípode” para indicar que la piedad, el estudio y la acción son las condiciones que garantizan la fidelidad a vuestra vocación.
El evangelizador es ante todo aquel que, habiendo encontrado la piedra preciosa de que habla el Evangelio, siente la necesidad de comunicar su hallazgo a los demás. Precisamente, en la escucha orante se puede captar la buena noticia del amor de Dios. La oración sigue siendo la gran ocasión para experimentar la alegría de ser los hijos amados del Señor. Así como también a la oración está ligada la necesidad que tiene el apóstol de vivir constantemente la Gracia divina. De hecho, no son sólo sus palabras sino, sobre todo, su identidad como templo del Dios vivo, y su configuración con Cristo, lo que suscita el deseo del encuentro con Dios en aquel que está alejado de Él.
“Adorad al Señor, a Cristo, siempre prontos para responder a los que os pregunten por la razón de vuestra esperanza” (1ªPe.3,13). Pedro sugiere otra dimensión irrenunciable del evangelizador: la necesidad de profundizar en el fundamento racional de la buena noticia mediante el estudio continuado de la Palabra de Dios y de la Tradición viva de la Iglesia. El principio guía del anuncio cristiano: la fidelidad a Dios y al hombre, requiere una atención constante a la cultura contemporánea.
Este estudio debe unir al rigor científico la dimensión sapiencial, que llevará a acoger el dato revelado como don y como gracia, estimulando a poder compartir con los demás la alegría de haberse encontrado con la Verdad.
Los primeros destinatarios de este compartir serán los mismos familiares: a este propósito os exhorto a vivir, a sostener y difundir la práctica recomendable de la lectura del Evangelio en familia, preciosa ocasión para un encuentro con el Señor.
Finalmente, la aproximación del tercer milenio cristiano, y la urgencia de la nueva evangelización, deberán encontramos particularmente dedicados, con renovado ardor y con métodos siempre decuados, a la acción misionera.
Ésta, como os lo propusisteis en la minimisión tenida por vuestro Movimiento en 1993, deberá ser siempre más minuciosa y estar más ramificada, para llevar a Jesús a todos los ambientes, testimoniando a los que están lejos el rostro misericordioso del Padre y una experiencia renovada de la Iglesia.
4.- Queridísimos hermanos y hermanas; Cristo os necesita, no os sustraigáis a su invitación. Sed generosos y valientes en la respuesta.
Que la 4ª Ultreya Nacional sea el principio de un nuevo camino de Gracia para vuestro Movimiento y para tantos hermanos que están lejos. Que María, la Madre de la IgIesia, os acompañe en el empeño cotidiano por la evangelización.
De todo corazón quiero animaros y os bendigo.
· Otro importante mensaje de Juan Pablo IIº lo tenemos en sus palabras a la 6ª Ultreya Nacional de España en 1997 programada en Roma, en el marco del Jubileo de los 2000 años del nacimiento de Cristo. Esta Ultreya del gran jubileo tendrá como tema: «Evangelizar los ambientes en el tercer milenio cristiano: un desafío para los Cursillos de Cristiandad”,
6ª ULTREYA NACIONAL DE ESPAÑA – ROMA, 19.04.1997
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
“Con ocasión de la Ultreya Nacional del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, que tiene lugar en Guadalajara, Su Santidad Juan Pablo II saluda cordialmente a los participantes en la misma y les alienta a comprometerse en el anuncio de Jesucristo en el propio ambiente familiar y profesional, cooperando a la vez en diversas actividades pastorales de las respectivas diócesis, de acuerdo con directrices episcopado para «proclamar el año de gracia del Señor» (Is.61,2). De este modo se podrá contar con la generosa colaboración de todos para atender los diversos sectores de cara a la nueva evangelización que ha de preparar el gran jubileo del año dos mil.
Asegurando su ferviente plegaria al Señor, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, para que los Cursillistas de Cristiandad sean fermento de auténtica vida cristiana en medio de la sociedad española, el Santo Padre les imparte complacido la implorada bendición apostólica”.
· Una nueva intervención de Juan Pablo IIº en relación a Cursillos, la tendremos con motivo de la 3ª ULTREYA MUNDIAL que teniendo como tema: «Evangelizar los ambientes en el tercer milenio cristiano: un desafío para los Cursillos de Cristiandad”, se llevará a cabo el 29 de Julio de 2000, en la ciudad de Roma, Italia, en el marco de la celebración del Gran Jubileo del año 2000, y con la participación de cerca de cuarenta mil miembros del Movimiento Cursillos de Cristiandad, procedentes de todo el mundo
Para muchos , mas que un acto o un evento, ella marcó un nuevo comienzo. Con ella acaba de empezar la aventura, de nuevo, del cuarto día. Porque la Ultreya no es una meta de llegada, sino una pista de lanzamiento, de arranque. A partir de ella tendríamos que disponernos a seguir caminando, peregrinando, hacia la Casa del Padre, con mucha mas fuerza, con el corazón renovado, con nueva ilusión.
Para muchos , mas que un acto o un evento, ella marcó un nuevo comienzo. Con ella acaba de empezar la aventura, de nuevo, del cuarto día. Porque la Ultreya no es una meta de llegada, sino una pista de lanzamiento, de arranque. A partir de ella tendríamos que disporernos a seguir caminando, peregrinando, hacia la Casa del Padre, con mucha mas fuerza, con el corazón renovado, con nueva ilusión.
Esta Ultreya Mundial quedará muy en los adentros de ese corazón nuestro que comenzó a palpitar un día al calor del encuentro con Cristo.
Algún día, en las horas bajas de la vida, en las dificultades del camino, recordaremos “aquel fantástico día” cuando, con el sucesor de Pedro, dimos gracias a Dios por los innumerables dones que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad nos ha concedido. Y volveremos de nuevo a reemprender la marcha, “más allá”, con la seguridad plena de que el Espíritu Santo, seguirá llenándonos de sus dones a nosotros y a todos aquellos que se dedican a testimoniar la Palabra salvadora.
Todo empezó al mediodía de aquel 29 de Julio. En realidad, un importante grupo de cursillistas de varios países, principalmente españoles, habían comenzado a vivir el clima de Ultreya la tarde anterior, en la Basílica de Santa Maria la Mayor, con una Eucaristía presidida por el Obispo Asesor Nacional de España (Conciliario Nacional), Mons. Juan García Santa Cruz.
Esa Eucaristía fue para todos los participantes un calentar motores maravilloso, para vivir con mucha más intensidad esta 3ª Ultreya Mundial. En la puerta, a la salida, tras la Eucaristía, empezarían a salir de las mochilas los pañuelos de colores que la organización había regalado, a desplegarse algunas pancartas y a cantarse el De Colores. La Ciudad Eterna era un hervidero de cursillistas. Ya desde días antes se podía presenciar por las calles a gentes procedentes de todo el mundo que había venido, recorriendo miles de kilómetros, para vivir este encuentro tan especial.
La llegada a la Plaza de San Pedro fue emocionante. Numerosos hermanos aguardaban la hora de comienzo a la sombra de las majestuosas columnas. Algunos comían allí mismo unos bocadillos. Otros lo hacían en los restaurantes cercanos, donde se entremezclaban cursillistas de distintas Diócesis de todos los países del mundo, al son de canciones en distintos idiomas – el De Colores si siempre en español – en un ambiente Ileno de gozo, de alegría y también de compartir.
En este contexto pudieron verse detalles extraordinarios. A una española le robaron su cartera en el autobús, y cuando algunos de sus compañeros del grupo explicaban a unos cursillistas croatas, por señas, pues no entendían en el idioma, lo que había sucedido, uno de ellos, entendiendo apenas que esta chica había perdido algo, metió su mano en el bolsillo y sacó 10.000 liras para poder ayudarla. A duras penas se le pudo explicar que no hacia falta, pero el cursillista croata, intranquilo por la tristeza de la joven y, hablando algunas palabras en francés, la invitó, junto a su marido y dos hijas a unas vacaciones en su tierra. No había motivo para la tristeza, pues se estaba juntos, reunidos en el nombre del Señor y, de una manera muy especial, El se hacia presente.
Tras la comida los grupos fueron entrando en la Plaza de San Pedro. Hacia mucho calor, pero nadie se retraso por ello, ni dio un paso atrás. Poco a poco la Plaza se fue llenando de gente, mientras los presentadores iban dando la bienvenida a todos los países, en todas las lenguas. Había gente de los cinco continentes, muchos norteamericanos, mexicanos, brasileños, argentinos, chilenos, coreanos, alemanes, rumanos. Cuarenta Secretariados Nacionales estaban presentes, cada uno con sus pancartas, banderas, trajes típicos… Y todos agitando la enseña de colores al entonar el De Colores.
Tras la oración inicial y los saludos de apertura por parte del Presidente Nacional de Italia y de la Presidenta del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC), Frances Ruppert, correspondió el turno a Eduardo Bonnin (Rector del primer Cursillo de Cristiandad en Mallorca en 1949) y al Padre Sebastián Gaya, el que lamentablemente no pudo asistir, pero se hizo presente con una carta leída por Ramón Armengod, responsable del Área Internacional del Secretariado Nacional de España. También se leyó una carta del Presidente de la Republica de Corea del Sur, Kim Dae Jung, quien anunciaba un próximo viaje para entrevistarse con el Papa y rogaba por el M.C.C.:… “para que pueda aumentar su actividad”.
La Meditación estuvo a cargo del padre Martín Bialas, alemán, quien llamó a estar conscientes de la llamada que el Señor nos ha hecho a todos los cursillistas y terminó diciendo: “cuando mas profunda sea nuestra relación personal de amistad con Cristo, mejor podremos evangelizar a los hombres en el mundo que les rodea. Con Dios podremos encontrar a los hombres”.
Luego vino la Eucaristía, presidida por el Cardenal Stafford, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. En su homilía hablo del empobrecimiento de la humanidad que deriva de su alejamiento de Dios. En muchos estratos de la sociedad de la opulencia y del bienestar, añadió, Dios es desconocido. Es esta falta de Dios en la vida de tantos hombres lo que esta en la base del malestar que golpea a tantos jóvenes y a numerosas familias de nuestro tiempo. Por ello, diría en palabras de Juan Pablo II, “La nueva evangelización es la tarea mas urgente de la Iglesia en el tiempo presente”. “Vuestro Movimiento”, señaló al respecto, “ha acogido con entusiasmo esta llamada, llevando a muchos hombres a Jesús”.
Tras la Eucaristía tuvo lugar el emotivo encuentro con Juan Pablo II. En ese momento las banderas se agitaron de manera especial, miles de globos se hicieron volar por el cielo, muchos ojos se cubrieron de lagrimas, y el Papa, muy cerca de la gente, por toda la plaza, no paro de saludar y bendecir. Después vinieron sus palabras, en italiano, francés, inglés, castellano, portugués y polaco, interrumpidas reiteradas veces por los aplausos y gritos de ¡Viva el Papa!, y el cántico De Colores, cuya letra desgrano en su discurso el propio Juan Pablo aludiendo a esa nueva manera de ver la vida cuando uno se encuentra con el Señor.
Reproducimos a continuación texto completo con las palabras de Juan Pablo IIº, por el profundo significado que tienen, según ha sido publicado por la edición castellana de “L’Osservatore Romano”
3ª ULTREYA MUNDIAL – MEJICO, 29.07.2000
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
1.- Amadísimos hermanos y hermanas:
Me alegra dirigiros mi afectuoso saludo a todos vosotros, que habéis venido aquí desde los cinco continentes para la tercera Ultreya Mundial de los Cursillos de Cristiandad, la Ultreya del gran jubileo. Gracias por vuestra visita v sed todos bienvenidos.
Saludo a los cursillistas de lengua española, venidos desde América y desde España, recordando que fue en Palma de Mallorca donde nació esta experiencia apostólica iniciada por monseñor Juan Hervás, celoso pastor de aquella comunidad eclesial.
Os doy la bienvenida a cada uno, y os aliento a hacer de esta Ultreya del gran jubileo un tiempo de renovado compromiso de santidad de vida y de apostolado.
Dirijo un cordial saludo de bienvenida a todos los participantes de lengua francesa.
Saludo, en particular, a todos los que han venido de países de lengua alemana. Quiera Dios que esta celebración fortalezca vuestra fe.
Saludo a la presidenta del Organismo Mundial de los Cursillos de Cristiandad y le agradezco las cordiales palabras que me ha dirigido en vuestro nombre, presentando el compromiso apostólico de vuestro movimiento y el bien que el Señor realiza a través de vosotros. Saludo a los fundadores y a los animadores espirituales, así corno a los diversos responsables del Movimiento. Vuestra presencia, tan variada y alegre, testimonia que la pequeña semilla sembrada en España hace más de cincuenta años se ha convertido en un gran árbol lleno de frutos del Espíritu. Más aún, sigue constituyendo una feliz respuesta a la pregunta formulada por mí venerado predecesor, el Papa Pablo VIº, en la primera Ultreya Mundial de Roma: “El Evangelio ¿puede aún conquistar al hombre maduro, (…) tanto en la civilización urbana como en la agrícola?”. Por tanto, me uno con alegría a vuestra acción de gracias al Señor por cuanto ha realizado y sigue realizando en la Iglesia mediante los Cursillos de Cristiandad.
El tema de esta Ultreya Mundial “Evangelizar los ambientes en el tercer milenio cristiano: un «desafío» para los Cursillos de Cristiandad”, atestigua el esfuerzo de volver a proponer con medios y entusiasmo renovados la experiencia de Cristo a los hombres y a las mujeres del Siglo XXI. Esto es más urgente aún dado que «enteros países y naciones, en los que en un tiempo la religión y la vida cristiana fueron florecientes v capaces de dar origen a comunidades de fe viva y operante, están ahora sometidos a dura prueba por la continua difusión del indiferentismo, del secularismo y del ateísmo” (Christifideles Laici,Nº34).
2.- LEVADURA PROFÉTICA.-
Ante esa situación, que desafía a los creyentes a “rehacer el entramado cristiano de la sociedad humana” (ibid.), el método del Cursillo quiere contribuir a cambiar en sentido cristiano los ambientes donde las personas viven v actúan, mediante la inserción de “hombres nuevos”, que han llegado a serlo gracias a su encuentro con Cristo. A este objetivo tienden los tres días del Cursillo de Cristiandad, durante los cuales un equipo de sdacerdotes y laicos, sostenidos por la oración y el ofrecimiento de sacrificios por parte de los demás miembros del movimiento, comunica las verdades
fundamentales de la fe cristiana, especialmente de modo “vivencial”. El anuncio de Cristo, propuesto de este modo, abre casi siempre a los participantes en el cursillo al don de la conversión y a una conciencia más viva del bautismo recibido y de la propia misión en la Iglesia. Se sienten llamados a ser “levadura” profética, que se mezcla con la harina para fermentar todo (cf. Mt.13,33), “sal de la tierra” y “luz del mundo” (Mt.5, 13-14) para anunciar a cuantos encuentran que únicamente en Jesucristo está la salvación (cf.Hch 4,12) y que “el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (Gaudium et Spes, Nº22).
3.- LA DIACONÍA DE LA VERDAD.-
Queridos hermanos y hermanas, sed testigos intrépidos del “servicio a la verdad” y trabajad sin descanso con la “fuerza de la comunión”. Apoyándoos en vuestras “ricas experiencias espirituales, que son un tesoro, aceptad él “desafío” que nuestro tiempo plantea a la nueva evangelización, y dadle sin miedo vuestra respuesta.
Frente a una cultura que, con mucha frecuencia, niega la existencia misma de una verdad objetiva de valor universal y que a menudo se pierde en las “arenas movedizas” del nihilismo (cf.Fides et Ratio,Nº5), los fieles deben saber indicar claramente que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida (cf. Jn.14,6).
A vosotros, que le habéis abierto generosamente vuestro corazón, Jesús os pide que anunciéis incansablemente su nombre a quienes aún no lo conocen. Os llama a su servicio, al servicio de Su verdad, la verdad que nos hace libres.
Cuanto más transparente sea esta “diaconía de la verdad” en vuestra vida diaria, tanto más convincente será. Como os recuerda una oración que se reza mucho en el Movimiento de los Cursillos, “Cristo no tiene manos; sólo tiene nuestras manos para cambiar el mundo actual. Cristo no tiene pies; sólo tiene nuestros pies para llevar al mundo hacia él. Cristo no tiene labios; sólo tiene nuestros labios para hablar a los hombres”.
4.- FIDELIDAD AL MAGISTERIO Y COMUNIÓN ECLESIAL.-
Este es vuestro apostolado. Llevadlo a cabo en constante sintonía eclesial, para que así se manifieste la “fuerza de la comunión” que es a la vez el estilo Y el contenido mismo de la misión del pueblo de Dios. Frente a las diversas formas de individualismo, que fragmenta y dispersa la capacidad y los recursos evangelizadores, aunad vuestros esfuerzos misioneros a los de las múltiples agrupaciones eclesiales suscitadas por el Espíritu en la Iglesia de nuestro tiempo. Esforzaos para que resalte de nuevo la belleza de las primeras comunidades cristianas, que hacían decir con admiración a los paganos: “¡Mirad cómo se aman!”. Y sed siempre dóciles a las indicaciones del Magisterio. En efecto, ningún carisma dispensa de la referencia y de la sumisión a los Pastores de la Iglesia, cuyo discernimiento es garantía de fidelidad al carisma mismo. Que la actual celebración jubilar suscite en todos vosotros una renovada fidelidad a vuestra inspiración original y una más firme comunión eclesial
5.- LA VERDADERA FELICIDAD EN EL SEGUIMIENTO DEL SEÑOR.-
“De colores, de colores se visten los campos en la primavera. De colores, de colores son los pajaritos que vienen de fuera. De colores, de colores es el arco iris que vemos lucir…”.
Durante los días del Cursillo, las palabras de esta canción popular española ayudan a los participantes a reflexionar sobre la belleza multiforme de la creación. Encontrándoos con Cristo, habéis aprendido a mirar con ojos nuevos a las personas y a la naturaleza, a los acontecimientos cotidianos y a la vida en general. Habéis experimentado que la verdadera felicidad se logra en el seguimiento del Señor. Esta experiencia personal y comunitaria debe ser transmitida a los otros. Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo, que por desgracia se alejan de Dios, esperan de vosotros la luz de la fe que les ayude a redescubrir los colores de la existencia y de la alegría de sentirse amados de Dios.
“¡Ánimo! ¡Ultreya! Adelante, os repite hoy el Sucesor de Pedro. Contemplad a María, ejemplo de fidelidad indefectible a Dios, y, como ella, en todas las circunstancias poned vuestra confianza en Dios, Padre de misericordia, que mantiene vuestros pasos por el camino de la verdad y del amor.
Mi saludo se extiende, con la misma cordialidad, a todos los demás peregrinos que se han dado cita aquí. En particular, a los de la diócesis de Leiría, Fátima, encabezados por su obispo, el querido Monseñor Serafim.
Queridos hermanos y hermanas, han pasado dos meses desde que tuve la alegría de encontrarme entre vosotros, gozando de vuestra cordial hospitalidad y testimoniando vuestra radiante alegría por la confirmación de la santidad de dos paisanos vuestros: los beatos Francisco y Jacinta Marto. Hoy vosotros, representación elegida de esa Iglesia particular, me devolvéis la visita. Habéis venido a la tumba del Príncipe de los Apóstoles, con espíritu de oración v penitencia, para implorar perdón e indulgencia y renovar vuestra entrega a la obra de divinización de la humanidad que comenzó hace dos mil años con el nacimiento de Dios encarnado.
Saludo de corazón a toda la diócesis de Leiría, Fátima, deseando que este gran jubileo de la Encarnación sea para todos vosotros el “año de Gracia del Señor” que se hizo realidad con Jesús y en Jesús (cf. Lc. 4,19-21), a fin de que esperéis confiadamente en la fuerza de su mensaje y de su obra de salvación, améis a todos con amor de donación y también de reparación por la ingratitud de tantas personas con respecto a Dios, y testimoniéis la fe con valentía y coherencia en la sociedad actual.
Que la Virgen Santísima, presente místicamente en vuestros santuarios marianos, entre los que sobresale, por elección de ella, el de Fátima, os acompañe maternalmente en vuestro camino de penitencia y conversión, y os sostenga en la realización de vuestros propósitos para bien de vuestra diócesis y para la salvación del mundo.
Os saludo cordialmente a vosotros, peregrinos de Polonia, que habéis venido a este encuentro. Os agradezco vuestro compromiso por la nueva evangelización y la construcción de la civilización del amor y la solidaridad en el mundo. La Iglesia os necesita. Necesita vuestra actitud cristiana y vuestra santidad, para que se realice en el mundo la gran obra de la salvación.
Con afecto, os aseguro un constante recuerdo en la oración y os imparto a todos la bendición apostólica, propiciadora de abundantes gracias divinas.
La Ultreya continuó con cuatro testimonios preciosos, terminando con las palabras del Consiliario Nacional de Italia y la bendición impartida por el Consiliario Nacional de España, Mons. Juan García Santa Cruz, llenando a los participantes de alegría e ímpetu para continuar el camino con renovadas fuerzas.
El acto terminaba. Miles y miles de cursillistas, venidos desde todos los confines de la tierra, llenos de paz y alegría, se disponían a salir de la Plaza de San Pedro, después de haber compartido vida y fe, mas dispuestos para la misión.
Ahora, ¿Que los podía detener?
· La última oportunidad en que Juan Pablo II se dirigirá a los Cursillos de Cristiandad será el sábado 4 de Mayo de 2002, Juan Pablo II oportunidad en que recibirá en la sala Clementina del Vaticano, a un grupo de responsables nacionales, territoriales y diocesanos del Movimiento Cursillos de Cristiandad, en el marco de la celebración del 40° aniversario de la presencia de los Cursillos en Italia y de la reciente aprobación de sus estatutos por la Conferencia Episcopal Italiana.
En la actualidad los Cursillos están presentes en mas de sesenta países del mundo.
Al inicio del encuentro dos representantes del grupo saludaron al Santo Padre en nombre de la asamblea, y el Vicario de Cristo les dirigió el discurso que ofrecemos a continuación: (Publicado en L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 10 de Mayo de 2002, p.6).
40º ANIVERSARIO DEL MCC EN ITALIA – ROMA, 04.05.2002
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
Amadísimos hermanos y hermanas:
1.- Es para mi motivo de alegría encontrarme hoy con vosotros: ¡gracias por esta visita! Vuestra presencia, tan numerosa y alegre, testimonia cuanto dije a los cursillistas de todo el mundo que acudieron a Roma con ocasión del gran jubileo del año 2000: en verdad, “la pequeña semilla sembrada en España hace mas de cincuenta años se ha convertido en un gran árbol lleno de frutos del Espíritu”. (Discurso a los participantes en la III Ultreya, 29 de julio de 2000, n.1: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 4 de agosto de 2000, p.3).
Doy a todos mi más cordial bienvenida. Saludo, en particular, a vuestros dos representantes, que se han hecho interpretes de los sentimientos comunes, así como a los animadores espirituales y a los diversos responsables del Movimiento.
Los Cursillos de Cristiandad están presentes actualmente en más de sesenta países de todos los continentes y en ochocientas diócesis. Aquella semilla ha germinado y ha crecido durante estos años también en tierra italiana, dando abundantes frutos de conversión y santidad de vida, en profunda sintonía con las orientaciones pastorales de la Conferencia Episcopal Italiana.
2.- En este momento deseo volver con el pensamiento, juntamente con vosotros, a dos citas que tuvieron gran significado y alcance. Me refiero, ante todo, al encuentro con los miembros de los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades, en la plaza de San Pedro, durante la inolvidable vigilia de Pentecostés, el 30 de mayo de 1998.
En aquella ocasión reconocí en estas nuevas realidades eclesiales una respuesta providencial, suscitada por el Espíritu Santo para la formación cristiana y para la evangelización. Pero, al mismo tiempo, exhorté a crecer en la conciencia y en la identidad eclesial: “Hoy ante vosotros se abre una etapa nueva: la de la madurez eclesial. (…) La Iglesia espera de vosotros frutos «maduros» de comunión y de compromiso” ( Discurso en el Encuentro Mundial de los Movimientos, 30 de mayo de 1998, n.6: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 5 de junio de 1998, p.14).
Esa invitación conserva plenamente su actualidad y urgencia, y constituye un auténtico desafió que es preciso afrontar con valentía y determinación. En la línea de este compromiso para alcanzar una madurez eclesial cada vez mas sólida se sitúa la solicitud que el organismo mundial de los Cursillos ha hecho al dicasterio competente de la Curia Romana, a fin de obtener el reconocimiento canónico y la aprobación de sus estatutos.
3.- El segundo acontecimiento importante que quisiera recordar hache es la IIIª Ultreya Mundial, que culminó con el encuentro jubilar de vuestros miembros en la plaza de San Pedro, al que acabo de referirme. A este propósito, deseo renovaros la exhortación que os dirigí en aquella ocasión a ser testigos audaces de la “diaconía de la verdad”, trabajando incansablemente con la “fuerza de la comunión”.
En efecto, esa consigna es cada día más necesaria y comprometedora. Vosotros daréis ciertamente la valiosa contribución que brota de vuestro carisma particular. En efecto, el anuncio kerigmatico que constituye el corazón de vuestro movimiento consiste únicamente en “fijar la mirada en el rostro de Cristo”, a lo cual invite en la «Novo Millennio Ineunte» (cf. n.16 ss). Esa mirada conlleva respetar “la primacía de la gracia”, para emprender un camino de catequesis y oración, de conversión y santidad de vida. Los frutos que produce son un sentido más fuerte de pertenencia a la Iglesia y un nuevo impulso de evangelización en los ambientes de vida y de actividad diaria.
4.- Amadísimos cursillistas, proseguid con confianza el camino de formación y vida cristiana que habéis emprendido con tanta generosidad. !Duc in altum! Os encomiendo a la protección materna de Maria Santísima, ejemplo admirable de obediencia a la voluntad del Padre y discípula fiel de su Hijo.
Asegurándoos un recuerdo especial en la oración, con afecto os imparto la bendición apostólica a vosotros, aquí presentes, y a vuestros seres queridos
· En cuanto al Papa Benedicto XVI, la primera mención que tenemos registrada de él, en relación a los Cursillos de Cristiandad es el Mensaje que dirigirá a la 4ª Ultreya Mundial, realizada en Los Angeles, California, USA, en Agosto del 2009, el que se transcribe a contunación.
4ª ULTREYA MUNDIAL – LOS ANGELES, USA, 01.08.2009
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA BENEDICTO XVI
El Santo Padre envía sus saludos cordiales y buenos deseos a todos los reunidos en Anaheim, California, para la IV Ultreya Mundial de Cursillos de Cristiandad.
Él se une a cursillistas de todo el mundo en dar gracias a Dios por todo lo que el movimiento ha hecho para enriquecer las vidas de los fieles, avivando en ellos el fuego de amor que se convierte en la energía de la misión.
Al mismo tiempo, el Santo Padre invita a esta gran asamblea internacional a buscar la luz y la fuerza del Espíritu Santo para poder responder aún más efectivamente al desafío urgente de la nueva evangelización, ofreciendo una correcta catequesis y continua formación en la fe a aquellos jóvenes católicos que anhelan conocer aún más completamente a Jesucristo y el poder de su resurrección.
Consciente de la inmensa contribución que el Movimiento de Cursillos ha hecho en la renovación de la Iglesia, promoviendo el llamado universal a la santidad y el testimonio profético que incumbe a todos los bautizados, Su Santidad ora por que la Ultreya Mundial inspire en los Cursillistas jóvenes y mayores un renovado compromiso con Cristo y su Iglesia, y un compromiso más activo, para la extensión del reino de Dios, de Verdad, Justicia y Paz.
Con estos sentimientos y con gran afecto en el Señor, el Santo Padre gustosamente imparte su Bendición Apostólica como una promesa de los dones del Espíritu, Sabiduría, Alegría, y Paz.
CARDENAL TARCISIO BERTONE
Secretario de Estado
7.- LOS CURSILLOS SE INSTITUCIONALIZAN - HISTORIA DEL ESTATUTO DEL OMCC.
7.- LOS CURSILLOS SE INSTITUCIONALIZAN
HISTORIA DEL ESTATUTO DEL OMCC.
El asunto del reconocimiento canónico del MCC. no es algo nuevo o que surge espontáneamente, sino producto de innumerables gestiones, tanto de parte del Movimiento, como de parte del Consejo Pontificio para los Laicos.
Eduardo Bonnin en carta dirigida en Marzo del 2000 a Frances Ruppert reconoce la existencia de gestiones desde fines de la década 1970-1980, al señalar: «Tuve conocimiento de la reunión que usted tuvo con el Prof. Carriquiry y el Cardenal Stafford, sobre la posibilidad de que los Cursillos estuvieran debidamente afiliados al Consejo para los Laicos, lo que me parecido muy interesante. Yo siempre fui de opinión de que esto podría ser beneficioso . Realmente el fallecido Cardenal Pironio, algunos años atrás, se refirió a esa posibilidad como altamente aconsejable. Pienso honestamente que esto no afecta en lo más mínimo la fidelidad del carisma fundacional, ni dificulta el método o nuestra libertad”.
Sin embargo el asunto empezará a tomar forma y a concretarse al asumir, como Sede del OMCC, Alemania el 30 de Mayo de 1998, en Roma, durante el Primer Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales del Vaticano .
En 1998, en la XVII reunión del OMCC, en Tampa, , el asunto vuelve a ser tratado y discutido apasionadamente, tomándose la decisión de no pedir el reconocimiento del Movimiento de Cursillos como tal, cosa que no se había pensado, pues se consideraba que el MCC era un movimiento y no una asociación con miembros en sentido jurídico, pero si la del OMCC, como cuerpo que asume responsabilidades por el Movimiento.
A raíz de ello se envía una carta al Cardenal Stafford quién a su vez había hecho llegar una carta de incentivo a la reunión del OMCC en Tampa, Florida, USA. En esta carta se le solicita su ayuda para esclarecer la situación del MCC en relación al Pontificio Consejo para los Laicos (PCL), la que es respondida por el Cardenal manifestando su disposición y ayuda al respecto
Otra manifestación concreta de ello se va a dar en la Reunión del GET, de Viena, entre los días 07 y 10 de Octubre de 1999, cuando dos sacerdotes provenientes de ex países comunistas – Rumania y Croacia – planteen la preocupación de los miembros de la jerarquía eclesiástica de sus paises por el reconocimiento canónico del MCC.
El año 2000 en Roma, durante un encuentro con el equipo del GET, para preparar la Tercera Ultreya Mundial, la directiva del OMCC. aprovecha la oportunidad para invitar al Cardenal Stafford personalmente para que presidiera la Sagrada Eucaristía de la Ultreya, ya que había sido informada de que el Santo Padre no podría asistir a ella
Durante ese encuentro muy amigable con el Cardenal Stafford el 3 de Diciembre de 1999, éste solicita al Movimiento que se active la solicitud de reconocimiento canónico, considerando que ya se tenía el reconocimiento pastoral por parte de varios Papas ya fallecidos y de muchos obispos alrededor del mundo, por lo que sería conveniente y deseable que también se obuviera el reconocimiento oficial por parte de la Jerarquía en Roma. Mencionó asimismo que el MCC. era uno de los pocos movimientos, que no había solicitado su reconocimiento, y que sería bueno hacerlo aprovechando además que el Papa tenía una actitud muy favorable hacia los Movimientos de Iglesia.
Es así entonces como el “Reglamento Interno” aprobado para el OMCC, en el 4º Encuentro Mundial, en Caracas, en 1988, es entregado al Prof. Guzmán Carriquiry, subsecretario del PCL, el cual responderá señalando que Reglamento podría ser una buena base para los Estatutos, pero que era necesario redactarlo en la forma canónica apropiada.
El 7 de Febrero de 2000, el OMCC. envía una carta a los cuatro Grupos Internacionales explicando en detalle el encuentro con el Cardenal Stafford y el Prof.Carriquiry y haciendo ver lo deseable que sería obtener el reconocimiento canónico.
El 28 de Julio del 2000, en Roma, coincidiendo con la Tercera Ultreya Mundial. se convoca una reunión del OMCC en la cual la cuestión del reconocimiento canónico será el tema principal. Luis y Joly Piedrasanta en representación del GLCC, en ese momento con Sede en Guatemala, presentan en esta oportunidad una declaración apoyando el reconocimiento, y luego de una discusión muy animada, los coordinadores de los cuatro grupos acuerdan que se comience el proceso de preparación de los Estatutos a partir del «Reglamento Interno» aprobado en Caracas, en 1988.
Asimismo el OMCC decide aprovechar la oportunidad para tener otra reunión con el Prof. Guzmán Carriquiry, en la que participarán además el Padre Martín Bialas cp. Asesor Eclesiástico del OMCC; Frances Ruppert, Presidenta del OMCC y Mario González, del Secretariado Nacional de Venezuela, como invitado especial. El Acta de este Reunión sería agregada como un anexo a la Minuta de la 18ª Reunión del OMCC.
La preparación de los Estatutos, comienza con la consulta a dos abogados canonistas, el Prof. Gianfranco Ghirlanda SJ, Rector de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Gregoriana de Roma y el Rev. Dr. Joseph Ammer de Regensburg, de Alemania, que trabajó varios años como canonista en la curia en Roma.
Frances Ruppert,
El Prof. Ghirlanda SJ. realzará varios cambios y correcciones canónicas en el proyecto que no implicarán cambios de fondo en el «Reglamento Interno» cambios que serán discutidos y votados en las Reuniones del OMCC . Luego de una segunda revisión por el Prof. Ghirlanda SJ. se enviará en Febrero de 2001 un esbozo de Estatuto a los Grupos Internacionales pidiendo sus comentarios.
En general hubo bastante consenso en los comentarios, y los pequeños cambios propuestos por los Grupos, fueron considerados.
No obstante lo dicho, existirá si una cierta preocupación de parte de EE.UU, particularmente por parte de Louis Robbio, Coordinador Ingles del MCC de EE.UU y por parte de Tom Sarg, administrador del MCC en EE.UU. Robbio, ya había presentado un trabajo con una posición contraria en la reunión de Tampa y ambos parecían temer, a partir del Estatuto, una posible interferencia en la acción del Movimiento de los obispos diocesanos.
En la 19ª Reunión del OMCC, entre el 18 y el 21 de Octubre de 2001, en Berlín se presenta un esbozo de los Estatutos el que será discutido extensamente es ella. Las modificaciones propuestas serán incluidas y el texto revisado será enviado nuevamente a los cuatro Grupos Internacionales y a Brasil, nueva Sede del OMCC que asumiría en esta misma Reunión, para que se aporten nuevas opiniones.
En esta oportunidad estarán presentes además del OMCC, Eduardo Bonnín acompañado por Miguel Bonet Moll; el Padre.Manuel M.Hinojosa Petit, Alvaro Martinez y Ramón Armengol López del Grupo de Europeo de Trabajo (GET); Benedict Choi, Fhater Meter Bae, Paul Suh y Joseph Kimdel del Grupo Asia-Pacífico (GAP); Ken P.Sittenauer, Msgr.Michael, Ken P.Sittenauer, Msgr. Michael Stewart, Barry R.Guihan y Sylvia MacKinnon del Grupo Norte América y Caribe (NACG); Francisco Alberto Coutinho, Padre José Gilberto Beraldo, Antonio Carlos Salomão y Maria Célia de Souza Salomão del nuevo OMCC, y otros invitados como James y Grace Roddy y Gian Paolo Marchetti, Armida Virgilio, el Padre Mario Cascone y Antonio D’Angelo del anterior Grupo Europeo de Trabajo (GET)
En esa ocasión se delegó además en el Padre Mario Cascote la revisión final del texto que se enviaría al PCL en idioma italiano.
En Marzo de 2002, el OMCC envía al Consejo Pontificio para los Laicos, esta versión en italiano del Estatuto, pidiendo formalmente el reconocimiento canónico.
En Febrero de 2003, Mons. Stanislaw Rylko, Secretario del PCL solicita incluir algunas modificaciones adicionales en el Estatuto.
Acogiendo lo solicitado y siguiendo orientaciones del Pontificio Consejo para los Laicos, se hace, en Alemania entre el 24 al 26 de Abril de 2003, una revisión completa del proyecto de Estatuto del OMCC. En esta oportunidad estarán presentes el Padre Bialas, cp., Frances Ruppert y el Padre José Gilberto Beraldo.
El 30 de Abril del 2003, el equipo brasileño del OMCC acompañado por miembros de Grupos Internacionales, del Padre Martín Bialas cp, ex Asesor Eclesiástico del OMCC. y de Frances Ruppert ex Presidenta del Organismo Mundial solicita audiencia y se reune con el PCL, entregándo una versión final y revisada del Estatuto del MCC.
El día 30 del mismo mes, el Proyecto terminado es entregado al PCL, en Roma, en ceremonia en la cual participan: el entonces Secretario y hoy presidente del PCL, Mons.Stanislaw Rilko; el sub-secretario, Prof. Gusmán Carriquiry; el canonista designado para acompañar el proceso, Miguel Galindo Delgado; el padre Martin Bialas y la Sra. Frances Ruppert, de Alemania; Luis Villareal, Bernardo Cantú Flores y Mons. José Cruz Camacho miembros del GLCC; el Padre Manuel Hinojosa Petit y Cándido Rodrigues integrantes del GET; y también los integrantes del OMCC, Francisco Alberto Coutinho, Antonio Carlos Salomao y el padre José Gilberto Beraldo.
En esa ocasión, la iniciativa de dar continuidad al proceso de aprobación del Estatuto del OMCC es ampliamanete elogiada e incentivada por Mons. Rilko, quien destacará dos aspectos fundamentales del Estatuto:
1.- Lo del reconocimiento oficial por parte de la Iglesia del propio Movimiento de Cursillos, aun cuando, el Estatuto ahora objeto de aprobación, no sea el del MCC, propiamente tal, sino el de un Organismo que lo coordina;
2.- Lo de la la comunión eclesial de la cual el Papa ha hablado insistentemente a los Movimientos eclesiales.
Al término de la reunión del PCL, se acordó que los contactos entre el PCL y el OMCC, serían llevado en adelante por el grupo de Alemania, que lo había reiniciado y cuya proximidad geográfica favorecía su seguimiento.
Algún tiempo después, vía e-mail, el PCL, solicitará al OMCC,actualmente en Brasil, a través de carta dirigida directamente al Presidente Francisco Alberto Couthino. que fuese el único interlocutor oficial para los efectos del Estatuto, toda vez que la correspondencia debe salir del PCL al OMCC de manera oficial y que seria inconveniente una dualidad en la comunicación, esto es, enviar la misma correspondencia para dos destinatarios.
Aprovechando la celebración de los 50 años de los Cursillos en América y del Primer Cursillo de Mujeres del mundo, en Barranquilla, Colombia, el OMCC, de acuerdo a lo previsto en el Estatuto vigente, programó para los días 23 y 24 de Junio de 2003, su Primera Reunión Ordinaria, enviando a los cuatro Grupos Internacionales la respectiva pauta, considerando en ella la discusión sobre el Estatuto ya en manos del PCL. A esta reunión asistirán el GLCC, el GET, el GAP mas algunos invitados del OMCC, entre los cuales se encontrará Mons. Nél Beltran, obispo de Sincelejo, Colombia, excusándose el GNAC por carta firmada por el Padre .Gastón Rioux, que fue leída públicamente para el conocimiento de todos los asistentes.
En esa ocasión se estudió el Estatuto cuyo proyecto estaba en poder del PCL y se hicieron algunas sugerencias, acordándose que el OMCC las presentara al PCL para que fuesen incorporadas al proyecto, encomendándose por medio de una carta de OMCC. a Mons.José Cruz Camacho, Asesor del GLCC, que debía viajar a Roma el 30 de Junio, que actuara como como portador personal de tales sugerencias,
Entre tanto, al volver a Brasil, el Comité Ejecutivo del OMCC se encontró con una carta del Consejo Pontificio para Laicos, fechada el 27 de Junio de 2003, conteniendo una serie de nuevas observaciones acerca de puntos que se deberían de alterar o introducir en el proyecto. Inmediatamente se enviaron tales observaciones a Mons.Camacho que, ya en Roma, intercambió ideas durante dos días con Miguel Galindo Delgado . De estas nuevas audiencias van a surgir nuevos puntos para revisar el proyecto, entre ellas, el hacer revisar el Estatuto por un canonista o jurista italiano a fin de adecuar la forma jurídica y el lenguaje a las exigencias del idioma italiano, idioma oficial y original del proyecto.
Mons. Camacho, vía e-mail, hará llegar inmediatamente estas observaciones al Comité Ejecutivo del OMCC, y éste, en posesión de este material entrará en contacto Ferdinando Rosato, Presidente del Secretariado Nacional del MCC. de Italia, a objeto de buscar a la persona requerida.
Luego de algún tiempo de espera, prolongado por las vacaciones en Italia, todo el material – incluidas copias de toda la correspondencia recibida – el 4 de Septiembre de 2003 se envía al canonista italiano sugerido por el Secretariado Nacional del MCC, Mario Collabianchi, de la Diócesis de Fermo.
Por fallos de transmisión de los e-mails y por otras causas desconocidas, la respuesta de Collabianchi demoró en llegar, por lo cual el Comité Ejecutivo del OMCC, preocupado con ello, y aprovechando el viaje a Palma de Mallorca, España, para el dialogo con Eduardo Bonnin, ocurrido del 11 al 13 de Noviembre del 2003, envía a Fermo, al Asesor Eclesiástico, Padre Beraldo, a fin de que además de enterarse de la marcha del proceso, pudiese, en conjunto con el canonista, agilizar el proceso de revisión y adecuación del Estatuto, conforme a lo pedido por el PCL. La presencia del padre Beraldo en Fermo se prolongará desde el 14 al 17 del mismo mes, tiempo durante el cual se introducirán nuevas modificaciones al proyecto.
El 17 de Noviembre de 2003 el padre Beraldo será recibido en el PCL por Miguel Galindo, haciéndole entrega en esa oportunidad del proyecto revisado en Italia. Posteriormente, via e-mails, se recibirán otras sugerencias del PCL al OMCC, cada una de las cuales irá siendo atendidas.
Entre los días 5 y 10 de Enero de 2004, el padre Beraldo se reune nuevamente con don Mario Collabianchi el cual finalmente el día 12 de Enero entrega el Proyecto definitivo al PCL. En estas circunstancias el P.Beraldo sostiene una larga audiencia con Miguel Galindo, en la que ambos trabajarán en el examen del texto entregado, faltando solamente pormenores de ordenamiento de números y revisión de algunos términos italianos.
El P. Beraldo de vuelta a Brasil, somete nuevamente el proyecto a la revisión de un sacerdote italiano, reenviándolo a Roma, con su forma final.
Sin embargo, el 1 de Marzo de 2004, vía e- mail, el PCL hará llegar una serie de nuevas observaciones, entre ellas la de suprimir las sugerencias de la Reunión de Barranquilla.
Enviado nuevamente a Roma, el 7 de Abril, el texto con las correcciones, don Miguel Delgado Galindo, hará llegar un nuevo e-mail listando esta vez algunas mínimas inexactitudes solamente en cuanto a ortografía.
Finalmente, el 12 de Abril de 2004, el texto final del Proyecto de Estatuto del OMCC, acompañado por una carta de su Presidente, Francisco Alberto Coutinho, es enviado vía fax al Presidente del Consejo Pontificio para Laicos, Mons.Sttanislaw Rilko, y como medida de seguridad y con carácter oficial, el mismo material es enviado al Consejo Pontificio por correo especial.
Gracias a Dios y a las oraciones, sacrificios y dedicación de muchos, en la mañana del día 23 de Abril de 2004, por medio de una carta enviada vía Fax por el presidente del Pontificio Consejo para Laicos, Mons.Stanislaw Rilko, comunica al Presidente del Comité Ejecutivo del OMCC, Francisco Alberto Coutinho, la aprobación del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad “como estructura de ordenación, promoción y difusión de la experiencia de “Cursillos de Cristiandad”, teniendo personalidad jurídica privada, aprobando, al mismo tiempo los Estatutos”
El 11 de Junio de 2004, a las 11.00 hrs, en el curso de una Liturgia de la Palabra, en la sede del Consejo Pontificio para los Laicos, en Roma presidida por el arzobispo Stanislaw Rylko, se entrega el Decreto de reconocimiento Oficial por la Santa Sede al Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC.).
Participarán en el acto, los responsables de los cuatro Grupos Internacionales del Movimiento, así como obispos de varios países, entre ellos .Monseñor Juan García Santacruz Ortiz, obispo de Guadix, y Asesor Eclesiástico Nacional del Movimiento en España, quien en esta ceremonia de entrega del reconocimiento, señaló que considera que los Cursillos de Cristiandad, Movimiento apostólico presente en unos 60 países, en más de 800 diócesis y con unos 5 millones de adherentes. «son un don del Espíritu Santo a la Iglesia, al igual que otros movimientos».
El texto del Decreto de Reconocimiento, en Italiano, es el siguiente:
PONTIFICIUM CONSILIUM
PRO LAICIS
DECRETO
958/04/AIC-104
II Movimento dei Cursillos de Cristiandad nasce negIi anni quaranta del secolo scorso a Mallorca (Spagna), in occasione della preparazione spirituaIe di un pellegrinaggio alIa tomba dell’ apostolo San Giacomo organizzato dai giovani di Azione Cattolica durante I’ Anno Santo Compostelano de11948. II primo «Cursillo de Cristiandad» risale al mese di gennaio del 1949 ed ebbe luogo nel Santuario di Sant’Onorato di Randa (Mallorca).
Nel gruppo d’iniziatori dei Cursillos de Cristiandad spicca il Dott. Eduardo Bonnín Aguiló, nonché alcuni Pastori, tIa cui l’alIora Vescovo di MalIorca, S.E. Mons. Juan Hervás y Benet (1905-1982) che seppe accompagnare Ia crescita deI Movimento con paterna solIecitudine, e il Rev. Mons. Sebastián Gayá Riera.
Sin dalla sua nascita il Movimento dei Cursillos de Cristiandad conosce una notevole espansione che rende necessaria I’istituzione di Segretariati Diocesani e Nazionali, nonché di Gruppi Intemazionali, al fine di favorire un’adeguato coordinamento dell’azione che si prefigge il Movimento. Durante il V Incontro Interamericano, celebratosi a Santo Domingo (Repubblica Dominicana) dal 23 al 27 giugno 1980, vine creato l’Organismo Mondiale deI Movimento dei Cursillos de Cristiandad, una struttura di servizio a livelIo internazionale finalizzata a garantire Ia fede1tà deI Movimento agIi insegnamenti della Chiesa; a promuoverne I’unità e a custodirne l’identità; ed a coordinare I’attività dei Gruppi Intemazionali (cfr. Statuto, artt. 1-3, ldee fondamentali deI Movimento dei «Cursillos de Cristiandad», nu. 610-611).
Nel corso degIi anni, i Cursillos de Cristiandad si sono rivelati un valido strumento di formazione cristiana e di evangelizzazione al servizio della Chiesa. II cuore del Movimento e costituito dall’ annuncio kerigmatico del messaggio cristiano, che sprona alla missione apostolica in tutti gli ambienti di vita. La pedagogia della fede che caratterizza il «cursillo» si propone di promuovere un’incontro personale con il Signore e di sostenere i propri membri nella ricerca della santità e nell’impegno a essere testimoni di Cristo nel mondo.
Sono ormai numerosi gli Ordinari diocesani che hanno manifestato il loro apprezzamento per il Movimento dei Cursillos de Cristiandad. Ad esprimere la propria stima sono stati anche i Sommi Pontefici Paolo VI, che proclamo san Paolo Apostolo patrono del Movimento, con il Breve apostolico Viget salubriter del 14 dicembre 1963 (AAS 56 [1964], pp. 524-525) e Giovanni Paolo II, che neII’ Anno GiubiIare 2000, in occasione della terza Ultreya mondiale del Movimento dei Cursillos de Cristiandad, rivolse ai partecipanti queste parole: «Carissimi Fratelli e Sorelle, siate testimoni coraggiosi delIa «diakonia della Verità» ed operate instancabilmente con la «forza della comunione». Facendo tesoro della ricchezza delle vostre esperienze spirituali, accogliete e rispondete senza paura alle «sfide» che il nostro tempo pane alla nuova evangelizzazione», Discorso, 29 luglio 2000, 3 (Insegnamenti di Giovanni PaoloII XXIII/2 [2000], p. 97).
Per tutto quanto sopra,
Vista l’ istanza inoltrata dal Comitato esecutivo dell’ Organismo Mondiale del Movimento dei Cursillos de Cristiandad, in cui si sollecita iI Pontificio Consiglio per i Laici aI riconoscimento giuridico dell’Organismo medesimo, nonché all’approvazione del suo Statuto;
Attesa l’ opportunità di riconoscere il suddetto Organismo e di approvare il suo Statuto, per favorire al meglio il coordinamento e la diffusione di questo apostolato al servizio della Chiesa, e accolte le osservazioni avanzate da questo Dicastero;
Visti gIi articoIi 131 e 133, §§ 1 e 2, della Costituzione apostolica Pastor bonus sulla Curia Romana, e il canone 116 del Codice di Diritto Canonico, il Pontificio Consiglio per i Laici decreta:
1°. Il riconoscimento dell’Organismo Mondiale del Movimento dei Cursillos de Cristiandad, come struttura di coordinamento, promozione e diffusione dell’ esperienza dei Cursillos de Cristiandad, avendo personalità giuridica privata, secando il canone 116, § 2 del Codice di Diritto Canonico.
2°. L’approvazione dello Statuto del suddetto Organismo, debitamente autenticato dal Dicastero e depositato nei suoi archivi, per un periodo ad experimentum di. cinque anni.
Dato in Vaticano, il trenta maggio duemila quattro, solennità di Pentecoste.
Josef Clemens
Segretario
Stanislaw Rylko
Presidente
El texto del Decreto de Reconocimiento, en Español, es el siguiente:
PONTIFICIUM CONSILIUM
PRO LAICIS
DECRETO
958/04/AIC-104
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad nace en los años 40 del siglo pasado en Mallorca (España) con ocasión de la preparación espiritual para una peregrinación a la tumba del apóstol Santiago organizada por los jóvenes de la acción católica durante el año Santo con ocasión del año jubilar en honor de Santiago de Compostela en 1948. El Primer Cursillo de Cristiandad se realiza durante el mes de enero de 1949 y tuvo lugar en el Santuario de San Honorato de Randa (Mallorca).
El grupo de los iniciadores del Cursillo de Cristiandad empieza con el Dr. Eduardo Bonnín Aguiló así como algunos pastores, entre ellos el entonces Obispo de Mallorca Monseñor Juan Hervás y Benet (1905-1982) acompañando al Movimiento con la solicitud paterna del Reverendo Monseñor Sebastián Gayá Riera.
Desde su nacimiento, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad conoce una notable expansión que se hace necesaria la Institución de Secretariados Diocesanos y Nacionales, así como también de Grupos Internacionales, para favorecer una adecuada coordinación de la acción que prefija el Movimiento. Durante el 5°. Encuentro Interamericano celebrado en Santo Domingo (República Dominicana) del 23 al 27 de junio de 1980, se crea el Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad una estructura de servicio a nivel internacional con la finalidad de garantizar la fidelidad del Movimiento a los compromisos de la Iglesia; para promover la unidad y custodiar la identidad; y coordinar la actividad de los grupos internacionales (cfr. Estatuto, art. 1-3, Ideas Fundamentales del Movimiento de “Cursillos de Cristiandad”, números 610-611).
En el transcurso de los años los Cursillos de Cristiandad se han revelado como un válido instrumento de formación cristiana y de evangelización al servicio de la Iglesia. El corazón del Movimiento está constituido por el anuncio kerigmático del mensaje cristiano, que incita a la misión apostólica en todos los ambientes de la vida. La pedagogía de la fe que caracteriza al “Cursillo” se propone promover un encuentro personal con el Señor y de sostener a sus propios miembros en la búsqueda de la santidad y en el compromiso de ser testimonio de Cristo en el mundo.
Por fortuna son numerosos los Ordinarios Diocesanos que han manifestado su aprecio por el Movimiento de Cursillos de Cristiandad. También los que han apreciado su estima han sido los sumos pontífices Pablo VI, que proclamó a San Pablo Apóstol patrón del Movimiento, con el Breve apostólico Viger salubriter del 14 de diciembre de 1963 y Juan Pablo II en el año del jubileo 2000 con ocasión de la tercera Ultreya Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad se dirigió a los participantes con estas palabras: “Queridos hermanos y hermanas, sean testigos valientes de la “Diaconía de la verdad” para trabajar incansablemente con la fuerza de la comunión. Haciendo un tesoro de la riqueza de sus experiencias espirituales, acepten y respondan sin miedo al reto que nuestro tiempo pone a la nueva evangelización”. Discurso del 29 de julio del 2000 {Enseñanzas de Juan Pablo II XXIII-2 (2000) p.97}
Por todo lo anterior,
De acuerdo por la constancia promovida por el Comité Ejecutivo del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en que se solicita al Pontificio Consejo para los Lacios el reconocimiento jurídico del mismo Organismo, así como la aprobación del Estatuto;
Teniendo la oportunidad de reconocer al susodicho Organismo y al aprobar su estatuto para favorecer mejor la coordinación de este apostolado al servicio de la Iglesia y recibidas las observaciones presentadas a este Dicasterio;
Vistos los artículos 131 y 133, párrafos 1 y 2 de la Constitución apostólica Pastor Bonus de la Curia Romana, y en el canon 116 del Código de Derecho Canónico, el Consejo Pontificio para los laicos decreta:
1o – El reconocimiento del Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, como estructura de coordinación, promoción y difusión de la experiencia de los Cursillos de Cristiandad, teniendo personal jurídica privada según el canon 116. C.I.C.
2o – La aprobación del estatuto del susodicho organismo debidamente autentificado por el Dicasterio y depositado en sus archivos, por un período al ad experimentum por cinco años.
Dado en el Vaticano el 30 de mayo del 2004, en la solemnidad de Pentecostés.
Mons. Josef Clemens
Segretario
Mons. Stanislaw Rylko
Presidente
El texto de la intervención de Mons Rylko es el siguiente:
PONTIFICIUM CONSILIUM
PRO LAICIS
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PONTIFICIO CONSEJO DE LOS LAICOS.
SU EXCELENCIA REVERENDÍSIMA MONS. STANISLAW RYLKO
CON MOTIVO DEL RECONOCIMIENTO DEL ORGANISMO MUNDIAL DEL
MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD Y LA APROBACIÓN DE SU ESTATUTO, EL 11 DE JUNIO DEL 2004
Deseo antes que nada darles un cordial saludo a nombre del Consejo Pontificio de los Laicos y a los miembros del Comité Ejecutivo del Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad y a los prelados aquí presentes y a todos los que se han congregado: bienvenidos todos. Me siento contento de saludar al doctor Eduardo Bonnín llegado de Mallorca, por acompañarnos a este acontecimiento. Por desgracia, Mons. Sebastián Gayá no ha podido estar presente en esta ceremonia, pero estamos seguros que está cerca de nosotros, unidos con nosotros en la oración. Le agradecemos y reconocemos su interés al enviarnos un saludo de España.
Recordarán con gran alegría la última audiencia concedida por el Santo Padre el 4 de mayo del 2002 en la Sala Clementina, con motivo del encuentro promovido por su Movimiento. En aquella ocasión, Juan Pablo II enfatizó la importancia que tiene por los Movimientos eclesiales y las Nuevas comunidades el crecimiento en la conciencia y en la identidad eclesial. El Santo Padre decía en ese momento: “En este compromiso para conseguir siempre una más sólida madurez eclesial se requiere que el Organismo Mundial de Cursillos se someta a la competencia del Dicasterio de la Curia Romana para obtener el reconocimiento canónico y la aprobación de sus estatutos” [Juan Pablo II, discurso en el “L´Osservatore Romano”, 5-5 2002 p. 5).
La entrega del decreto de aprobación de su Estatuto, es un momento muy significativo para ustedes, y lo es también para el Consejo Pontificio para los Lacios. Este Dicasterio se alegra de haber colaborado con el Comité Ejecutivo del Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad {inicialmente con aquel de Alemania y sucesivamente con el actual comité de Brasil} de tal manera que un estatuto pueda continuar para orientar en un futuro el quehacer del Movimiento. Por lo tanto agradecemos al Señor, que ha guiado los trabajos hasta el final de este itinerario.
En el pasaje del Evangelio de San Juan apenas leído hemos escuchado las palabras pronunciadas por Jesús durante el diálogo que el Señor tiene con sus apóstoles en el cenáculo de Jerusalén, poco antes de su Pasión. Cristo declara que es la verdadera vid y nosotros los sarmientos. Del mismo modo que los sarmientos tienen que estar unidos a la vid para poder producir fruto, Jesús explica que el cristiano está llamado a vivir una vida unida a Él, es decir, a vivir la vida de la gracia, la cual es la savia que vivifica al creyente y lo hace capaz de dar frutos de vida eterna. La vida en unión con Cristo, alimentada por la escucha asidua de la palabra de Dios y de una perseverante vida sacramental, desemboca necesariamente en el compromiso de un apostolado ferviente dirigido a todos, y orientado a reconocer y amar a Dios en todas partes.
En el mismo encuentro con los apóstoles, Jesús les quiere confiar la suprema ley del amor, es decir, el mandamiento nuevo, dado a sus discípulos hasta el fin de los tiempos: “Ámense unos a los otros como yo los he amado” (Jn. 15,12}.
En los más de cincuenta años de vida de su Movimiento, los millones de fieles que han participado en el Cursillo, se han concientizado de su vocación cristiana, así como de su misión en la Iglesia y en el mundo, comprometida a transformar con creatividad y empeño los ambientes del hacer humano resaltando la presencia de Dios. Las ardientes inquietudes juveniles de aquel entonces han dado frutos abundantes y maduros a la Iglesia. Ella continúa atendiéndolos también en el futuro.
En la exhortación apostólica post-sinodal Christifideles laici, Juan Pablo II afirma que los carisma constituyen una especial riqueza de gracia para la vitalidad apostólica y para la santidad entera Cuerpo de Cristo, haciendo necesario al mismo tiempo su discernimiento. Esta es la razón por la cual ningún carisma se puede dispensar de la sumisión y aprobación a los Pastores de la Iglesia {cfr. 24}.
Después de los diversos gestos de aprobación por parte de los Sumos Pontífices, el hecho que estamos cumpliendo hoy, en este Dicasterio, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, recibe una señal especial de autenticidad por parte de la sede apostólica. En pleno respeto del propio carisma de su Movimiento, el Organismo Mundial es reconocido como una estructura internacional puesta al servicio de este carisma, para favorecer la coordinación, la promoción, así como la difusión de la experiencia eclesial de los Cursillos de Cristiandad.
El decreto del reconocimiento Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad tiene la fecha del 30 de mayo del 2004, día en que la Iglesia celebra la solemnidad significativa de Pentecostés. El día precedente durante la celebración de las primeras vísperas de Pentecostés, el Papa recordó el inolvidable encuentro con los Movimientos Eclesiales y las nuevas comunidades en 1998 recordando una vez más que los Movimientos Eclesiales y las nuevas comunidades son una “respuesta providencial”, “suscitadas por el Espíritu Santo”, para la demanda actual de la nueva evangelización, por la cual son necesarias “personalidades maduras” y “comunidades vivas y cristianas” {enseñanzas XXI, 1 (1998), p.1123}; L´Osservatore Romano, 31 de mayo-1° de junio, 2004. p. 7.
El estatuto que regirá la vida de este Organismo se aprueba por un período inicial ad experimentum por cinco años. Transcurrido este período, con la experiencia adquirida, se hará la solicitud al Dicasterio, la aprobación definitiva.
Un compromiso particular del Organismo Mundial es aquello de mantener los contactos periódicos con el Consejo Pontificio para los Laicos, cuyo Dicasterio ligado a la Santa Sede esta dispuesto para acompañarlos en el futuro. Estoy seguro que de este encuentro se suscitarán numerosos frutos de comunión y de compromiso eclesial.
El próximo año se cumplirán los 25 años de la creación del Organismo Mundial. Damos gracias a Dios por el servicio que ha realizado en este tiempo.
Estoy seguro que la Virgen María, Esposa del Espíritu Santo, los guiará y lo acompañará en su caminar. Dios los bendiga para siempre.
8.- ESTATUTOS DEL ORGANISMO MUNDIAL DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD (OMCC)
El texto de los estatutos aprobados, es el siguiente:
ESTATUTOS DEL ORGANISMO MUNDIAL DE
CURSILLOS DE CRISTIANDAD (OMCC)
INTRODUCCIÓN.-
01. El Movimiento de Cursillos de Cristiandad es un movimiento eclesial de difusión mundial que actúa al interior de la Iglesia católica. El Movimiento se siente llamado a participar activamente en la grande misión de la evangelización. Su finalidad apostólica consiste en llevar la fe cristiana a los diferentes ambientes de la vida, mediante el testimonio vivido, especialmente por todos sus miembros. El objetivo específico es por lo tanto el de la evangelización de los ambientes.
02. “Los Cursillos de Cristiandad (el MCC) son un Movimiento de Iglesia que, mediante un método propio, posibilitan la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano, ayudan a descubrir y a realizar la vocación personal, y propician la creación de núcleos de cristianos, que vayan fermentando de Evangelio los ambientes” (Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, – IFMCC, n. 74}.
03. El Movimiento de Cursillos de Cristiandad nació en España, concretamente en la Isla de Mallorca, entre los años 1940 y 1949. Numerosos laicos y algunos sacerdotes, iluminados por el Espíritu Santo, descubrieron muy claramente el hecho de que también los laicos, en virtud de los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación, desempeñan un papel activo y propio en la misión de la evangelización de la humanidad. De este grupo de iniciadores tomaron parte sobre todo laicos guiados por Eduardo Bonnín Aguiló, además de varios pastores, entre los que se encontraban el entonces Obispo de Mallorca, Mons. Juan Hervás Benet y Mons. Sebastián Gayá Riera.
04. En muy poco tiempo el Movimiento se difundió por toda España. De ahí se propagó en los países del continente americano. Durante el Concilio Vaticano II muchos obispos de América Latina testimoniaron su experiencia positiva obtenida a través del Movimiento de Cursillos, asegurando especialmente que este hecho favorecía el lugar que los laicos ocupan en la Iglesia. En poco tiempo el Movimiento de Cursillos se habrá difundido a todos los continentes.
05. La característica del Movimiento de Cursillos es principalmente la de compartir una fe vivida para difundirla. Aquí es donde cada persona asume su responsabilidad personal pero su esfuerzo es apoyado por un grupo de personas que comparten las ideas y la vida. Es de suma importancia la cooperación armónica entre laicos y sacerdotes. Cada quien tiene su función específica, cada quien tiene su “carisma” personal, pero todos conjuntamente se preocupan por alcanzar el mismo objetivo: la evangelización como fermento en los ambientes.
06. La finalidad de este objetivo se alcanza mediante una específica metodología kerigmática, que consta de tres tiempos: Pre-Cursillo, Cursillo, Post-Cursillo. Los temas y los contenidos de los tres días del Cursillo son iguales en todo el mundo. Son los contenidos fundamentales del Credo de nuestra fe católica: Jesucristo, la gracia, los sacramentos, la Iglesia, el apostolado, la profundización de las verdades de la fe, las experiencias de la fe.
07. Una peculiaridad del Movimiento de Cursillos es que tiene muy poca estructura. La responsabilidad principal se confía a los “Secretariados Diocesanos” y a los “Secretariados Nacionales”, como afirma el texto “Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad” {cfr. IFMCC n 592 y 594}. “Los Grupos Internacionales y el Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad” {OMCC} están al servicio de la comunión eclesial, de la unidad, de la información, de la coordinación y del apoyo.
08. El Movimiento de Cursillos cuenta con la aceptación y el reconocimiento pastoral a nivel mundial de importantes Pastores de la Iglesia católica. Muchísimos Cardenales y Obispos de todo el mundo acogen la colaboración del Movimiento de Cursillos en el campo de la evangelización de sus Diócesis. Además, los Romanos Pontífices de los últimos decenios han repetida y públicamente expresado un particular aprecio por el Movimiento de Cursillos.
09. El Papa Pablo VI, durante la primera “Ultreya” Mundial celebrada en Roma el 28 de mayo de 1966 en la Plaza de San Pedro, pudo afirmar: “Cursillos de Cristiandad: esa es la palabra, acrisolada en la experiencia, acreditada en sus frutos, que hoy recorre con carta de ciudadanía los caminos del mundo”. {AAS 58, 1966, 500}. El mismo Papa, el día 23 de mayo de 1970, dirigió palabras de reconocimiento y de aliento a 40,000 cursillistas que estaban reunidos en la Ciudad de México con motivo de la segunda Ultreya Mundial.
10. También el Papa Juan Pablo II frecuentemente ha participado en los Encuentros del Movimiento de Cursillos y ha motivado a los cursillistas presentes y al mismo Movimiento con palabras de aliento. Durante la tercera Ultreya mundial, celebrada el 29 de julio de 2000 en la Plaza de San Pedro durante el Año Santo, el Santo Padre ha elevado su agradecimiento al Señor “por todo aquello que la Iglesia, a través del Cursillo de Cristiandad, ha realizado y continúa realizando”.
11. El Santo Padre en la fiesta de Pentecostés de 1998, durante el gran Encuentro de los Movimientos Eclesiales y de las asociaciones laicales, celebrado en la Plaza de San Pedro, ha expresado el deseo de que los Movimientos colaboren todavía más estrechamente con los Dicasterios de la Santa Sede. Ahora, el Movimiento de Cursillos, respondiendo a estos deseos del Santo Padre, presenta este Estatuto del OMCC al Pontificio Consejo para los Laicos para su reconocimiento canónico.
CAPITULO I: FINALIDAD Y OBJETIVOS DEL OMCC.-
Art. 1º- El OMCC es el organismo de coordinación del Movimiento de los Cursillos, responsable del mutuo intercambio de informaciones, iniciativas y reflexiones de los Grupos Internacionales y de estos con los Secretariados Nacionales, así como de las oportunas directrices programáticas y organizativas y, como tal por lo tanto, está al servicio de la unidad dinámica del Movimiento a nivel mundial.
Art. 2º- El OMCC es un organismo de servicio y ejerce su autoridad sobre los Grupos Internacionales, sobre los Secretariados Nacionales y Diocesanos teniendo en cuenta lo previsto en el presente Estatuto y lo que prescribe el derecho canónico.
Art. 3º.- Los objetivos del OMCC son los siguientes:
a. conservar al Movimiento de Cursillos en su fidelidad a la Iglesia y a su Magisterio;
b. preservar la identidad y la unidad del Movimiento en su esencia, fiel a su carisma original, al libro de “Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad” y a las conclusiones emanadas de los “Encuentros Mundiales”;
c. promover la unidad y la cooperación entre los Grupos Internacionales.
d. coordinar a los Grupos Internacionales para que alcancen sus propios objetivos;
e. reflexionar sobre el papel del Movimiento de Cursillos a nivel mundial.
f. ayudar a introducir al Movimiento de Cursillos en aquellos países donde aún no esté vigente.
CAPÍTULO II: INTEGRACIÓN DEL OMCC.-
Art. 4º- El OMCC se integra por su propio Comité Ejecutivo y por los Comités Ejecutivos de cada uno de los Grupos Internacionales.
El Grupo Internacional es el organismo que reúne – en una determinada región o Continente – a los Secretariados Nacionales reconocidos por las respectivas Conferencias Episcopales {cfr. IFMCC 594}.
Art. 5º- El OMCC persigue sus propios objetivos y desarrolla sus propios servicios a través del Comité Ejecutivo, que se compone del Presidente, del Vice-presidente, del Asistente Eclesiástico, del Secretario y del Tesorero.
El Comité Ejecutivo es el responsable de poner en práctica los acuerdos y las recomendaciones emanadas de los “Encuentros Mundiales”.
Art. 6º- Cada Grupo Internacional cuenta con su Comité Ejecutivo cuyos integrantes son: el Presidente, el Vice –presidente, el Asistente Eclesiástico, el Secretario y un Tesorero.
El número de los miembros de los Comités Ejecutivos de los Grupos Internacionales, oscila entre un número de 5 a un máximo de 8 personas y son escogidos por el Secretariado Nacional del país – sede elegido por la mayoría absoluta de los Secretariados Nacionales que integran cada uno de los Grupos Internacionales.
Art. 7º- Un Secretariado Nacional puede pertenecer únicamente a uno de los Grupos Internacionales. Cada Secretariado Nacional cuenta con un solo voto quedando prohibido el voto por delegación.
Art. 8º- La misión principal del Grupo Internacional es la de coordinar a los Secretariados Nacionales entre sí y apoyar las relaciones entre los Secretariados y el OMCC.
Art. 9º- Los Grupos Internacionales del Movimiento de Cursillos deben ser confirmados por el OMCC. Los Grupos Internacionales deben constituirse a nivel regional, continental o lingüístico, con aprobación de los Encuentros Mundiales.
Art. 10º- En el desarrollo de su misión, el OMCC, además de la eficiencia del trabajo apostólico, debe tener en máxima consideración la organización pastoral de la Iglesia universal y los planes pastorales de las respectivas Conferencias Episcopales.
Art. 11º- Los países o grupos de países, en los que está presente el Movimiento de Cursillos pero que sin embargo por fundados motivos expresados al OMCC, no pertenezcan a algún Grupo Internacional, serán coordinados de manera provisional directamente por el OMCC:
Art. 12º- Según el principio de rotación existente, cada cuatro años la sede del OMCC se le confía a un Grupo Internacional distinto.
El Grupo elegido como sede del OMCC puede aceptar o rechazar esta responsabilidad. En caso de no aceptación, el Comité Ejecutivo del OMCC convoca a los Grupos Internacionales a una reunión extraordinaria para proceder a una siguiente elección.
Art. 13º- El Grupo Internacional designado escoge, por mayoría absoluta de los votos de los Secretariados Nacionales presentes en la reunión de elección, al Secretariado Nacional del país en el que residirá la sede del OMCC. Los Grupos Internacionales nuevos, reconocidos por el OMCC, solo después de tres años podrán ser sede del OMCC.
La sede del OMCC no deberá coincidir con la sede del Grupo Internacional.
Art. 14º- El Secretariado Nacional del país escogido designa al Comité Ejecutivo del OMCC, compuesto por un mínimo de 5 a un máximo de 8 personas. Al interior del Comité Ejecutivo del OMCC se escogerá al Presidente, al Vice-presidente, al Asistente Eclesiástico, al Secretario y al Tesorero.
Art. 15º- Las funciones de los miembros del Comité Ejecutivo del OMCC son las siguientes:
a. El presidente representa al Movimiento o sea al conjunto de los Grupos Internacionales. Él convoca a los Grupos Internacionales, prepara el orden del día de los trabajos, preside y modera todas las sesiones y los Encuentros del OMCC y su voto es decisivo en caso de empate.
b. El vice-presidente asiste al presidente y lo substituye en su ausencia.
c. El asistente eclesiástico vela porque el Movimiento alcance su finalidad espiritual y apostólica a través de su servicio doctrinal, la celebración de los sacramentos, sosteniendo la vida de oración de sus miembros, potenciando la actividad evangelizadora y promoviendo la comunión eclesial.
d. El secretario es responsable de las actas de los encuentros y tiene cuidado de acuerdo con el presidente de la correspondencia ordinaria.
e. El tesorero gestiona las aportaciones de los Grupos Internacionales. El prepara cada año el presupuesto previo y el informe financiero en donde se detallan todas las entradas y salidas.
Al designar a los miembros del Comité Ejecutivo del OMCC, todo Secretariado Nacional debe tener en cuenta la capacidad de las personas.
CAPÍTULO III: LOS SERVICIOS DEL OMCC.-
Art. 16º- El OMCC desarrolla los siguientes servicios:
a. convoca al menos cada 2 años las reuniones del Comité Ejecutivo del OMCC con los Comités Ejecutivos de los Grupos Internacionales;
b. mantiene la comunicación entre los Grupos Internacionales;
c. organiza periódicamente los “Encuentros Mundiales”;
d. atiende la publicación de un “Boletín informativo”;
e. representa oficialmente al Movimiento de Cursillos a nivel mundial, particularmente ante el Pontificio Consejo para los Laicos.
CAPÍTULO IV: LAS REUNIONES DEL OMCC.-
Art. 17º- El OMCC se reúne al menos cada dos años. En estas reuniones participan el Comité Ejecutivo y los Comités Ejecutivos de los respectivos Grupos Internacionales.
Los puntos a tratar en estas reuniones deberán ser acordados previamente con los Grupos Internacionales.
Durante la reunión el Comité Ejecutivo presentará una relación sobre las actividades desarrolladas y las que fueron programadas, lo mismo harán cada uno de los Comités Ejecutivos de los Grupos Internacionales.
Art. 18º- Las reuniones extraordinarias del OMCC pueden convocarse cuando dos Grupos Internacionales lo pidan o cuando el mismo Comité Ejecutivo lo considere necesario. En ambos casos el Comité Ejecutivo envía el orden del día a los Grupos Internacionales en la que se presentará sintéticamente los puntos a tratar.
Art. 19º- Para las conclusiones que broten de las reuniones ordinarias y extraordinarias del OMCC se requiere la aprobación de parte de la mayoría absoluta de los Grupos Internacionales.
Para que una votación sea válida debe estar presente la mitad más uno de los convocados. Queda prohibido el voto por delegación.
A cada Grupo Internacional le corresponde un solo voto. En caso de empate en los votos, el voto del Presidente del Comité Ejecutivo del OMCC es decisivo.
CAPÍTULO V: ENCUENTROS MUNDIALES.-
Art. 20º- El presidente del OMCC convocará ordinariamente cada cuatro años el “Encuentro Mundial”, después de haber consultado a los Grupos Internacionales. El presidente podrá convocarlo también de manera extraordinaria solo después de haber consultado a los Grupos Internacionales.
Todos los Secretariados Nacionales reconocidos por las respectivas Conferencias Episcopales e inscritos en el respectivo Grupo Internacional serán invitados a estos Encuentros y tendrán derecho de voto. Queda prohibido el voto por delegación.
Para la aprobación de las decisiones de los Encuentros Mundiales, exceptuando lo señalado en los artículos 21º y 23º , se necesita la mayoría absoluta de los votos de los Secretariados Nacionales presentes.
El presidente del OMCC podrá invitar a aquellos países en los que está presente el Movimiento de Cursillos, pero que hasta ahora no han constituido el Secretariado Nacional. En este caso será necesaria la autorización escrita de parte de la Conferencia Episcopal Nacional que testifique que los delegados son, para todos los efectos, representantes de todos los Secretariados Diocesanos de aquel país. Los países invitados pueden participar pero no votar.
El presidente del OMCC podrá invitar a todas aquellas personas que considere oportuno, habiendo escuchado a los integrantes del mismo. Los invitados tendrán voz pero no pueden votar.
Art. 21º- Corresponde al Encuentro Mundial velar por la fidelidad del MCC a su carisma original así como está enunciado en la definición del MCC {cfr. IFMCC n. 74}.
El libro “Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad” {IFMCC}, fruto de los Encuentros Mundiales anteriores, es el libro que expresa legítimamente la autocomprensión del carisma original del MCC. Por lo tanto únicamente el Encuentro Mundial, legítimamente convocado y reunido, es el único garante en el MCC de su fidelidad al carisma original, y puede autorizar los cambios en su redacción solamente contando con la mayoría de las dos terceras partes de los votos de los Secretariados Nacionales presentes.
Art. 22º- Los Encuentros Mundiales tienen las siguientes finalidades:
a. promover la reflexión sobre el Cursillo en el mundo;
b. ayudar a alcanzar la unidad en los temas más fundamentales del MCC;
c. llevar al Movimiento a una presencia profunda y vital ante la situación del mundo contemporáneo;
d. propiciar un intercambio de experiencias;
e. estudiar la difusión del mensaje cristiano en el mundo;
f. aprobar las eventuales modificaciones al libro “Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad” {IFMCC};
g. aprobar las propuestas y modificaciones al presente Estatuto.
Art. 23º- Para aprobar las modificaciones al Estatuto y al libro “Ideas Fundamentales del MCC” es necesaria una mayoría de las dos terceras partes de los votos de los Secretariados Nacionales presentes. Cada Secretariado Nacional tiene un voto. Queda prohibido el voto por delegación.
CAPÍTULO VI: LAS PUBLICACIONES.-
Art. 24º- Para una mejor y permanente información de los Secretariados Nacionales y Diocesanos, el OMCC publica un Boletín. Este Boletín contiene noticias y documentos concernientes al Movimiento y las comunicaciones de los Grupos Internacionales.
El Boletín pone atención a los principales documentos del Papa, de los Obispos y del Pontificio Consejo para los Laicos, que pueden promover una profundización espiritual dentro del Movimiento de Cursillos.
El Boletín cuida de comentarios a los acontecimientos más importantes del Movimiento y de la Iglesia y promueve la discusión sobre documentos, aunque no sean recientes, de interés general, difundiendo libros y revistas del Movimiento de Cursillos.
CAPÍTULO VII: TRADUCCIONES Y PUBLICACIONES DE DOCUMENTOS OFICIALES DEL OMCC.-
Art. 25º- El OMCC se reserva el derecho de publicación de todos los documentos de los Encuentros Mundiales.
El OMCC tiene el derecho de publicar en conjunto o parcialmente todos los documentos elaborados en los Encuentros Mundiales y se reserva los derechos de traducción y de publicación como co-editor.
Los derechos de autor del libro de las “Ideas Fundamentales” son propiedad exclusiva del OMCC.
Cada uno de los Secretariados Nacionales, para publicar una edición del mismo, debe contar con el permiso de edición del Presidente del OMCC y, en relación a la venta, se deben pagar al OMCC los derechos de autor {regalías}. Se deberán respetar los derechos de autor sea de ellos mismos o de los Países.
CAPÍTULO VIII: LAS FINANZAS DEL OMCC.-
Art. 26º- Todos los gastos enumerados en el presupuesto previo del OMCC deben ser cubiertos equitativamente por los Grupos Internacionales.
Art. 27º- Al finalizar el período de los cuatro años el Comité Ejecutivo saliente prepara un balance final. Este balance, después de haber sido revisado por una comisión especial de tres representantes de los Grupos Internacionales, constituido para este caso, con motivo de los Encuentros Mundiales, será comunicado a los Grupos Internacionales presentes en el Encuentro para su aprobación por el OMCC.
CAPÍTULO IX: MODIFICACIONES AL ESTATUTO DEL OMCC.-
Art. 28º- Las modificaciones a los presentes Estatutos se reservan exclusivamente a la responsabilidad de los Encuentros Mundiales del Movimiento de Cursillos en cuanto previstas por los Secretariados Nacionales. Las modificaciones, para cuya aprobación es necesaria la mayoría de dos terceras partes de los presentes, deberán contar con la posterior aprobación del Pontificio Consejo para los Laicos.
Aprobados por el Pontificio Consejo para los Laicos
Ciudad del Vaticano, viernes, 11 junio 2004.-
APÉNDICE
Durante el proceso de aprobación del Estatuto, varias cuestiones, consultas y aclaraciones fueron solicitadas al Comité Ejecutivo del OMCC. Por parecernos oportuno, incorporamos en un Apéndice las principales, así como también las respuestas que, a su tiempo, fueran dadas.
1.- ¿Porqué los Secretariados Nacionales del MCC no fueron consultados sobre el Estatuto como también sobre cada observación o alteración sugerida por el Consejo Pontificio para Laicos?
Respuesta:
A.- Por cuanto se siguió un itinerario conforme a lo establecido en el Reglamento Interno aprobado para el OMCC, en el 4º Encuentro Mundial, en Caracas, en 1988, según el cual participan de las discusiones referentes al Estatuto del OMCC solamente los Grupos Internacionales. y no los Secretariados Nacionales.
B.- Por cuanto en su Reunión Ordinaria del 21 de Octubre de 2002 en Berlín, el OMCC, así lo decidió, luego de que la Presidenta del OMCC, Frances Ruppert informara brevemente que el Proyecto de los Estatutos se había elaborado en la lengua española, que su edición inglesa lo haría Ken Sittenauer y que se encargaría la italiana al Padre Cascone; y que se acordara que en un plazo de 15 días Comité Ejecutivo repartiría el Proyecto a los Grupos Internacionales, los que a su vez deberán repartirlo a los Secretariados Nacionales respectivos; fijándose a los Grupos Internacionales plazo hasta el 31 de diciembre de 2002 para remitir sus observaciones al Comité Ejecutivo del OMCC., asegurándose de esta forma que el Comité Ejecutivo (Con Sede en Alemania en ese momento) pudiera presentar la solicitud durante su mandato” (Cf rActa del 19º Encuentro del OMCC.- Berlín, 18 al 21 de Octubre 2001).
C.- Por cuanto de acuerdo a la Reglamentación vigente la participación e intervención de los Secretariados Nacionales se da por la representación de los Grupos Internacionales que la tienen dentro de sus atribuciones. Este es el camino normal de consulta en ese nivel;
D.- Por cuanto si el OMCC tuviese que, hipotéticamente, consultar a los Secretariados Nacionales debería hacerlo convocando a tantos Encuentros Mundiales cuantas fuesen las sesiones de observaciones enviadas por el PCL. No habría otra forma de armonizar las posiciones;
E.- Finalmente, por cuanto el Estatuto objeto de aprobación por el PCL es el ESTATUTO DEL ORGANISMO MUNDIAL DEL MCC y no el ESTATUTO DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD.
2.- ¿Los Grupos Internacionales fueron consultados sobre alteraciones propuestas o dieron sugerencias?
Respuesta:
SI. Los Grupos Internacionales que participaron en la 1ª Reunión ordinaria de la actual gestión del OMCC no sólo tuvieron conocimiento del proyecto – de hecho, conocieron item por item el Estatuto – sino que además dieron sugerencias de alteración y cambios. Estas fueron llevadas y presentadas al PCL, personalmente por el entonces delegado “ad hoc”, Mons. José Cruz Camacho como se procedió con la última revisión realizada por el OMCC y por los Grupos Internacionales. Para la referida Reunión, fueron convocados, en tiempo hábil, todos los cuatro Grupos Internacionales, excepto el GNAC que justificó su ausencia en carta de P.Gaston Rioux.
3.- ¿Qué significa “personalidad jurídica privada”?
Respuesta:
La legislación canónica, con respecto a este asunto, se encuentra en los Capítulos III y IV del Libro I, 1ª Parte, de los fieles, Cánones 321 al 329. Los interesados podrán y deberán consultar canonistas y autores especializados en Derecho Canónico. Entretanto, para adelantar algunos puntos, colocamos aquí una interpretación autorizada por el Profesor Giorgio FELICIANI, profesor de Derecho Canónico de la Universidad del Sagrado Corazón, Milán, Italia, en conferencia “¿CUAL ESTATUTO CANÓNICO PARA LAS NUEVAS COMUNIDADES?”, pronunciada con ocasión del 2º Coloquio de Roma “La participación de los movimientos y de las nuevas comunidades en la misión apostólica de la Iglesia”, Assis, Italia, 17-21 de Marzo de 2004. He aquí, en síntesis, algunos puntos:
a) La diferencia emtre una ASOCIACIÓN PÚBLICA DE FIELES y una ASOCIACIÓN PRIVADA (Como el MCC) está en que esta última determina autónomamente sus propios Estatutos; escoge libremente los trabajos sociales y, salvo necesidad de confirmación del Ordinario (Obispo Diocesano), escoge al propio Asistente Espiritual; gozan de amplia autonomía en la administración de su patrimonio y pueden ser suprimidas solamente por motivos gravísimos (can. 312-326 CIC).
b) “A la luz de tales normas, que no parecen estar destinadas a sufrir cambios significativos en un futuro próximo, y considerada la efectiva realidad de los movimientos eclesiales tal como se presentan aquí y ahora, se puede tener la certeza que para esas entidades es decididamente preferible un reconocimiento como asociación privada, de acuerdo con la práctica adoptada por el Consejo Pontificio para los Laicos.
c) Y además: “ Por un lado, es evidente que un movimiento no nace por un acto de la jerarquía, sino por la iniciativa de uno o más fundadores”. Por otra parte, una designación como asociación pública acarrea considerables inconvenientes, tales como una responsabilidad excesivamente pesada para la jerarquía; una notable limitación al enfrentar realidades nuevas y, en fin, la consideración de la asociación como de un carácter “oficial” difícilmente compatible con esa advertencia formulada por el Card. Ratzinger. “Como las vocaciones al sacerdocio no pueden ser producidas ni establecidas administrativamente. Así también los movimientos no pueden organizarse ni ser lanzados sistemáticamente por la autoridad”
d) En el párrafo siguiente agrega: “Por tanto, en cuanto al reconocimiento como asociación privada, la forma más simple es aquella prevista en el canon 299 párrafo 3 del Código de Derecho Canónico, CIC, donde se dispone que ningún agregado será reconocido por la Iglesia sin que sus estatutos no hayan obtenido el “recognitio” (reconocimiento), vale decir el “nihil obstat” de la autoridad competente de la Iglesia.. En la práctica eso significa que un movimiento puede ser tomado en cuenta por el ordenamiento canónico, solamente cuando se presente a las autoridades de manera que esta pueda identificarlo y certificar su autenticidad cristiana. Ese tipo de reconocimiento no tiene un carácter discriminatorio, pero es un acto obligatorio en el sentido de que, respondiendo los movimientos a los criterios de eclesialidad y presentes otros criterios necesarios, su petición no puede ser rechazada, pues, en caso contrario, habría una negación al derecho de asociación de los fieles expresamente sancionado por el Código de Derecho Canónico.” (Es esa categoría en la que se encuadra el OMCC)
Nota.- Toda la correspondencia intercambiada entre el PCL y el Comité Ejecutivo del OMCC y lacorrespondencia de consultas hechas a los que habían participado de la Reunión Ordinaria de Barranquilla, está archivado en el OMCC y disponible para consultas